sábado, 3 de agosto de 2019

A volar

Netflix, bailar, pasar el examen de portugués, viajar, lograr esa factura electrónica.
Conocer gente, cuidarlos en silencio.
Buscar el amor y no encontrarlo. O si el más leve guiño de tinte amorosa se hace presente, huyo como un lobo.
Lobo solitario. O loba.
Deliciosos juegos de mente que no puedo aplicar a la vida real.
Miedo, indiferencia, frialdad... llamalo como quieras, pero es la mejor manera de esconder el corazón.
Nadie puede lastimarte con estas escurridizas estrategias que aplico.
Pero tengo que buscarte, encontrarte, hallarte.
Mi alma necesita tu llama.
Necesita encontrarle rumbo a la esperanza.

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