Capítulo 9: El amor se aprende en la infancia
Después de tanto explicar
cómo repercute el trato recibido por un niño en su ámbito familiar, y cómo
determina esto sus elecciones amorosas futuras, sería inoportuno saltear a los
niños. Como ya vimos, el amor se aprende en la infancia, por lo tanto esta
etapa es crucial, y depende de nosotros como padres de qué forma se desarrolle.
Las primeras semillas del
sentimiento amoroso las cultivamos en el trato que le damos a nuestro hijo
desde bebé, luego de niño y después durante la adolescencia.
Si procuramos una relación
familiar sana y armoniosa, esto repercutirá en la forma de elegir y comportarse
en pareja, de esos niños cuando sean adultos.
El amor se fomenta y se
enseña con cada acto, y no cesa nunca, por más que veamos a nuestros hijos
grandes, y pensemos que pueden cuidarse solos porque son adolescentes.
Justamente lo contrario,
esa es la etapa más delicada. Pero si te has olvidado de comunicarte con ellos
desde niños, jugando, charlando y leyendo juntos, porque tu trabajo te
demandaba mucho tiempo fuera de casa, y cuando volvías cansada o cansado,
querías suplir tu ausencia con regalos, poca escucha y enchufándolos al
televisor o algún juego electrónico, para no ocuparte de ellos, te será más
difícil volver a conectarte con ellos.
Por otra parte, en general,
los padres sólo compran un libro sobre niños, cuando va a nacer su primer hijo.
Se instruyen sobre el cuidado del bebé y todo lo referido a este tema. Pero
luego, en lo que atañe a la educación infantil se nutren del saber cultural,
del conocimiento aprendido a través de su propia crianza, y de los consejos de
sus padres.
Y sólo concurren a una
psicoterapia infantil, cuando el niño presenta problemas de comportamiento en el
colegio, en la mayoría de los casos.
En este sentido, no se
invierte en libros sobre educación de niños, quizá hasta que entren en la
adolescencia y su nuevo comportamiento los desoriente de tal forma, que los
padres comienzan a interiorizarse del tema. A veces, este interés sólo sucede
cuando sus hijos ya están involucrados en drogas, alcohol o padecen trastornos
de alimentación, entre otras cosas.
El objetivo es que
abordemos diferentes aspectos de la educación infantil y adolescente en función
de una mirada psicológica, pero fundamentalmente preventiva y práctica, fácil
de entender. Ahora le toca el turno a los bebés.
Bebés
Esta sección sobre bebés no reemplaza al médico, es
un complemento
La técnica del
amamantamiento
Cuando mi hija tenía un
mes, concurrí a la “Liga de la
Leche”, donde se dan instrucciones a las madres, sobre
técnicas para la alimentación a través de la leche materna. Esta institución
sin fines de lucro, estaba ubicada en el barrio de Belgrano, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Me recibieron en un living hermoso, donde varias madres se hallaban sentadas
dándole la teta a su hijo, y recibiendo instrucciones de cómo hacerlo.
Por mi parte, aprendí la
técnica y fui practicando, teniendo a la instructora muy cerca, quien iba
controlando la posición de mis dedos, los tiempos, etc. Me fue muy útil
aprender, que se debe tomar con la palma de la mano, la parte inferior de la
mama, dejando libre el dedo índice. Así cuando el bebé estuviera mamando, y
comenzara a dormirse, podía utilizar ese dedo para tocarlo con unos golpecitos
suaves, sobre su maxilar, casi junto al extremo de su boca. Con esto lo
despertaría y le recordaría continuar con la succión. Lo ideal era que
estuviera diez minutos mamando de cada lado, para que la leche circulara y esto
evitara la acumulación en el pezón, que produce dolor, calor e irritación en
las glándulas mamarias.
Luego de una hora, mi
aprendizaje estaba listo, pero se me ocurrió hacerle algunas preguntas sobre la
educación de los niños, a la mujer que me atendió.
Por un lado, durante el
amamantamiento, me habían dolido muchos los pezones, por lo cual, al principio,
evitaba darle a menudo, porque el dolor que sentía era muy fuerte. Luego, me
explicaron que debía tomar sol en los pezones, porque los rayos solares hacen
que se curta y se fortalezca. Aconsejaban hacerlo con una remera con agujeros
en la zona de los pezones, ya que transcurrían los días frescos de la
transición invierno-primavera. A la vez, que debía colocar en los pezones,
crema enriquecida con vitamina A.
Por otro lado, si bien
había leído mucho y me había informado sobre el tema, tenía la fantasía de que
si el bebé tomaba la teta cada dos horas, se transformaría con el tiempo en un
obeso. Por supuesto, que esto no ocurre, y que es absolutamente necesario para
su crecimiento.
Pero como en mi infancia
debíamos comer entre dos y tres platos de comida tanto en el almuerzo como en
la cena, todos tuvimos luego, tendencia a engordar, y me preocupaba el tema.
Luego, aprendí que esto no sucede con los bebés, que es una etapa especial del
crecimiento, en que si reciben leche materna tienen más anticuerpos, y menor
tendencia a engordar en su adultez, que si se los alimenta con leche de vaca.
También era importante,
mientras le daba la teta, utilizar la ayuda del dedo índice para despertarlos,
si no antes de la hora, estarían
llorando para volver a comer, porque se habían quedado con hambre. En cambio,
si le estaba dando de mamar, y el bebé se dormía, al despertarlo con el dedo
índice lograba que estuviera diez minutos tomando de una teta, para luego
pasarlo a la otra, y tomar diez minutos más. La verdad, es que nunca llegaba a
los diez minutos en la segunda teta, pues mi hija estaba totalmente satisfecha.
Atiéndelo rápido, y no lo
dejes llorar
Más allá de esto, fue muy
útil la charla con esta señora sobre la educación en general. Le interrogué si
era bueno atender al bebé enseguida que comenzaba a llorar, o era mejor hacerle
esperar, para que no se volviera caprichosa o malcriada.
Me contestó que no debía hacerle
esperar, porque esto los angustiaba más. En cambio, si apenas lloraba, iba a
atenderlo, comenzaría a hacer un registro de que no estaba solo, y eso le iría
dando seguridad y tranquilidad a su persona.
Cuando dejas a un niño
llorar, él se siente abandonado, más aún siendo bebé, ya que tiene incapacidad
para expresar en palabras lo que siente. Además
que es su primer tiempo en el mundo externo, luego de haber estado
totalmente confortable y protegido en el vientre materno.
Acudir inmediatamente al llanto
del bebé, con el tiempo producirá un niño tranquilo, paciente y contenido. En
este sentido, me explicaba que un bebé lo único que puede hacer es llorar o
gritar, porque no sabe aún hablar, y que en base a ello, debía decodificar qué
necesitaba. El bebé podía llorar porque se había hecho pis o caca, porque
estaba paspado, porque estaba cansado de estar acostado y quería estar sentado
(o viceversa). Porque simplemente, ya se había despertado y buscaba compañía.
También porque tenía hambre.
Además, podía despertar
varias veces en la noche, ya que podía estar soñando, o simplemente al ver la
oscuridad, sentir miedo, y pedir por su madre. Si en ese caso, estaba allí
apenas lloraba, continuaría durmiendo, ya que sentiría que había un adulto
responsable para protegerlo. Podría volver a despertarse, varias veces y
durante varios días, semanas o meses, pero todo se iría graduando, hasta
acostumbrarse y comprender, que su mamá estaba allí a su lado,
incondicionalmente, porque para eso somos padres. Para cuidarlos y protegerlos.
También es importante
colocar en su cuna, moisés o cama, un peluche a su lado. Si es su preferido,
mejor. Este objeto blando, ocupará el lugar de mamá sustituta. Es lo que se
denomina en psicología “objeto transicional”. Significa una transición o
reemplazo temporario hasta que llegue su mamá. Es decir, en el día cuando el
bebé despierta, ve su peluche –un objeto familiar- y no se siente tan solo.
Demandará a su mamá también. Pero, muchas veces, al ver ese muñeco favorito y
habitual, lo tomará con su mano y así se volverá a dormir. Esto es algo que irá
incorporando de a poco, por eso, es bueno colocar un peluche de cada costado de
la cama, para que siempre tenga uno a mano. Deberá ser un peluche seguro, sin
ojos que sean botones y que se los puedan tragar. Cuando haga este registro
visual y táctil durante el día, en la noche con sólo tocarlo lo reconocerá.
Es factible también, que
algunos niños o bebés, tengan miedo a la oscuridad. Esto puede solucionarse con
una pequeña lucecita tenue que permanezca encendida durante la noche. Cuando a
un bebé se lo ha dejado llorar por noches enteras durante meses, pensando
erróneamente que así aprenderá a que debe arreglárselas solo, esto no es así.
Si no que con cada noche en
que no ha sido atendido como corresponde, su angustia aumentará. Esa angustia
puede transformarse en depresión, en un sentimiento de soledad irreparable, si
no se hace algo a tiempo.
Con cada llanto, el bebé
espera angustiado que esta vez, su madre venga a socorrerlo, y al no suceder esto,
su desesperación aumenta. Entrará en un ciclo repetitivo de
miedo-angustia-dolor, porque lo único que desea es una respuesta de amor. Esto
es un mimo, una palabra dulce, una caricia o un abrazo.
Con las noches sumidas en
llanto y sin unos brazos protectores o una caricia, en el momento exacto en que
comienza a llamar a su mamá mediante gemidos –porque es lo único que sabe
hacer, no tiene otra forma de expresarse-, se irá incrementando su angustia y
su soledad, si nadie se acerca ni lo consuela.
Un bebé que lleva semanas
así, está sumido en un sentimiento de soledad y de desconsuelo. Lo más probable
que si sus padres no cambian su comportamiento, se transforme con el tiempo en
un niño irritable y depresivo, lo que luego producirá un adulto lleno de temores,
fobias, cambios de humor o depresión bipolar.
Armonía para los padres
Es entendible que si el
bebé se ha despertado continuamente en las noches, sus padres no duerman bien y
por lo tanto estén irritables. Este sentimiento será percibido por el niño o el
bebé, y producirá mayor miedo y angustia, que se traducirá en llanto o mal
comportamiento, si es un niño mayor.
Existen soluciones
naturales, como las Flores de Bach, avaladas por la O.M.S. Si los padres están
irritables, enojados, con cambios de humor
o inestabilidad emocional, puede solucionarlo con Flores de Bach. Incluso
existe una fórmula indicada para el insomnio, que puede variarse y adecuarse,
según el perfil de cada paciente. El secreto es realizar un buen diagnóstico
para saber cuáles flores necesita.
Llanto por los cólicos
Otro llanto diferente es el
que se produce en los primeros tiempos, debido a los cólicos que sufre el bebé.
Esto sucede porque su aparato digestivo aún no está bien desarrollado, y esto
se solucionará más adelante.
En los primeros tres meses
de vida tienen muchos cólicos, como producto de los gases. Esto les trae dolor
de “panza”, por lo cual hay que hamacarlos, y esto a veces, te puede llevar una
hora de tiempo, con el consiguiente dolor en los brazos.
Volviendo al tema del
amamantamiento, asegurarse de que estuviera bien satisfecho cada vez que tomaba
el pecho, me daba al menos dos horas de tranquilidad, para poder descansar,
dormir, o hacer tareas en la casa.
El marido que pasa la
prueba del post-parto
Algunos matrimonios se
deshacen luego de la llegada de un hijo, cuando apenas es bebé. Puede ocurrir
al nacer el primero, segundo o tercer hijo, pero lo destacable, es que se trata
de los primeros meses de vida del bebé. En esa etapa la mujer además de estar
extremadamente sensible, también está sobrepasada de tareas: el bebé, la casa,
el trabajo, etc. Por lo tanto, deja de lado a su hombre, por razones de fuerza
mayor. En ese sentido, es vital la comprensión de su marido y su ayuda en el
hogar, así sea en las pequeñas cosas. Las mujeres observan estos detalles,
sobre todo cuando están sensibles.
En cuanto a la esposa, es
importante recordar que si bien el bebé requiere su amor y su cuidado, ella
también sigue siendo mujer, además de madre. Cuidar su aspecto, tener un tiempo
para sí misma, pedir ayuda extra, y recordar que tiene un marido, es
importante.
Consejos para cuidar el
pezón durante la lactancia
En la Fundación para la
lactancia materna*, me dieron estas instrucciones para el cuidado y preparación
del pezón. Aún conservo el papel, y lo transcribo (en letra cursiva) porque es
de gran utilidad:
Grietas: El tratamiento más adecuado
para las grietas se realiza con: AIRE – CREMA – LECHE – SOL
Aire: El pezón debe estar siempre seco y al aire. Para
secar se utiliza un secador de pelo o se apantalla. Para que estén al aire se
puede agujerear las puntas de un corpiño (o bajar la tapa del corpiño de
amamantar), o utilizar escudos o casquillos aireadores de pezón.
Crema: La única crema aconsejable es la crema de caléndula.
Esta crema no debe retirarse para prender al bebé ya que es inocua. Colocarse
un poco después de cada mamada.
Leche: Su leche tiene propiedades cicatrizantes. Coloque una
gota en cada pezón y seque apantallando, varias veces al día, sobre todo cuando
chorrea los pechos.
Sol: Tome
sol directo en los pezones 15 minutos por la mañana y 15 minutos por la tarde.
Puede ponerse una remera vieja con un par de agujeros a la altura de los pezones. Es importante que
los labios del bebé queden paralelos a la herida para que cierre al mamar.
Observe qué dirección tiene la grieta y varíe la posición en que da de mamar a
su bebé para lograr lo dicho anteriormente. Puede darle en posición inversa o
acostada.
Para evitar y/o curar grietas, el bebé debe tomar
parte de la areola al mamar, quedando el pezón bien adentro de su boca. Esto se
consigue sosteniéndolo bien cerca, con su pancita tocando la panza de la mamá,
de manera que cabeza y cuerpo le queden alineados, y no tenga que girar el
cuello para mamar.
Nota aclaratoria: hay un tipo de grieta que tarda en curar y que puede
derivar del Muguet (hongo) común en muchos lactantes. En este caso se debe
consultar al médico pediatra para iniciar un tratamiento tanto en la boca del
bebé como en el pezón. NO USAR CREMA DE CALÉNDULA HASTA TERMINAR EL TRATAMIENTO
DEL HONGO MUGUET.
*Este escrito pertenece al año 1998, vale la
aclaración en caso de que haya sido modificado De todos modos, este aporte
puede ser útil para quienes lo desconocen, aunque puedes consultarlo con el médico