jueves, 30 de abril de 2015

Fotos o alma

Estoy supercansada, pero gratificante este cansancio. Trabajo nuevo, tests laborales. Me levanto muy temprano. Hoy me tomé unas flores de Bach para bajar un cambio. Porque me exijo mucho, es mi estilo.

Acabo de ver las fotos de la página del pub costero con mi peor es nada. No... suena feo así,  pero es una manera de no ponerle nombre, de no rotular. Tengo ganas de que alguien me ame de verdad, y si no me arriesgo, es como no vivir.

Dejo a un lado las cáscaras, las máscaras, la imagen. Es más, tardé en ver las fotos de la web, porque no le doy importancia a eso. Total, son fotos. Lo importante es lo que nos pasa aquí adentro, en el alma, en el corazón.

Si alguien me cuida y me trata bien, me quedaré. Porque es lo que necesito. Mientras que sea confortable, será bienvenido. Ya sé que nada es para siempre. La vida es hoy, como decía ese jovencito.

A las 7 de la mañana ya me está saludando por whatsap,y espera que termine mi trabajo para hablar. Y así transcurre el día, mensajes y llamados. Y bueno, eso me conquista. Aunque admito que cuando da pistas de ponerse celoso o controlarme, tengo ganas de mandar todo a la merd...

Por ahora disfruto, y tengo ganas de sus mimos. Estar bien, es todo lo que queremos los seres humanos. Porque nos merecemos ser bien tratados. Y todos deseamos el amor, aunque nos ocultemos, aunque a veces lo negamos, y aunque nos dé miedo.



domingo, 26 de abril de 2015

Dónde está la verdad

Siento una confusión y un cansancio, son las flores de Bach que necesito tomar hoy.
Sé que después de un gran sufrimiento, viene el cansancio, así que es por eso.

En cuanto a la confusión, creo que tiene que ver sólo con el grupo. No sé si este pibe, el galán de turno, esté dentro de esto. Porque sé que intelectualmente, tenemos diferencias abismales, y aunque suene duro, lo social y cultural, pesa. 

Por eso, creo que ahí, no puedo discernir mucho. Pero me pasa, que hace tanto tiempo que estoy buscando alguien que me cuide, y que pueda quererme un poco, por no decir mucho, que donde encuentro un rinconcito de calor, quiero quedarme como un gato que busca ya no pasar frío. 

El frío de la falta de afecto, ese abrigo de cariño que todos necesitamos de vez en cuando. Y que si se mantiene como una constante, es un abrigo que nos cuida, que nos protege. Y que nos da a la vez, mucha fortaleza. 

Es que en parte, me siento débil, y algo frágil, aunque no sé si esto tenga que ver con una relación, creo que esto es algo que sucedió con lo que pasó en el grupo. Eso me desarmó. Y estoy a la deriva en ese aspecto, tratando de encontrar mi orilla.

Hoy sí que necesitaría caminar al borde del mar, es como un remedio espiritual. El agua me calma, me conforta, y a la vez, me da energía.

Necesito fortalecerme, y ver adentro mío, para ver qué sucedió después de esa hecatombe. Creo que la registré como una agresión gratuita e inesperada, y que si bien trato de verla desde distintos puntos de vista, aún me tiene golpeada.  Y ya no es nada personal con nadie, sino que un lugar donde te sentías a gusto y protegida, se ha derrumbado, tan descriptivo como la metáfora del viernes de cenizas.

Anoche Jopo me ha mandado un mensaje diciéndome que no tenía que agradecerle por ir a la farmacia, y que no me contestó antes porque no tenía crédito. Entonces, me conmueve que de dónde no esperás nada, te tienden una mano. Y de dónde esperás una caricia, me sorprendió un cachetazo. Así es la vida. No hay que tener expectativas de nadie, porque la gente se equivoca, y se apresura para juzgarte, sin detenerse un minuto para llamarte y para saber qué te pasa.


viernes, 24 de abril de 2015

Viernes de cenizas

Así me siento, como esa nube gris que despidió ese volcán, sólo que yo no siento enojo, sino inmenso dolor por lo que pasó. Y para el que perdió el ritmo de este blog, les digo, que esto no es por un hombre. Sino por otro sentimiento más trascendental, ese lugar de mi grupo de afines de la Meditación en el que yo me sentía respaldada, el que cada vez que iba salía fortalecida. No sé, si todo eso fue una ilusión, o si la equivocada soy yo. 

Espero ver el horizonte que hoy, tanto me cuesta. Te juro que no quiero llorar ni sentirme vulnerable. Quiero salir a flote de esto, como siempre lo hice, pero ayer me llamó Rob, él único que se dio cuenta de mi dolor, y estuvimos hablando casi una hora, y eso removió toda la herida. Y después de esa conversación, ya el diente me venía doliendo, pero necesitaba un antibiótico, así que tuve que llamar a Jopo, para que fuera a la farmacia. Es un amor, cuando vino, me dijo Qué te pasó?, mientras le pagaba a través de la reja, porque estaba en pijama. A veces, de la gente que menos esperás, viene la bondad. Y así lo sentí, y hoy que quiero ir a Martínez pero no sé si podré ir. Justo hoy que necesitaba tanto que alguien me cuide. Sé que me espera, porque me llamó temprano a la tarde, pero él no sabe lo sensible que estoy, no tiene ni idea. Hoy la fragilidad es algo que haré lo imposible por evitar, pero no sé si pueda manejarlo.

Es todo junto, los dientes que tienen que ver con las decisiones, por el significado psicológico que busqué en los libros. Y la decisión tiene que ver con si abandono el grupo, y la verdad es que no siento ganas de volver. Pero hay gente que me duele no volver a ver, aunque tengo que enfrentar la verdad, que para mí, ya nada será como antes. Sería como un falso encuentro, y no voy hacer nada por la fachada, porque siempre actué con verdad. Y la autenticidad es mi mayor valor, entre otros, claro.
Pero lo del grupo me mató, me partió en dos, y estoy juntando los añicos en el suelo, y ahí, mientras busco los pedazos para reconstruirme, no siento más que el polvo de esas cenizas que cubrieron mi corazón.


martes, 21 de abril de 2015

No todos vemos el mismo barco

Los puntos de vista, evidentemente, son distintos para todos. Donde para mí fue la peor reunión que experimenté, para otros fue un encuentro muy lindo. No lo sé. No entiendo. 

No tengo respuestas para eso, salvo que la realidad psíquica es diferente para todos. Y mientras a alguien le festejaban el cumpleaños, a mí me invadía la tristeza, además del ego herido que no me dejaba ver. Una porción de torta solitaria yacía en la mesa frente a mí, y ahí quedó sin probarla, ya que no podía experimentar otra cosa que un sabor amargo que me atravesó el alma. 

En esos momentos, traté de correr esa cortina que no te deja ver lo que está pasando, y ahí, además de sentirme no querida, y totalmente sola, tuve que sacar fuerzas para que no me invada esa oscuridad que se me venía encima. Y si bien lo pude ver, no podía entender tanto apasionamiento para darme con un caño.

De todo siempre trato de rescatar lo positivo, y es que crecí 100 kilómentros en un minuto, cuando pude ver el espejo. Y ahora, me doy cuenta que tengo que aprender a ser flexible. 

Flexible, todo lo contrario que aprendí en mi niñez, y así me hice. Ahora es desarmar todo para volver a reconstruirme. Y de ahí para delante, sorteando escollos, y dándome cuenta que no todo lo que reluce es oro. Las personas dulces y maravillosas, de golpe pueden mostrar su lado más feo, agresivo y caprichoso. Entonces me cuestiono, una convivencia grupal es posible? Sobre todo cuando no nos conocemos y venimos de educaciones distintas. Sé que, de todos modos, muchos sólo van a ir los fines de semana. 

A veces pienso, si seguir desde un lugar más tranqui o bajarme, pero no voy a ceder a mis convicciones, excepto que me de cuenta que es estructura vacía o cáscara. 

Por eso, una parte de mí se pregunta, si lo más sensato es abrirme, o embarcarme en una locura que ya muestra la hilacha, antes de subirme al barco.

Intentaré continuar, en la medida que pueda, con mis defectos y cualidades, con mis ganas de evolucionar espiritualmente, pero, por favor, ya no soportaré más agresiones. Más dolor gratuito, no es lo que la Madre quiere. No es la función de esta Meditación, por cierto.

Ojalá lo entiendan.


jueves, 16 de abril de 2015

Vamos a tomar un café, y después vemos

Vi a Mark, pasó por mi casa. Lo derivé al café, ya estoy prevenida con todos aquellos que ingresan directamente al telo. Así que me aseguré de ir adónde yo quería, después vería qué hacer más tarde. En esto me entrenó Clari, un ratito antes que viniera a buscarme, dialogamos sobre eso. 

-Vos decile "Vamos a tomar un café, por favor, después vemos"
-Lo digo así bien turra y asquerosa
-Sí, sí, para que le quede claro

Y bueno, no me quedó otra que practicar la lección al pie de la letra. 

En la charla me dijo que estaba muy pensativa. Y sí, seguro que no era la misma que cuando salgo a la noche, y la disco me potencia. Acá estaba más mental, tratando de conocer a quién tenía enfrente y qué quiere. Por momentos, su mirada me hacía acordar a Miguel, aunque él nunca me llevó a tomar un café. Será que lo recordé porque hace poco me lo crucé, cuando llevaba a Juli a la escuela.

Sil me da a entender que no puedo calcular tanto. Le explico que más que especulando, estaba tanteando el terreno. Es que nunca Mark me ha escrito por motus propio, sino que siempre ha respondido a mis mensajes. Así que, vamos viendo. 
Hacer lo que siento es mi lema, y hoy quería manejarlo así. Por lo menos, eso sentí cuando lo vi. 
En cambio, en casa, se me hacía difícil pensar cómo iba a evitar el sexo, porque realmente tenía ganas, o por lo menos, esa fue la sensación con la que me quedé cada vez que lo veo.

Pero distinto es encontrarlo en el boliche, con la música, y ese juego de seducción que se da naturalmente. Cuando te ves, así como hoy, fuera de la escena, todo es más frío, y yo soy bastante mental, por cierto.

Me es más difícil manejar las cosas cuando me caliento con unos buenos besos en el pub o en la disco, donde la música hace un eco preferencial, que me transporta a otro estado. 
Y sí, tengo que admitirlo, soy muy auditiva. Y lo que escucho me influye de gran manera, no sólo las melodías, sino lo que alguien me dice y cómo me lo dice.

Pero soy de Virgo, un signo que usa mucho la cabeza. Es que Mark me seducía bastante al principio, en cambio, hoy, lo mental fue lo que manejó mis límites. Por supuesto que lo intentó, pero fue bastante ubicado, como para entenderme.

El tiempo dirá, y ahora estoy bastante fría. Pero bien que en estos días, él fue parte de mi imaginación... cómo cambia una en cada situación. Quizá sea porque yo esté bastante a la defensiva. Pero la verdad, es que quiero ver cuánto se juega. 
No tengo ganas de acostarme por acostarme. Tengo ganas de que me pase porque lo siento. Y para que me motive, necesito que se interese un poco. 

Como hablábamos recién con Sil por teléfono, es que estamos tan descreídas, que nos parecen todos iguales. Que vienen a buscarnos, a tomar un café, para llevarnos a la cama. Y la verdad, es que espero algo bastante más que eso. No tengo ganas del juego mecánico y fácil. Necesito saber que le importo a alguien. Lindo desafío, y espero que pronto esto deje de ser una utopía. 


domingo, 5 de abril de 2015

Si no gritás haciendo el amor, por lo menos, gritás los goles

Qué liberador gritar los goles de Boca, hacía tanto que no miraba fútbol. Es que con las Pascuas, nos quedamos mirando la tele con mi sobrino de once años, ya que luego del partido de River, todos se fueron al parque y siguió el juego de los boquenses contra Huracán. Me divertí tanto, que cuando volví a casa, quedaban algunos minutos del segundo tiempo, y Meli volvió a convertir, así que me desquité gritando como hacían mis hermanos cuando éramos chicos. Qué terapéutico que resultó. Me propongo ver fútbol todos los días y gritaré los goles de  cualquier equipo del planeta, con tal de generar endorfinas. Ya me veo en la cancha tirando papelitos... bueno, no se entusiasmen.

Sé que hace mucho que no escribo, no sé qué fue pasando. Quizá las ocupaciones o las preocupaciones, me desconectaron en parte.

Este finde largo no he salido. Mi hija estaba enferma, tenía broncoespasmo, y yo con algo de catarro. Me guardé, y no lo lamenté para nada. No tenía ganas de boliche. Será porque mi alma gemela se está haciendo desear tanto... tanto que ni sé dónde está, o no la encuentro.

Pero mis amigas han salido por mí, y quieren que vuelva a las andadas. Yo tengo ganas de borrarme un tiempo, de hacer la mía, de tener algún encuentro, de no llegar tarde, de que alguien me mime de verdad. Es más, podría hacerlo si quisiera, pero no me cierra el candidato. A mayor interés, mayor histeria. O, a más vueltas o más dudas, más perdemos el tiempo. Sí, es verdad que no podemos vernos como almas, porque algo de la personalidad o el envoltorio, siempre actúa como filtro. No hay vuelta. De mi parte, el mayor filtro es el intelectual, eso es algo que tiene que cerrarme, para sentirme cómoda y mostrarme al mundo con algún fulano. Lo reconozco, es así. Uno necesita estar con alguien que le dé orgullo, no alguien con quien quisieras que no te vea nadie. Suena horrible decirlo, pero es parte de las elecciones que hacemos. 

Pero el mundo es así de loco, uno me dejó muy caliente con unos besos hace un par de semanas, y luego de varios llamados, nunca más volví a verlo. Y se vé que no era. Luego me enteré por un amigo de una amiga de un amigo que parece ser bastante cómodo o avaro. Ya estoy cuereando a mi posible peor es nada. Pero es así la vida, una de cal, una de arena, y algún día algo lindo. Algo verdadero es lo que quiero, y hasta que eso pase, seguiré intentando disfrutar cada momento. Otra no me queda.