domingo, 30 de noviembre de 2014

Tendré que volver a amar (Fito Paez)

La música te ayuda a despegar, es el gran anestésico de los dolores del alma. "Rock and Roll Revolution", tu nuevo cd, Fito, sacude mi decepción y trata de vestirla con un rebelde salto de energía, para recuperarme a través de tu primer tema (del mismo nombre que tu disco).

Es tiempo de desempolvarme, porque parezco un mueble abandonado, encerrado en una habitación desolada y oscura.
Necesito surgir nuevamente, necesito sacarte de mí.
Intento despegar, intento sentirme bien, quiero que esta sensación termine de una vez.
Cuando tu rostro se me vaya de aquí adentro, cuando despierte sin saber ya tu nombre, cuando pueda dar vuelta la página, quizá en ese tiempo habré sanado.

No puedo creer tu indiferencia, quizá eso es lo que más me duele.
Un dolor sin palabras, difícil de describir, se ahoga en llamas.
Necesito salir de esto, necesito que pase ya. 

Lo que sí me gustaría es que supieras diferenciarme de tu historia, cantando a toda voz, otro tema del mismo álbum, que parece haber sido escrito, expresamente para vos: "La canción de Sibyl Vane", donde describe el despecho por la histérica que no supo amar. 
Éste podría ser el remedio que necesitás, para darte cuenta la gran diferencia de lo que fue el pasado, y lo que tenés enfrente tuyo. 
Tal vez así comprendas, y no tenga que ser yo la que pague los platos rotos, donde comió otra tonta que no te valoró, que no supo quién eras verdaderamente.

"Tendré que volver a amar", otra canción del mismo compact se fusiona tan bien con todo esto, por eso cito aquí parte de la letra:

"No sé qué tanto miedo tenés de mí, 
yo soy mucho más normal que esos idiotas 
escondidos atrás de sus normas"

"Tendrás que aprender, 
tendrás que aprender a perder ese miedo amar, 
tendrás que volver, volver a nacer, 
tendrás que aprenderme a amar"

"Tendrás que aprender, 
tendrás que nacer, 
tendrás que volver a amar, 
tendrás que sacarte tu bello antifaz, 
tendrás que saber mirar"

"Yo sé que no soy nadie, 
no me creas tan estúpido, 
un tarado presumido que se equivoca sin parar, 
pero nunca tuve miedo a quitarme el disfraz 
porque cuando estoy desnudo también siento libertad"

"Si algo sé de mi vida 
es que nunca le solté la mano a quien amaba, 
sin embargo estoy tirado 
por haberme abierto tanto a quien confiaba"

"Tendré que aprender, tendré que aprender, 
tendré que aprender a amar, 
tendré que volver, volver a nacer, 
tendré que volver a amar, tendré que volver a amar"

"Yo sé que te perdí mi amor, 
pero aún queda algo bueno en mí, 
voy a regar ese jardín para volver a ser feliz".

"Tendré que volver, tendré que volver, 
tendré que aprender a amar, 
tendré que poder, volver a nacer, 
tendré que volver a amar, 
tendré que encender la luz otra vez, 
tendré que aprender a amar".


P.D.: Escuchalos porque la música le da mucha fuerza a estas letras.

Playa desierta

Has muerto, y contigo, 
una parte de mí también se ha ido,
como cenizas en el viento,
un atardecer de naranjas y rojos intensos
tiñe el cielo de carmín,
como la sangre que despierta mi herida,
y este pesar es tan grande
como un montón de pesados huesos,
que nadie quiere recoger,
pero que incomoda verlos.

Atrás queda tu último abrazo
ese que nos dimos
después del amor encendido,
donde no podías pensar,
sólo actuar,
y dejarte llevar 
como un tiburón a toda marcha
en el inmenso mar.

Ahora la playa está vacía,
desierta,
el viento golpea mi sentir,
y todo es más frío, 
más duro de enfrentar.
Un sonido de gaviotas me despierta
de mi hondo pesar,
allá lejos
veo el muelle,
un nuevo destino
donde empezar a caminar.

Escribo tu nombre en la arena,
esperando que las olas
lo borren suavemente,
y que similarmente
tus huellas
se borren de mí para siempre.

Me despido
con un húmedo beso,
y me transporto al más allá,
donde una vez nos conocimos,
y nos amamos en otra vida
seguramente.




Bajando la persiana

He tratado de cuantificar y analizar lo que me genera todo esto, y creo que un 30-35% es ego y un 70-65% es sentimiento. Es decir, que si veo las cosas así, es como si las ordenara en una biblioteca por secciones, entonces no puede afectarme tanto.
También me di cuenta, entrando en meditación, que yo hacía lo mismo antes, incluso lo hice hasta principio de este año, me enojaba por cualquier cosa con tal que se fueran y me dejaran en paz, no sea cosa que me enganchara y volviera a sufrir nuevamente.
Así que la misma sintomatología, me vuelve como efecto rebote, como un bumerang...


Afuera llueve, siento los sonidos a través de mi ventana, pero no veo nada, porque la persiana está baja, todo cerrado como tu corazón, y como lo he tenido yo en otro tiempo.

Qué tontos que somos los humanos, ya que aunque volvamos a barajar las cartas, pensamos que siempre tenemos al mismo contrincante adelante, y es más, que el azar nos dará las mismas cartas del pasado.
Nada tan errado... es imposible eso. Nos aferramos tanto a nuestro ego lastimado, que no queremos ver que Dios tiene planes mejores para nuestro destino, y Él te lo pone en tu camino, y vos lo esquivás, por más que te des cuenta que es algo diferente, no sea cosa que te lastimen de nuevo. ¡Qué paciencia debe tener Dios con nosotros! Dirá acá te pongo a esta personita de nuevo, okey, no te gusta, acá te pongo otra, y acá otra... y vamos desechando gente por nuestro propio miedo.

A esta altura de las circunstancias, que por suerte me deshice del miedo hace rato, tendré que tener la suficiente agudeza mental como para darme cuenta que es hora de ir a jugar a otra parte.

sábado, 29 de noviembre de 2014

Tu dolor hiere

Porqué estar con alguien que te agrede, que te ignora, que no te valora en lo más mínimo.
Que le ofrendás tu honestidad, y la rechaza.
Que cualquier palabra tuya, lo ofende.
Que tiene la capacidad de hacerte sentir tonta, por lo que has dado; tiempo, hechos, palabras.
Un ser así, no está buscando afecto, todo lo contrario. 
No se puede pasar la vida comprendiendo.

Luego de tanto silencio, tantas frases esparcidas al viento y a la nada, saqué una carta, y me asombré de la exactitud de la descripción, sólo Osho lo pudo expresar de esta manera:

"Lucha: la figura de esta carta está completamente cubierta de una armadura. Solamente son visibles su mirada airada y el blanco de sus nudillos de sus apretados puños. Si observas la armadura un poco más de cerca, puedes ver que está cubierta de botones, listos para detonar si alguien se acerca demasiado a ellos. En el fondo, en la sombra, vemos una película que pasa por la mente de este hombre: dos figuras luchando por un castillo.
Un temperamento explosivo o una furia ardiente a menudo ocultan un sentimiento profundo de dolor. Pensamos que así asustamos a la gente y la alejamos, que podemos evitar el ser heridos todavía más. En realidad sucede simplemente lo opuesto: al cubrir las heridas con una armadura estamos impidiendo que se curen. Arremeter contra otros nos impide recibir el amor y el cuidado que necesitamos. Si esta descripción parece referirse a ti, es el momento de dejar de pelear. Hay mucho amor a tu alcance: sólo tienes que dejarlo entrar. Empieza a perdonarte a ti mismo: te lo mereces" (Osho, "El juego trascendental del Zen").




viernes, 28 de noviembre de 2014

Tu primera salida (atreverse a preguntar, el miedo y la autoridad)

-Mamá, el sábado no va a venir nadie porque un grupo tiene que estudiar para rendir las materias y el otro va a bailar...

Me la dejó picando, y si bien hablamos del tema, no se atrevió a preguntarme si la dejaba ir. Y yo me enfrenté con la primera vez de algo tan concreto. Es que mi hija es tan dulce, tan diplomática (lo opuesto a mí, yo siempre estoy haciendo chistes y siendo muy directa, o muy "transparente" como vos decís).
Pero como siempre, durante la noche, con el sueño, el inconsciente se reordena, así que hoy cuando se hicieron las 9, la desperté.

-Juli son las 9
-Ya me levanto
-Bueno, tenés facturas para desayunar, y mañana si querés ir a bailar, andá

Me perdí de verle la cara de sorpresa o alegría, porque yo le hablaba desde la escalera, y ella duerme arriba, mi princesa, qué grande que está.

Luego, durante la mañana y el mediodía, vino varias veces a abrazarme, se notaba que ella sentía esa necesidad de afecto o de agradecimiento.

Mientras almorzábamos le dije:

-Juli cuando quieras hacer algo preguntame, no soy un mounstruo o una bruja, no soy Fiona

Me mira y sonríe en silencio.

-Sí, tesoro, porque lo que hagas conmigo ahora, es lo que vas a hacer con tu novio o tu marido en el futuro. No me tenés que tener miedo, si sabés que hablamos de todo.
-Bueno...
-Todo lo que vivas con tus padres, en este caso, madre, o si te cría una tía, o lo que sea, es así como te vas a comportar en el futuro con la gente. Porque los padres somos las figuras de autoridad, y si les tenés miedo, y no les podés decir las cosas que querés hacer, en el futuro vas a ser una dominada o sometida de tu marido, y no quiero que te pase eso.
-Está bien...
-Si vos sabés que yo te vivo haciendo chistes y hablamos de todo, mi amor, tenés que confiar en mí y decirme lo que querés hacer.
-Bueno...
-No quiero que te pase como a mí, que le preguntaba a tu abuela, y me decía "Preguntale a tu padre", y yo iba hasta la puerta de la pieza, donde él estaba acostado mirando la tele, y yo sufría un montón ese momento, hasta que me contestaba que sí, pero que no fuera todos los sábados, etc. Claro, porque él me tenía que llevar e ir a buscar, era el único padre que sacaba el auto para ocuparse de mí y de mis amigas. Así que Juli, todo lo que quieras decirme, me lo decís.
-Bueno
-Total vas con la protección de la Madre

Así que este sábado experimentaré por primera vez, el desafío de vivir lo que sentían  mis padres cuando yo me iba al boliche. Las vueltas de la vida.
Por suerte, hoy, y ya hace unos cuatro años, he aprendido a confiar en la protección de Dios, la Madre (es la Virgen, porque así le gusta que la llamen), el Ángel de la Guarda (que nos acompaña durante toda la vida), los cuatro Arcángeles (Gabriel, Miguel, Uriel y Rafael), y más allá de toda esta ayuda espiritual que aprendí a pedir con fé para protegerme de la oscuridad, tomaré todos los recaudos prácticos: dónde va, con quién, cómo llega, cómo vuelve, etc.
No hay diploma de madre, pero hay que traspirar la camiseta.





Ahora voy por mí

Avance: "...la energía, el poder y la fuerza. Un brillante resplandor emana del plexo solar, o centro de poder, de la figura, cuya postura es de euforia y determinación. Todos nosotros llegamos a un punto en el que sentimos: "¡Basta ya!". En esos momentos parece que tendríamos que hacer algo, cualquier cosa, incluso aunque más tarde resulte ser un error, para zafarnos de las cargas y restricciones que nos limitan; si no lo hacemos, éstas pueden llegar a asfixiarnos y a bloquear nuestra propia energía vital. Si ahora estás sintiendo este "¡Basta ya!" permítete tomar el riesgo de romper los viejos moldes y limitaciones que han estado impidiendo que fluya tu energía. Haciéndolo así, te quedarás sorprendido de la vitalidad y poder que este "paso adelante" puede traer a tu vida" (Osho, "El juego trascendental del Zen").

No sé cómo pero lo logré. Ahora viene el desquite.
El no pensar ya nada.
No especular.
No imaginar.
Basta de sueños tontos, quiero realidades.
Sacudo mi cabeza y caen todas las hojas muertas que desperdicié contigo.
Vivo para mí. Yo existo. Yo soy. 
Elijo este tiempo presente, el aquí y ahora, del que tanto hablaba el loco de Serevrinsky en sus clases. Yo siempre le preguntaba, y aprovechaba mucho su saber. Era un psicólogo distinto, desfachatado. Yo venía de hacer psicoanálisis lacaniano, y pasarme a hacer terapia con él era un gran aprendizaje. Me cambió la cabeza. Así aprendí que puedo ser con mis pacientes como soy en la vida: reflexionar pero también reír, soñar pero también vivir.

Hoy pondré en práctica todas esas tardes de sesiones con Horacio, y te diré: 

Este tiempo es mío. De nadie más

Soy la responsable de reír o llorar, de construir o de fantasear.
Basta, ya di demasiado.
Debo curarme de eso.
Tú has venido a recordármelo.


El milagro de tirar todos para el mismo lado

Hoy, mientras hacía un archivo nuevo, encontré por casualidad, esas frases que pensé que había perdido. Es que había tirado las fichas porque estaban amarillentas, de tanto esperar... a quién me recuerda eso? Así que se ve que en algún momento las tipeé y las encontré esta madrugada de casualidad, cuando no me podía dormir y a las 4 am estaba sentada con mis escritos.

La verdad es que intenté todo, pero hoy me rindo. Así que lo que viene a continuación es como un tren que perdí, como una oportunidad que se escapó, quién sabe porqué. Quizá porque haya algo mejor. No lo sé. Es como el sabor de la derrota, me hace acordar a esos partidos de básquet, cuando todo el grupo del club, padres, madres, hermanos, acompañábamos a los chicos. Ahí jugaba mi hermano mayor, y a veces, no ganaban, y nos íbamos todos medios cabizbajos pero unidos. Siempre unidos. Pero todo tiene su recompensa, porque jugaron la final en el club Independiente de Avellaneda. Fue un partido donde la emoción, los nervios, todo estaba en juego, valga la redundancia temática. Y finalmente, en el último minuto se produjo el milagro. Ibamos empatando, y nuestro equipo, el club Independiente de Merlo, hizo el último tanto, y ganamos, salimos campeones, y ahora que lo escribo se me humedecen los ojos del recuerdo, porque fue tanto tiempo juntos, un grupo humano, chicos y grandes, tirando todos para el mismo lado, que al final se nos dio.

Este no parece ser el mismo caso.
Pero la vida sigue, así que acá va el texto tan bello que quise citar el otro día, pero que garabateé una frase parecida:


"Estás inmovilizado cuando...

No puedes trabajar en un proyecto que te interesa.
No haces el amor y te gustaría hacerlo.
No sales a caminar o andar en bicicleta o tomar parte de actividades agradables por una sensación desagradable que arrastras contigo.
No te atreves a presentarte a una persona que te atrae.
Evitas hablar con alguien aunque te das cuenta de que un sencillo gesto amistoso mejoraría vuestra relación.
No puedes pensar con claridad porque estás enfadado.
Le dices algo pesado o injusto a alguien que quieres.
Te tiemblan las facciones o estás tan nervioso que no funcionas como quisieras.
Si ciertos sentimientos te conducen a ese estado de inmovilización, no vale la pena que sigas buscando más razones para deshacerte de ellos".


Gracias por haberme devuelto la inspiración y las ganas de escribir. Siempre te recordaré.

Buena vida.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Perfil bajo

-Mozo un fernet para la mesa dos

Nunca bebo, ni para olvidar. Será que así todo pesa más.
¿Qué son los recuerdos? Fotografías en nuestra mente, sensaciones en nuestro cuerpo, caricias en el alma. De todo eso, uno debe hacer un collage tan lindo, que le da permanencia, vida, de alguna manera.

Después te decís que tenés que dejarlo ir.
Escuchás a la gente, y sacás frases y conceptos de todos lados para convencerte.
  
Hoy examiné tus chakras, y me sorprendió cómo estaban el 6 y el 4. El primero tiene que ver con la mente, con todo lo que te pasa, el miedo, la depresión. Fue muy fuerte la sensación.
Y luego el 4, la angustia, el amor incondicional. El mismo que me habían detectado hacía un rato, y luego del tratamiento sentí el alivio.
Entonces tengo que comprender que no es personal, que no es conmigo, que vos no estás bien, y tengo que aceptar que así son las cosas. Y que por más que quiera ayudarte, hoy no puedo hacerlo porque así lo decides. Sólo puedo pedirle a Dios que te cuide y que te libere de todo esto tan doloroso que sentís.
Abrazo inmenso. 

El universo se ocupa de los detalles

Hace un rato recibí un regalo hermoso, no es nada material, sino espiritual, y la verdad es que no me lo esperaba. Cómo, a veces, nuestras acciones nos conducen a lugares inesperados.
Me siento tan bien.

Estos últimos tres días varios angelitos hicieron lo suyo a través de personas que llaman o tenés noticia, y también es muy gratificante. Ahí sabés que no estás solo, que siempre nos protegen.

Es sólo pedirlo, y recibís de las personas más inesperadas. De eso se trata, vos das y no sabés de qué manera vuelve, pero el amor, en todas sus manifestaciones, siempre vuelve.

Libertad no es falta de corazón

A ver si se entiende, libertad no significa libertinaje, sino no invadir, no someter, no dominar.
Libertad significa respetar los sentimientos del otro, los espacios, los tiempos, los gustos.
Implica también compartir, pero no quitar.
Sumar, pero no restar.

Y vos tenés tanto miedo, no sólo a sentir, sino a que te defrauden, que te inhibís, te reprimís.
Pero Virgo es el signo más puro del zodíaco, por eso es fiel en sus condiciones, ya no por principios sino porque sencillamente no puede ser de otra manera. 

¿Te acordás cuando me preguntaste... "no probaste nada...?". Es que no me interesa, no lo necesito. El ser humano tiene que enfrentarse a su naturaleza, y vivir todo "fresco", porque es la única manera de darse cuenta lo que le pasa, lo que quiere y lo que no. 

Nada mejor que experimentar lo que sentimos con nuestros verdaderos sentidos y  sensaciones, que son muy ricos, sin necesidad de nada extra. 

Y es porque creo en la autenticidad en todo, que aunque hable de libertad, no significa frivolidad o falta de honestidad. Cuando siento algo por una persona, me aboco a esa persona. No puedo salir y dividir mi corazón y mi cabeza en dos, y estar con otro. No me cabe. Mi psiquis no lo admite, no por reglas o mandatos, sino sencillamente porque no puede. 
O quiere a alguien, o no lo quiere. Nada a medias. Los valores, para mí, en ese sentido, son absolutos.

Por eso libertad, no significa falta de compromiso con cualquier sentimiento que experimento. Nada más alejado de mí. La libertad te da la posibilidad de saber que estás eligiendo en cada momento, sin nada que te prive de eso, y esto incluye, en tu caso, el miedo, o la coraza, como a vos te gusta decir.

Dios te dio esta posibilidad, no la desperdicies, no la rechaces, no mires para otro lado. Porque ocultar lo que nos pasa, nos hace daño. El globo revienta por algún lado.

La libertad te da la chance de estar acá o allá, de salir con tus amigos, de ir de un lado a otro, pero si tenés confianza, sabés que la otra persona te elige, y que su corazón no puede engañarse a sí mismo. Lo que siente por alguien, por más incipiente que sea, lo siente. 

Por eso te digo, que ninguna atadura. Porque el corazón no puede ser maniatado, con esa sola idea me dan ganas de salir corriendo. 

Pero sí, el corazón vive, experimenta, siente.
Y cuando vos sentís de verdad, te das cuenta que todas las rutinas, reglas, estereotipos, no sirven, no tienen sentido, es más, desgastan cualquier relación. 

Por eso, no te asustes. No te frenes. No te reprimas. Porque pienso lo mismo que vos, con una única y gran diferencia que hace rato que me deshice del miedo, gracias a las Flores de Bach, y a los conceptos que aprendí en meditación sobre las almas gemelas o las almas afines, ya que sí tenés la posibilidad de encontrarlas en tu vida, estás más vivo, más pleno, rendís mucho más espiritualmente hablando, y podés cumplir con tu misión, porque la contención que te da un ser humano que te acompañe desde su pureza, desde su esencia, es tan grande, que te agiganta en tu valor, en tu coraje, por lograr las cosas para las que fuimos enviados: hacer un mundo mejor y creer que el amor, a todo nivel, es lo único que puede salvar a la humanidad.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Te anda mal el "GPS"

Me río cuando te escondés. Ya me da risa. Lo mismo que cuando te hacías esas historias de culpa y manipulación (¿justo conmigo?) porque mezclabas todo, como una gran ensalada: pasado y presente, etc.

Me causa gracia tu actitud. ¿De qué tenés miedo? Y no te hagas el macho porque lo que te agarró el sábado fue un ataque de pánico, por más que te hayas clavado esos ansiolíticos, que no te hicieron nada. 
Porque al primer contacto, fuiste. Te agarra el "chucho"... querido, relajá, si no me pienso casar con nadie. No me interesa. 
Tampoco yo estoy preparada para una relación formal, rutina, días, etc. El tema es que vos confundís todo, yo puedo tener sentimientos, intuición, sensibilidad aguda, conexión real, percepción de lo que sentís, hasta en qué momento recibís los mensajes y lo que viene en devolución, aún sin abrirlo. Me pasó el otro día en el dentista, cuando sin leerlo, porque te imaginás que ahí tirada con la boca abierta, era imposible, igual se me llenaron los ojos de lágrimas, y al toque entró tu whasap (desafortunado, por no decir, desubidado), que vi una hora después.

Pero que sienta así, de esa manera, no implica ataduras ni compromisos, acordate que tengo la Luna en Acuario, por lo cual mi manera de amar es bastante desapegada. 

A esta altura de mi vida, no adhiero a ningún tipo de exigencia, ni caprichos, ni marcar tarjeta, tanto de mí como de la otra persona.

Lo único que vale son los sentimientos, las libertades individuales (y eso no implica dañar al otro), al contrario, ser respetuoso de las necesidades de la otra persona en cuanto a espacio y a tiempo.

Y la verdad, es que no sé si yo hago castillos en el aire, pero es que estoy tan segura de mí, que me da lo mismo tus ínfulas de independencia, porque sé que no vas a encontrar a nadie como yo, a nadie! 
Porque la conexión que tenemos es impresionante.

Así que relajá, aprovechá y tomá las flores que te salen gratis, y curate del pánico, que la vida está para vivirla, para disfrutarla, querido, así que recalculando...

Más allá de la fachada

Hace un tiempo largo, anotaba en unas fichas, frases que me gustaban y que podía usar para la radio. Era el tiempo en que hacía "La perra verde", un programa con reportajes a la gente en la calle sobre sentimientos (aunque siempre había muchos toques de humor, por supuesto). 
En esa época yo salía al mundo nuevamente, luego de terminar una larga relación de siete años, y mis preguntas tenían que ver con eso, porque trataba de entender a esa sociedad tan distinta a la que había dejado. En una de esas fichas, recuerdo que había una que decía algo así:

"Estás inmovilizado cuando...
te privas de hacer algo que quieres"

Esta noche me identifiqué mucho con eso. Quería llamarte y no me animé por miedo al rechazo. Sólo quería chequear las flores de Bach, aunque ya me había metido en meditación para comprobar cuáles eran de todas las que había pensado.

Vuelvo a pensar en la cita de Brian Weiss de hace dos días, cuando los Espíritus Maestros dicen que el miedo no nos deja hacer aquello para lo que fuimos enviados, previamente a nuestra actual encarnación en el planeta.

Y mencionaban también que los problemas sólo están en la superficie, es decir, que si atravesamos esa cáscara que tenemos (nuestra superficie de protección), llegaríamos a nuestra esencia, donde somos puro amor, pura simpleza. 

Usamos ese escudo protector, donde se van marcando nuestros posibles problemas o temores a modo de tatuaje, y queremos quedarnos en esa superficie, para que no nos hieran. Esa capa superficial es el ego. 

No permitimos que nada avance, o profundice más allá de esa inscripción de tintura emocional, para que no nos descubran, para que no lleguen a nuestra vulnerabilidad. Así es que, de alguna manera nos bloqueamos, para que no nos lastimen adentro. 

Y no nos damos cuenta, que igual nos dañamos nosotros mismos cuando nos privamos de sentir, cuando no dejamos que el otro se acerque por temor a experimentar y sufrir, cuando frenamos nuestros deseos de hacer o decirle a alguien lo que queremos. 

Estamos llenos de pequeños antifaces para no demostrar nuestros sentimientos, porque no queremos que nadie nos descubra, porque hoy sentir parece ser cursi. 

Y por este pensamiento frívolo hoy el mundo está así: la gente se habla pero no se relaciona, no se conectan verdaderamente. Se privan de un encuentro verdadero, de un café lleno de palabras y verdades, y lo ocultan tras el ruido, la música y la cama. 
Con esto no estoy diciendo que no se puede hacer el amor, claro que hay que hacerlo, pero con amor, o con la semilla inicial de esto: el afecto, la sensibilidad, el cariño, el respeto.

Y la gente se muere de ganas de que lo acaricien de verdad, de que alguien los ame, los quiera a pesar de sus defectos, les diga que los necesita, que los extraña, que no quiere dejar de verlos.

Tenemos que recuperar esa sociedad, aunque lo hagamos de uno a uno, tenemos que reencontrar nuestros valores, nuestra dignidad humana, donde el valor primordial es el amor por el ser humano
(como así también por los animales y la naturaleza). 
Nos debemos esa asignatura, el amor como valor de la humanidad, es nuestra esencia. 

martes, 25 de noviembre de 2014

Instintos y afectos

Hoy disfruto de lo vivido.
Estoy tranquila.
Me siento bien.
Momento a momento, como esa carta de Osho.

Disfruto cuando vienen
a mi mente
todas esas sensaciones
al tenerte tan cerca,
y como si arrojara una piedra en el agua,
veo como los anillos o estelas producidos
por el efecto de la caída,
son suaves y armónicos,
algunos más grandes,
otros más pequeños,
unos más notorios,
otros desapareciendo.

Tal cual ese dibujo en la superficie acuática
es como estoy sintiendo.
Un montón de percepciones
táctiles y auditivas,
imágenes, pensamientos, 
flashes, sonidos, palabras,
de ese momento, 
donde éramos vos y yo,
y nadie más,
sin pasado,
sin estar pendiente,
sin esconderte,
sin juzgar,
sólo abiertos a sentir
como dos seres
descubriéndose, 
simplemente.

sábado, 22 de noviembre de 2014

Cuando brilla la luna



Uno de los lugares más cálidos de la noche de Buenos Aires, San Telmo, junto a Sil, y los personajes más bellos, por todos los valores que transmiten a través de la historieta de Quino: Mafalda, Manolito y Susanita. 

Operación rescate

En la meditación me cayeron algunas fichas. Si me quedo así tirada, me ganará la oscuridad, y la verdad es que vine para otra cosa al planeta.
El amor es otra cosa, no consiste en esforzarse, ni en hacer siempre cosas por el otro, en el sentido de salvarlo. El amor es relajarse y llega a tu playa sin que lo llames. Te moja los pies, te suaviza con su espuma, y las olas no te golpean, sólo juegan en tu cuerpo y son refrescantes.
Sé que ahora estoy en un momento de introspección, he podido refugiarme en mis libros, y hasta saqué ese ejemplar que tenía hace casi un año adquirido, sin tocarlo. Anoche encontré unos párrafos valiosísimos. Venimos a este mundo a aprender y sólo podemos hacerlo a través de las relaciones, por eso a veces son dolorosas, porque es la única manera de experimentar y evolucionar en el sentido espiritual.
El dolor forma parte de la experiencia, la cosa es no anclarse en el dolor, sino entender que debemos soltar a las personas y a los sentimientos que nos generaron, y apreciar el momento que ese vínculo duró. No todos encajan en nuestro rompecabezas, habrá que seguir buscando las piezas. 
Hoy puedo elegir quedarme acá, penando en silencio, recostada, inerte, absorta en mis lesiones emocionales, o levantarme, ir hasta la "guardia" y empezar a sanarme el espíritu, la mente, el alma, pero porque quiero hacerlo. Entonces podré salir sin añoranzas, con el sólo propósito de divertirme brindando amor incondicional, sin esperar nada a cambio, sin esconderme en el dolor, sin protegerme en mi imagen desfachatada, sin temer pensando que van a lastimarme de nuevo. Porque en realidad, nadie lo hace adrede, somos nosotros los que decidimos quedarnos donde nos hacen daño, donde resultamos indiferentes, donde no hay una cuota de virtuosidad.
Afuera brilla el sol, abandona esa habitación vacía de tu interior, donde no ha quedado nadie. Sálvate, porque sólo tú puedes salvarte.

viernes, 21 de noviembre de 2014

Salvataje inesperado

Un inmenso desierto de arena, el cielo, el sol que quema. 
El vacío, la nada, el silencio.
No hay nadie, ni un alma.
Los pasos, las huellas.
Y ahí me acuerdo de ese relato, donde alguien se pregunta porqué había pisadas de una sola persona, y era porque Cristo lo llevaba en andas.
Así debe ser en este momento.
No sé si para vos, o para mí.
Quizá para los dos, cada uno por su lado.
Jesús nos lleva en andas, hasta que nos repongamos, y podamos caminar con nuestras propias piernas.
Sin perdernos, sin angustiarnos.
Olvidar, forma parte del crecimiento.
Perdonar, es la esencia del amor universal.
Reconstruirnos es parte del aprendizaje.
Levantarnos para seguir el camino, para atravesar lo que hemos decidido hacer antes de ingresar a este cuerpo.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Cómo no engancharte en los mambos del otro

Cuando estás sereno, sabés que actuaste bien, porque tomás mejores decisiones.
Entonces te das cuenta cuando el otro está alterado, y no te enganchás. Eso sí, ponés límite, y te apartás si es necesario. Pero nada de eso negativo entra en tu campo energético, 
porque ya sabés que estar en tu eje implica darte cuenta que lo que le pasa al otro, es cuestión del otro, de sus cosas no resueltas, de sus mambos personales.

Mantener el equilibrio es muy importante, la meditación te ayuda mucho a lograr esto con el tiempo. También saber que la oscuridad tiende sus trampas a través de modos y conductas para que vos te enganches y te enojes, o te afecte de alguna manera tocando tu punto débil.
Fortalecerse en esos aspectos es un aprendizaje constante. Lo principal es que cuando algo nos duele, nos debemos preguntar cuánto del ego ha sido tocado de algún modo.

El ego es nuestro orgullo, nuestra cáscara, nuestra imagen, nuestras peores miserias, todo lo más alejado de nuestro espíritu, de nuestra esencia.
Cuando alguien dice o hace algo que nos afecta, saber que han herido nuestro ego es importante para posicionarte de otra manera. Ya que el ego siempre implica una necesidad de tener razón. Y no tenemos siempre la razón o la verdad absoluta, hay mil aspectos de una realidad, y cada uno la vive a través de cómo ha sido educado de niño, de sus creencias. Por eso, a veces las expectativas que ponemos frente a cómo debería reaccionar o actuar una persona, no sirve, ya que cada uno responde a través de sus valores y prioridades que no siempre tienen que coincidir con los propios.

No es fácil estar siempre tranquilo y en equilibrio, pero en la medida que aprendes a hacerlo, te das cuenta todo lo que ganás en salud psíquica y mental, y que lo único verdaderamente importante es actuar desde el amor, la paz y el sentido del servicio, de hacer el bien. 

El que se quema con leche... ve una diosa y llora

Hice una broma y te volviste a confundir... ¿tanto te han maltratado?
Cualquiera que me conoce sabe mi sentido del humor, lo padece mi hija todos los días, por suerte.
Reaccionaste como si tuvieras un petardo, guauuuu, no puedo creerlo.
Sabés lo que significa haberte extrañado mucho, y ahora no tanto?. Justamente eso, que al habernos comunicado, ya no te añoro tanto, porque de alguna manera te tenía cerca. Eso era, así de fácil.

Esto pasa cuando la gente no se conoce. Ve en vos quien no sos. Honeysuckle es una flor para cortar con el pasado.
¿Y el enojo, era conmigo? O seguís enojado con la persona que te lastimó tanto. Holly es una flor para el enojo.
Esos arranques incontrolables, requieren Cherry Plum, para que no explotes como un loco.
Qué paciencia tengo, eh... me van a dar el premio a la bolu...

Seguimos con la receta, Star of Bethlehem (que por algo significa Estrella de Belén) es una flor que cura todas las heridas, las del alma, los duelos, las separaciones, los traumas. Y vos sí que estás herido.
Y siempre que sufriste mucho, sobreviene el miedo, como anexo, aunque uno no quiera reconocerlo, lo digo por experiencia. Una flor para el miedo es Mimulus, pero si el miedo es terror y te paraliza, hay que usar Rock Rose.
Cuando te han herido mucho, siempre queda rencor, cosas que no has perdonado, además todo te cae mal, hasta una broma como la mía... Ahí, va Willow.

Por suerte no me enganché, y fue como la otra vez. Ya, a lo último me daba risa, la forma en que te habías subido a la moto... No es para tanto...

Meditación... o andar con el celular descargado

Cuando querés desconectar, no hay nada mejor que meditar. Es como tener sed, y tomar agua. El mejor alivio para descansar la mente. A veces, las circunstancias de estrés o ansiedad, sean propias o ajenas, me lo piden. Y en ese momento siento que tengo que hacerlo, que esperar sería seguir con la energía contaminada.

Lo cierto es que en este momento de mi vida estoy haciendo todas las cosas que antes pensé que nunca haría, en muchos aspectos.
Meditar, la huerta, las plantas, pedirle a la Madre su ayuda, creer y tener fé, y recibir tantas pruebas en este sentido.

Pero meditar es algo que vino sin querer, y cuánto lo agradezco.
Es muy fácil hacerlo, sólo es preciso buscar un lugar tranquilo, lo podés hacer sentado o acostado. Comenzás con tres respiraciones profundas para abrir el canal de energía, y al comenzar la meditación le pedís protección a Dios o a la Madre (la Virgen María, que así le gusta que la llamen, acordate en ese rezo que dice Madre de Dios). 
La protección se pide para que no entre a tu mente nada de la oscuridad. Luego te quedas con los ojos cerrados en silencio. La idea es tratar de no pensar en nada en especial, pero de hecho la mente no se queda quieta y te van a pasar mil cosas por la cabeza. Cuando lo hacés, sin querer, vas a repasar cosas del día, y hasta te vas a dar cuenta de aspectos que antes no habías tenido en cuenta.

Meditar resulta tan vital como respirar, es la alimentación espiritual. Te sirve tanto para la salud física como psíquica. 
Cuando no meditás, es como si anduvieras con el celular descargado, y encima te quejes de que no te podés comunicar.

Un estudio realizado con monjes del Tibet medía el estado de felicidad, que para una persona común era de un puntaje de 7, en cambio para estos religiosos que pasaban mucho tiempo meditando, su puntaje era de 45. Se entiende bien la diferencia.

Para saber el tiempo adecuado de meditación, debes respetar al principio, el momento en que quieres abrir los ojos, ahí debes finalizar. Y cerrarás la meditación con tres respiraciones profundas para almacenar la energía. 
Para meditar debes hacerlo en silencio, ninguna música de fondo, si no, eso no es meditación.

El estado de meditación profunda se alcanza sólo durante unos segundos, en que la mente se aquieta y no piensas en nada.

Gradualmente irás aumentando el tiempo de meditación de a dos o tres minutos más, hasta llegar a la media hora diaria.
Una vez que hayas llegado a ese tiempo de duración, puedes poner la alarma de celular para meditar media hora diaria.
Recuerda que por más que suene el teléfono, el celular o el timbre, no debes preocuparte, deja que suena, al principio te molestarán bastante con esto, porque personas que meditan siempre funcionan mejor, en todo aspecto, sobre todo el espiritual.

Salí del freezer (anestesia emocional, temor a sentir)

Hoy tenemos la posibilidad de crear un nuevo día. Barrer con todo lo que no sirve. Quitar la basura y arrojarla en el cesto, en el basurero universal.
Al fin de cuentas no podés esperar que las peras salgan del olmo. Ni que el miedoso deje de esconderse. Ni que el indiferente se le mueva algún pelo. Todo cae por su propio peso, entonces, dejalo caer, no lo sostengas. Estás haciendo demasiada fuerza, mientras el otro descansa. Te ignora de alguna manera. 
La vida está hecha para otra cosa. Cuántas cosas valiosas tenés y todavía no te has dado cuenta.  
El que llora por el pasado, vive en el ayer. Y mientras tanto desperdicia el hoy, va desechando sentimientos, los corre a un costado, los oculta en todos sus bolsillos internos, porque prefiere seguir abriendo esa libretita imaginaria con todos esos recuerdos dolorosos que lo transportan a su misma lástima (todo lo que dio, y cómo fue engañado). Lo que no sabe es que aún hoy se está engañando, cuando no se permite sentir, cuando desconfía del amor que pueden darle, cuando descree de las personas sinceras actuales.
Va despacio como un caracol, pero cuando alguien se cruza en su trayecto, se mete en su caparazón, así cree que nadie lo ve, que nadie puede hacerle daño. Pero se lo hace él mismo, cuando se impide vivir. Porque la vida no es sólo trabajo, deportes, amistades, y viejas añoranzas. Vivir implica sentir, querer, apasionarse, y no tener miedo a ser sensible, porque eso es lo único que diferencia a un hombre de una piedra.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Celos, indiferencia y otras yerbas

Ya está, ya entiendo. Cobardes son los que callan en silencio. Fer dice Después de esto, a salir de caravana, no me enganchan más.
Tal vez vos tenés el mismo pensamiento, y esto fue otra parada en tu aventura. No importa, ya da lo mismo. No se puede pedir lo que no quieren darte, ni añorar lo que parece no tener posibilidad de reiterarse.
Cómo es el ser humano, mide todo con la misma vara. Hoy escuchaba a alguien tan celosa, que no podía apreciar que tenía a su novio con ella todos los fines de semana. Sólo se concentraba en las otras mujeres que lo miraban. El amor aprendido en la infancia, era la respuesta a ese comportamiento enfermizo. Su madre siempre prefería a su hermana, no había ojos para ella. Y así creció, y así aprendió a sentir lo que para ella es que la amen: preferir a otra, y no a ella, y a partir de ahí arrancan sus celos inexplicables.
Es que nos miramos en el espejo de nuestros padres. Si nos prestaron atención, nos miraron con amor, así nos sentiremos confiados, y buscaremos un amor muy similar a eso. En cambio, si esa mirada faltó, nos ignoraron de algún modo, nos fijaremos en amores que nos devuelvan la misma indiferencia, la misma ausencia, es decir, la falta.
Y en ese parámetro encajás vos, cuando tus padres trabajaban y te la pasabas solo cuidando a tu hermano, no sabías qué hora era, sólo si era de día o de noche, pero sin noción del tiempo. Y en ese vacío creciste, y así fue el amor que viviste. Por eso, no hay lugar para un amor donde te presten atención, porque no representa tu química. Así que lo tengo más que claro porque te escondés.
Sin embargo, en algo me reflejo, de porqué te busco. Quizás representás esa indiferencia que también viví de mi padre.

Hay un tiempo para todo, y aprender a quererse significa también renunciar a los que nos hace daño. Y también se hiere con el silencio, con la falta de respuesta. Es probable que deba soltarte. 

Cocinando sentimientos (+ torta integral)

Corto en pedacitos más pequeños el ananá, Juli no lo quiere comer, dice que está amargo...
Suena el celular, y como siempre me relajo para verlo. Me tomo mi tiempo, y unos minutos después lo abro. No puedo creer que es tu número, lo reconozco, a pesar de que no estás agendado.
Mientras escribo, 80 mil cosas pasan por mi cabeza, y como la gata flora, no sé, no entiendo...
Mis latidos se aceleran, y en un momento comienza a funcionar a todo galope el motor interno, ya no hay tiempo, el dique se ha abierto, mis lágrimas lo han inundado todo. El lento de INXS flota ahora que escribo en mis oídos... "Nunca nos separen".

¿Serán los lazos dolorosos que activaron este desenlace? ¿Cuántas cosas no nos habíamos perdonado en otras vidas? ¿Cuentas pendientes de otras existencias nos separaban en ésta?
Esa necesidad de que no te vayas nunca, no podía expresarse en palabras. Todo me ha tomado por sorpresa, y la desazón me pone a prueba.

Fui hasta la cocina, tomé el ananá y lo fileteé bien finito. Mezclé las harinas (leudante, integral y otra que ya no sabía cuál era pero que yacía en una bolsita).
Otro sonido, y dejo la cuchara, no eras vos, sino el whasap. Agarro un huevo y lo rompo (no el tuyo, aunque no me eximo de haberlo hecho en otro momento). Aceite de girasol, pasas de uvas, un poco de azúcar y tres bananas. Más el ananá hecho añicos, por supuesto. Otro ting del celular y tu pregunta porqué decís que bien por decir bien.
Mi corazón late a mil por hora, no te voy a confesar que es porque te extraño ya que vas a salir corriendo. Ni menos que tengo ganas de verte, y de charlar, que tengo una necesidad genuina de hacerlo. Al fin, contesto algo ambiguo para salir del paso.

Sigo con la mezcla, me he pasado con el agua del ananá, busco más cereales para reducir la humedad. Me acuerdo del cacao amargo, y una parte la hago marmolada.
Y ahí me quedo como en suspenso, entre el reportaje de la radio como fondo, y la lluvia que ya se ha disipado. Con toda la fragilidad expuesta en carne viva, y con un deseo enorme de tu abrazo. 
Quedarme allí, abrazada, eternamente, como un refugio que nunca vaya a faltarme.

La lluvia purifica (o enfrentar la ausencia)

Enfrentarse con la verdad, es el primer paso. 
Afuera llueve, por suerte mi corazón está libre de eso. Será tu no respuesta, una forma de aterrizar bastante clara. Mientras tanto ayer me tuve que bancar una devolución de la oscuridad, porque así debo tomarlo: "Te falta alegría...". Sí, claro, ¿qué no te diste cuenta que estaba hecha m...?". 
A la noche, alguien que se percató, me mandó un mensaje. Lo más lindo es que apenas me conocía, pero entendió claramente mi estado de estropajo interno. Se ofreció a llamarme, a tomar un café, pero qué podía decirle? Si para estados así, no hay palabras.
Ayer cuando escribí "Cómo estás" fue como un remedio, como un bálsamo... la angustia se me fue del pecho. Sentí la vibración de cuando lo recibiste, y la ausencia de vos fue más que clara, si era ése el mensaje que querías darme. A veces no sé si es egoísmo o si es coraza.
Afuera sigue lloviendo, y mientras el agua lava el cielo, los árboles, las flores, las veredas, yo también voy lavando de mi cuerpo tus marcas, tus rastros, tus palabras.

martes, 18 de noviembre de 2014

Levántate y anda

La revancha, una forma de ponerte de pie, en el silencio de tu ser, sin más testigo que vos mismo.
No es revancha en sentido de venganza, nada más alejado de eso, sino en el sentido de oportunidad, de otorgártela.
Como somos manifestaciones del amor podemos recomenzar y amar muchas veces. Nada está perdido, nada es el final, sino etapas quemadas, capítulos que corren como páginas que escribes en un libro. En tu propio texto.
Darse una generosa chance de creer que te puedes volver a enamorar. Porque la vida se trata de eso, de sentir tus sueños realidad porque es el modo para que se plasmen. No pedirás nada a cambio, sólo habrá genuina entrega. Pisarás con cuidado, para no caerte, pero continuarás el sendero con todas las posibilidades.

99% invicto

La iglesia estaba llena, hoy jugábamos de locales, Catedral de Morón, un ambiente totalmente distendido.
Yo me colé en el asiento de los confirmados, siempre hay lugar para uno más. Al rato cayó en mis manos el cancionero, hacía tanto que no cantaba en misa, o hacía rato que no iba a una misa.

Finalmente llegó la canción, pero esta vez no me afectaba en nada. Tenía todo superado. En la ducha, me había dado el gusto de gritar a toda voz "Soy libreeeeeeeeeee", creo que como unas cinco veces, mientras sonaba el cd de Enrique Iglesias, y mi hija se maquillaba para la Confirmación.

Ese dictamen de libertad significaba que por fin lo había sacado de mi cabeza. Etapa superada. Vida nueva. Finde próximo sin ver su rostro flotando en el medio de los otros.

La guitarreada era larga, avanzaba estrofa por estrofa, airosa, incluso en los párrafos que me habían hecho llorar hace ocho días. Se ve que no era para tanto. Puro sentimentalismo.

Hasta que un verso tocó mi punto débil:


"Si tú no vienes
(...) tendremos miedo si no nos cambias

La palabra miedo me hizo trastabillar, de alguna forma, y ahí mi fortaleza se disolvió en lágrimas. ¿Miedo a qué? ¿A no tenerte? Si ya no estabas. 
La canción continuaba:

Pero si vienes y en el silencio
 del alma escribes renglones nuevos
entre nosotros se irá tejiendo 
la historia (...)" 

La sensibilidad no avisa cuando aborda. Te sorprende, te aniquila, te juega una mala pasada, y derriba hasta un gigante. Logra todo lo que yo no pude causarte.

lunes, 17 de noviembre de 2014

No perdamos el tiempo

-Mamá tomemos éste
-Nos deja en la plaza, después tenemos que caminar
-No importa, pero no quiero estar esperando acá media hora

Y nos subimos al colectivo. Ella fue práctica, tomar lo que viene. No estar esperando puntillosamente al que nos deja en la esquina.
Así como esta metáfora del bus, así habría que tomar la vida.

Después, aprovechando que no nos dejaba en casa, fuimos a comer pizza. Mientras charlábamos, le dije en broma, que todas las madres veníamos con un accesorio "rompebola", que venía siempre incluido. Sin ese "aparatito", no seríamos madres. 

Siempre busco hacerla reír, pasar un buen momento es la consigna. Sobre todo porque ella es muy correcta, y le tiene miedo al ridículo. Muy propio de su edad, la de los complejos. Por todo eso, me eligió de madre para esta vida, porque conmigo no hay nada que hacer, a mí no me importa nada, si quiero sacarle una sonrisa.

Porque las mamás estamos para cuidar, por lo tanto, si no le dijera nada, como por ejemplo, "Pedí la protección a la Madre" al salir, no estaría actuando como mamá. 
Una persona que no te dice nada, no te cuida. 
Entonces, entendió, y yo de paso me justiqué. Pero ella sabe, porque se lo digo de tanto en tanto: "Cuando me sobrepaso, decime".

Esta noche es la Confirmación, y me preguntaba qué significa esa palabra. Confirmo un sentimiento. Confirmo un dar. Y también es como si estuviera rubricando "con firma" un compromiso. Ponerle sello a algo, dejar asentado que es así, porque estoy segura de ese sentimiento.
Todo este razonamiento me trae muchas asociaciones... esa bendita canción del otro día en el campamento, no creo que zafe hoy:


Si tu no vienes
nuestra mirada será ciega ante tus rastros,
la poca fé dominará lo cotidiano
(...)
Pero si vienes y en el silencio
del alma escribes renglones nuevos...

Todo está por hacerse, cada minuto le damos dirección a nuestra vida... para eso están los renglones nuevos.

Lo que estás buscando

Cuando piensas mucho en alguien, entras en el campo magnético de esa persona, así que ¡ojo!, pues eso trae aparejado muchas cosas que pueden no convenirte, o contaminarte de alguna manera.
Cuando no puedes dejar de hacerlo, entrégaselo a Dios, o a la Madre, que se ocupe de todo esto, y vos haz tu vida, como lo venías haciendo, si no, no vas a fluir.
Tenemos la obligación y el derecho de vivir nuestra vida, nadie va a hacerlo por nosotros. Entonces, dejá de pensar en quien no te quiere, en quien no te da bola, en quien no es para vos. Porque de alguna manera, no te merece. Y vos te merecés algo mejor.
Todos tenemos destinados nuestra alma gemela, y si no está en este plano, tenemos un alma afín, esa es la única respuesta, así que si no va, no va. Fuera! No mendigues el amor, porque si alguien lo siente por vos, debe brotar como un manantial. Y es ahí donde puedes refrescarte. No donde hay una canilla que no sale agua. Es así de claro, así de instantáneo. O sale agua, o no sale. No te pongas a patalear al lado del grifo, porque por más que putees, no saldrá ni una gota.
No te estanques en lo que pudo ser. Vive este tiempo presente, ya que es lo único que importa. Ponte en marcha, porque antes de ingresar a este cuerpo que hoy tienes, sabías que venías para una misión. Entonces, no te distraigas. No te hagas la víctima. No te hagas el cómodo. Ponte a trabajar para que te sientas contento con la vida, y ten fé, ya que ese ser que tanto deseas y necesitas aparecerá de la manera más impensada, y amarás como nunca sentiste.

domingo, 16 de noviembre de 2014

Ser fiel a ti mismo

Transigir: convenir o ajustarse mediante concesiones recíprocas.

Transigencia: "Las dos figuras de esta carta nos recuerdan las situaciones turbias y de conspiración en las que podemos vernos involucrados cuando comprometemos nuestra propia verdad. Una cosa es tolerar a otro, comprender un punto de vista diferente del nuestro propio y esforzarse por encontrar una armonía entre las fuerzas opuestas. Otra cosa muy diferente es ceder y traicionar nuestra propia verdad. Si observamos esto con atención, encontramos por lo general que estamos tratando de ganar algo, ya sea poder o la aprobación de los demás. Si te sientes tentado, ten cuidado. La recompensa a este tipo de concesión siempre deja un sabor amargo en la boca".
"No seas astuto, de otra forma continuarás siendo el mismo, no cambiarás. Las técnicas a medias en el camino del amor y en el de la meditación crearán en ti mucha confusión: no van a ayudar..."
"Tarde o temprano serás capaz de comprender que el transigir no va ayudar, y que por ello puede ser una forma de no ir en ninguna dirección, o simplemente una represión de tu confusión. Y hará valer sus propios derechos. Nunca reprimas nada: sé claro respecto a tu situación. Y si estás confundido, recuerda que lo estás. Ésta será la primera cosa clara con respecto a ti: que estás confundido. Has iniciado el camino" (Osho, "El juego trascendental del zen").

Ser claro significa que el otro conozca mis sentimientos y mis opiniones. Sabe lo que quiero, y si no puede dármelo, me muestra lo que es capaz de ofrecerme. O lo tomo, o lo dejo. O él puede retirarse.
En cambio, si trato de adaptarme todo el tiempo a la necesidad del otro, dejo de ser yo, pierdo mi lugar, pero no en el sentido egoísta, sino en el sentido de pertenencia existencial. Ya que no soy una figurita que se da vuelta, que se intercambia, sino que son mis propios valores los que me constituyen como persona, con un corazón adentro. Donde el sentir es mi llama, es la que ilumina mi camino, es la que me orienta.
Si me pierdo, en cambio, en comprender, me confundo, y ya no sigo la luz de mi llama interna, me salgo del camino porque voy por lo oscuro, y ahí nadie puede ayudarme, ni siquiera yo misma.


sábado, 15 de noviembre de 2014

Confiar

Recostada, cerré los ojos, y sentí como si me apoyara en la almohada de tu alma. Era tan tierno... 
Esa sensación de que estoy a salvo, y que por un instante nuestros sentires se fusionaban para hacerse eternos.

Mi tristeza drenaba por el canal de tus sueños, de tu comprensión.
Tus miedos se alojaban en el hueco de mis manos, para soltarlos al viento y desperdigarlos hasta deshacerse en el cielo.

Tu boca sólo tenía espacio para mis besos, y así callar mi angustia por no haberte tenido en tanto tiempo.
Tus brazos estaban para contenerme y no dejarme escapar, ya nunca más.

Juntos, sin más fusión que el amor... simplemente eso. 



Soltarte es liberarme

Si el teléfono hubiera sonado hace un rato, te hubiera dicho que estaba cortando cebolla, por lo menos, 800 kilos de cebolla.

-Y qué tal la noche?
-Tranqui, en realidad vine para olvidar
-Estuviste saliendo un tiempo?
-No...

Como explicarle que te conozco desde hace tantas otras vidas. No lo comprendería. Hasta yo me sorprendo.
Lo que sí sé, que esta vez, el dolor no tuvo que ver ni con mis ex, ni con el pasado de esta existencia. Exclusivamente se remontaba a vos, y a esa certeza de que nos pertenecemos más allá de estas horas más recientes.

Dice una canción de Virus, "Todo el tiempo quiero estar enamorado, y sin embargo, no sé dónde estas", la escuchaba ayer en la radio, cuando salí a caminar.

Estoy mejor, los rescatistas aparecen al teléfono, justo a tiempo. Sil, por supuesto. De todos modos, le entregué todo el dolor a la Madre, y se lo llevó, al menos, por este instante.

Pero lo principal es que anoche entendí, hablando con alguien de Meditación, que estaba errada en mi proceder con respecto a este tema, ya que, de alguna forma, quería ejercer el control. Pretendía que sintieras como yo, y no entendía que éstos no son tus tiempos, que tu dolor es muy reciente, en cambio yo ya lo he superado. Y que eso debo respetarlo, entender que no estás apto, ni siquiera, para ir a dar la vuelta al perro.
Entonces, tengo que liberarte, y eso significa, a la vez, liberarme. Liberarme de cualquier acto de presión y control que son las formas en que el ego se manifiesta. Y que cuando doy preponderancia a cualquier  instrumento del ego, como consecuencia, me salgo del eje, afecta mi luz, y mi equilibrio.
Por lo tanto, liberarme significa dejar de controlar situaciones (o intentar hacerlo), porque esa obstinación puede costarme muy caro. Y he trabajado durante mucho tiempo para aprender a darme cuenta que las diferentes versiones del ego, llámese enojo, control, egoísmo, tristeza, orgullo, expectativas, miedo, falta de fé, indecisión, indiferencia, son las que afectan el equilibrio interno, nos desajusta, y nos tumba para transformarnos en personas carentes de luz: inútiles, caprichosas, resentidas, etc.  
Y lejos estoy de querer ser todo eso.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Las poses

"La mente que se abre a una nueva idea, jamás volverá a su tamaño original" Albert Einstein

Ser libres, implica abrirse, no sólo en mente, sino también en el alma. 

La libertad, una opción, entre tantas... ¿pensás que realmente lográs ejercerla? ¿Sos libre de decir y sentir como realmente querés? ¿O te frenás y ponés un tope a tus impulsos de comunicarte con esa persona en especial? 
Excusas? →: porque lo pensás dos veces, porque tenés miedo de meter la pata, de equivocarte, de ser rechazado, etc. 
Entonces, en ese momento, reprimís tus impulsos, y una parte de vos, la más esencial, la más pura, muere. Muere en ese "no" que te cohibió, que te reprimió. Entonces fingís una pose.
Poses, que en la actualidad, tienen más que ver con no demostrar al otro lo que te pasa, lo que te genera. Esas poses tienen además, mucho de indiferencia, de frialdad, de "a mí no me llegás en nada". 
Y con el tiempo, esas caretas, que funcionan como escudo, en realidad, te van matando el sentir, y te conviertes en roca, y sin querer, como una piedra terminas raspando o lastimando a los que se te acercan. 
Esas personas que se cruzan en tu vida no tienen malas intenciones, son bastante puras en sus reacciones, no tienen nada que ocultar, y se sorprenden que alguien tan sensible, termine siendo levemente hosco.
Entonces no queda otra que olvidar, y uno se pregunta... con quién estuve realmente?
Vivir en libertad, implica enfrentarse con el miedo, desafiar al ridículo, olvidarte de las opiniones de los otros, para luego tomar coraje y sortear los riesgos... 
Cuando te arriesgás, podés fallar, momentáneamente. Pero cuando te estancás, perdés tu libertad, de forma permanente.
Prefiero haberme arriesgado a demostrarte, que haber congelado todo, para no arriesgarme.


jueves, 13 de noviembre de 2014

Caminos cruzados

De repente una sensación de que algo bueno va a pasar, de que ya esa inseguridad por tu presencia o tu ausencia se esfuma. No sé qué pasó al salir a la calle, pasar por los negocios, las compras cotidianas, algo en el aire cambió.
Y si todo cambia, acompañaré ese ritmo.
Deseo brillar de alegría, y bendigo este sentimiento que ahora tengo.
No puedo pretender que los otros pierdan sus miedos o prejuicios, a la misma hora que yo.
Cada uno se cura a su tiempo, y a lo mejor, mi función sólo fue ayudarte, abrirte la ventana en este momento. 
Sacarte el polvo del pasado, que tapaba tu viveza, tu espontaneidad.
Y quizá nada de eso nuevo viva contigo, pero recordaré siempre lo bien que lo pasé con vos, lo mucho o lo poco que me diste, lo recibí con plenitud, con los brazos abiertos, llenos de fé.
Porque para eso estamos en el planeta, para ayudarnos unos a otros, aunque no se cumplan nuestros deseos totalmente con quien queremos. Pero somos instrumentos, para estimularnos a crecer, a evolucionar, y cumplir nuestras misiones.
Te deseo lo mejor, te quiero.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Lo pedís... lo tenés (De las heridas... no puedo curarte, si no quieres sanarte)

Hoy me rindo, suelto el equipaje, que se caigan todos los bártulos que no necesito, ya no le puedo sostener la vela a nadie.
Quiero iluminar mi camino, direccionarme, y que me siga quien quiera seguirme, sin tener que persuadirlo, curarlo del pasado, o convencerlo de que soy de buena espiga.
El Universo me ha traído mucha gente, en este tiempo, que he decidido abrirme. No puedo atar a nadie, y elegiré a quien tenga más que ver con mis principios, con las ganas de vivir que yo tengo, con el entusiasmo por las buenas cosas de la vida, principalmente, los valores auténticos.
Hoy voy por mí, y nada más que por mí.
Quien quiera seguirme, tendrá todos mis respetos,
todo mi empuje, todo mi agradecimiento.
Ojalá tu cabeza se abra y tires todo lo que no sirve,
porque yo ya estoy trotando de alegría.... ¿y vos, por dónde vas a seguir tu camino?

martes, 11 de noviembre de 2014

La ansiedad perjudica al deseo

Cuando no puedes esperar las ocho horas de recarga de tu nuevo celular, tienes problemas con tu ansiedad.
Cuando no puedes controlarla y quieres todo ya, te sales de tu eje.
Entonces, no confías.
No dejas que el Universo se encargue de los detalles.
Cuando tu ansiedad te apura y te empuja, puedes caer al vacío.
Pero si en cambio, logras amansarla, acariciarla hasta sedarla, permites dar lugar al deseo. A que el otro te añore, te extrañe.
Es decir, con el dominio de la ansiedad, dejas un hueco, un pequeño vacío para que el otro te piense, te demande.
Ahora recuerdo el programa de Moya, hace muchos años, "Demanda afectiva", domingos a la noche sumergida en mi cuarto junto a la radio, con la luz tenue del velador de volados, donde nada era más importante que esas dos horas para darme cuenta que otros también estaban necesitando ser valorados. 
Jorge siempre decía una frase de Lacan, que en ese momento yo no tenía idea de quién era, muchos años después tuve que padecerlo en la Facu. Pero él siempre recitaba lo mismo: "Con oferta, he creado demanda".
Y de algún modo, al ofrecer tu corazón, sin pedir nada a cambio, con esa oferta de pureza y esperanza, el otro comienza a registrarte, te capta, te estudia, y con el tiempo comprueba, aunque no lo pueda creer, que eres auténtico.
Y al brindarte plenamente, con el transcurso de los hechos, puedes originar esa demanda. 
Cuando el otro añora lo que alguna vez le has dado, porque le permitiste conocer una muestra de lo que eres capaz, y se muere por volver a experimentarlo.

Con el corazón en la mano

El peor error es el silencio. Porque no te deja expresar lo que sientes. Ni comunicarte con quien quieres.
El silencio es el escudo para mantener la fachada, para no comprometerte, ni quedar expuesto.
Cuando no quieres exponerte, tienes miedo.
Miedo a que se agranden, miedo a mostrar tus lados flacos, tu sensibilidad, tus carencias.
Sin embargo, cuando muestras quién eres y qué sientes, el otro también se abre, despliega sus alas para permitirte alojarte en su centro, para ofrecer su refugio como una protección para tu alma.
Y cuando esa persona da, porque le das la posibilidad de hacerlo, también se siente plena, porque sabe que el otro lo reconoce como ser humano, de carne y hueso, con sus virtudes y sus defectos, y con el corazón en la mano.

Cuando soñamos todo es posible

Cuando me caigo de la cama (que es casi siempre) suelo despertarme tan temprano que lo engancho a Beto en la radio. A veces, quiero seguir durmiendo pero mi gata me mordisquea o me toca con su manito hasta que me levante. Ahí engancho unos textos que lee una de las participantes del programa, y si me paso a la hora de FM, cuando suelo ir a caminar por la plaza, van en la voz de él. Da lo mismo quien lo relate, lo importante es que siempre hay algo que me llega de una manera particular, porque identifica mi momento.
Entre ellas, hoy escuché varias, no puedo reproducirlas con exactitud, pero sí graficar la idea.
Vive tus sueños, porque soñando tienes la libertad para creer en todo lo que quieres. Y cuando crees, también creas.
En los momentos en que soñamos, nuestro no interno se deshace, no encuentra eco, y se fulmina en el aire.
Cuando soñamos todo es posible, y allí hay espacio para el amor que tanto nos negamos.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Límites a tiempo

Ante el contraste de las distintas historias, surge la calma. 
Por ejemplo, un hombre lastimado en la espalda por el arañazo de su esposa, aunque en su confusión, piensa que eso es una demostración de amor. 
Otro caso, una madre que al no poder decirle a su hija, gradualmente, lo que le molesta, cuando explota le da un cachetazo, pero esta vez se sorprende cuando la adolescente se lo devuelve. 
En ambos casos, la falta de límites a tiempo, deja que se desborde lo peor del ser humano.
El límite forma parte de cualquier relación sana. Cuando decís lo que pensás, o lo que te molesta, el otro te entiende, te escucha, y puede aceptarlo o no, pero se entera. 
Cuando te guardás todo, o te quedás callado, el otro no registra lo que te incomoda, entonces avanza, poco a poco. Está bien que hay modos agresivos que cualquiera se da cuenta que no debe utilizar, como los dos ejemplos de violencia que cité al principio. Esos son casos extremos. 
Pero en las cosas simples, cuando ponés un límite, te estás queriendo, y también estás protegiendo cualquier relación que entables.

A limpiar los placares

Podría escuchar "Are you ready?" de ACDC tranquilamente, porque el estado lo amerita, es mi tema preferido para descargar la ira. Aunque si no lo escuché, ese sentimiento que tengo no es ira, es otra cosa, y aún no lo distingo. Igual creo que es mucho más prudente la canción metálica, que tirar contra la pared el desodorante a bolilla a modo de pelota, qué risa... Nunca había hecho algo así, arrojar algo es lo más primitivo que puede hacerse, parezco de las cavernas. 
Me he estado preguntando muchas cosas, igual dejaré que la arena decante, pero los que no besan haciendo el amor, te diré, son las chicas de la calle. Cuánto miedo que tenés. 
No sé si voy a poder con esto, o si quiero bancármelo. En este momento necesito la pelota de voley y rematar sin parar contra la pared, como hacía en el club hace muchos años. Hasta cuándo se puede seguir comprendiendo. ¿Y a mí quién me comprende? ¿Quién repara en mis sentimientos, en lo que yo necesito?
Dan vueltas las agujas del reloj, y mientras tanto aquí suena el teléfono, el whasap justo con quien no me produce nada. Mientras vos te tomás tu tiempo, otros corren con ventaja, pero yo los dejo pasar, no me interesan. Quizá esperarás ir a terapia, y acomodar tus ideas... entonces, decile que te abra todos los placares y que te tire toda la basura que tenés guardada, porque no sirve para nada.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Si tú no vienes... a otro puerto, mariposa

El discurso se hacía pesado en la iglesia. Yo había dormido poco las últimas dos noches, hacía calor, y esperábamos que el grupo de adolescentes hiciera su aparición, luego de tres días de campamento como preparación para la Confirmación.
La coordinadora nos entregaba una canción para que eligiéramos una frase y escribiéramos algo en referencia, que luego darían a cada uno de nuestros hijos, pasada la ceremonia, en un par de semanas.
De mala gana tomé el texto que así comenzaba:


SI TÚ NO VIENES

Si tú no vienes
olvidaremos la esperanza que llevamos


Inmediatamente mis ojos se llenaron de lágrimas. El texto si bien hacía una referencia religiosa, tenía en mí esa necesidad infinita de volver a verte, y toda la inseguridad que esa posibilidad conllevaba.
Yo, la fuerte, la que aparenta que no le importa nada, se quebraba en el medio de una multitud, disimulando, por supuesto, la emoción desbordada.
Anoche era una prueba más donde tus preguntas, a veces, me incomodaban. Era tan importante saber una fecha exacta? Mi miedo a perderte, te evadió con un dato, mencionando la inauguración de una revista. De todos modos, la suerte estaba echada. Lo googlearías al día siguiente, y mi imagen quedaría escrachada. No habría vuelta atrás, sabrías la verdad, pero por lo menos, no tendría que ver la expresión de tu cara. Y sí... me tocó bastante antes que vos reencarnar en el planeta, y qué querés que haga?
Dejemos ese tema de lado, si es posible, porque a mí no me conviene. Pero pregunto: ¿de qué querés escapar yéndote lejos? Por más que te mudes donde se cae el mapa, tu dolor te acompañará a todas partes si no decides soltarlo. Nadie te obliga a hablar con su madre, aunque no sé qué decirte del pequeño, pero no sos imprescindible, o por lo menos, tenés que aprender a dejar de serlo. Dejá que te olviden, si no, vos no vas a poder olvidarlos. Dejá que crezcan, ya no necesitan tu sostén, hazte a un lado. Dejá que vivan su vida, no te enroles en el papel de salvador, porque si no de tu dolor, no te salva nadie.