domingo, 18 de junio de 2023

Vuelve a escribir, y píntate el alma

 Te extraño blog, no te podía encontrar. Pero aquí te tengo en mis manos. Sorprendida de lo que he escrito, en mi presentación.

Hoy otra dimensión, otro lugar, aunque algo de lo viejo me arrastró a sensaciones que no sirven, que atascan. Una historia que parece no terminar, la herencia y los audios de mi hermano que no tengo ganas de escuchar y que postergo. Pero esto me consume energía, cierta angustia de algo que no se resuelve, esa incómoda información sensorial de que te quieren pasar por arriba, de que te quieren convencer de lealtad, cuando han robado y temen que se les corte el chorro.

No quería saber más de esto. Tengo cosas por resolver y ésta es una más en el tintero. Pero la tinta es roja, es sangre, es linaje.

Quiero cortar el apellido, no usarlo o simplemente reinventarme para no recordar todo lo que ha pasado. Mis padres en el cielo ya hace más de dos años. Sus señales, sus recuerdos, y esta vida nueva aquí en la praia.

Necesito escuchar pero es como que hay un plato servido desde hace diez horas, que lo he corrido a un costado porque no lo quiero probar.

Pero tengo que examinarlo, saber de qué se trata, aunque no lo pruebe, aunque me produzca náuseas. Y acá no venden Hepatalgina. 

Aquí sólo hay paz, un idioma nuevo que algo entiendo, un departamento de paredes débiles que se escucha que están teniendo sexo, un frío inusual donde no hay estufa, y un mar que siempre me está esperando a media cuadra.

Valor. Tendrás que escuchar el audio. No se puede tapar el sol con la mano. Ni hacer como si nada hubiera pasado. 

Todo ha sido muy duro. Pero has logrado salir del estancamiento, así que no vuelvas a estarlo.

Sana tus heridas. Enfrenta la incomodidad. Ellos están lejos. Ya nada puede hacerte daño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario