viernes, 29 de enero de 2016

Te quiere quien menos esperás

Esta noche tengo que salir. Que no me detenga ni una lluvia como el viernes pasado, ni la distancia, ni la falta de compañía. Y sí, mis amigas, o están con novio o deprimidas. He salido sola tres findes seguidos, pero el último fue de ostracismo. Y si me quedo, uno se acostumbra. Te acomodás rápido a lo que sucede.

Es lo que me toca con este ascendente capricorniano. O quizá sagitariano, según si se hayan actualizado o no las tablas de mi año.

He pensado en irme nuevamente al mar, es lo único que me calma, cuando vengo de solari. Pero también quiero ahorrar para un auto. Todo no se puede. Y los implantes dentales todavía esperan que desembolse lo mío.

Hoy me sorprendí dando un regalo a un compañero que se va a otro trabajo, porque tiene que ver con lo suyo. Una pavada le compré, que sé yo, te encariñás con la gente, a mí no me cuesta nada eso. La cuestión que me dio un abrazo, con apretada. Si quería saber si eran verdaderas no le quedó duda. Reconozco que me ruboricé un poco. 



Empecé Dieta Club porque era imposible ordenarme sola. Voy bajando, si no sigo boludeando el día de hoy. Más fácil enamorarme y adelgazar sin esfuerzo. Pero todo no se puede. De paso, acá me incentivaron a ir al médico, cosa que no hago nunca. Los análisis de sangre implicaron que tome vitamina B12 durante dos meses porque la tengo baja, y que consuma más carne roja porque la proteína también está baja. Me hice un estudio del sueño hace unas semanas (dormí toda cableada, parecía un robot). Cuestión que tengo sueño entrecortado (ya lo sabía) y microdespertares (consiste en despertarse varias veces durante la noche, y no darse uno cuenta de ello). Se me ocurrió eliminar el café, ya que consumía seis tazas diarias por lo menos, aunque siempre lo preparé ultraliviano, y noté la diferencia. La médica me explicó que el café produce sueño entrecortado. Haberlo sabido antes. Por ejemplo ahora, me preparé un té de tilo, así que ésta será mi nueva bebida para los tiempos frescos.
Y aunque mi sueño mejoró porque a lo sumo me despierto una vez por noche (de las 5 o 6 veces que me despertaba antes, y de las cuales me quedaba dos horas despierta, y luego no podía levantarme) aún me siento cansada. 
Otra medida que tomé, fue cerrar la puerta de mi pieza porque mi gata me despierta al amanecer con su manito para que le dé de comer. Un interruptor menos.

En cuanto al cansancio, esta doctorcita joven, que me explica todo, y que se toma su tiempo para atender a cada paciente (cosa rara en Argentina), mencionó que si pasé etapas de depresión (aunque no me la pasara llorando) o de ansiedad, a la larga, produce trastorno del sueño. Pues hay un desequilibrio de los neurotransmisores que medicados con un estabilizador por lo menos durante 9 meses, mejoraría. Así que veremos a mitad de febrero cuando la vea.

En cuanto a la tiroides, aunque el valor bajó, no es el normal. Para ello, tendré una interconsulta a fines de febrero con la endocrinóloga.

Para finalizar con el tema recauchutaje, me mandaron plantillas con huella caminada, que ya empecé a usar hace una semana. Lástima que el otro día, se me reventó la sandalia por usarla, y no me di cuenta hasta que llegué a casa, que había perdido una de ellas. Salí a los piques a buscarla, y a las 6 cuadras la encontré, a Dios gracias, porque son carísimas.

La novedad es que apareció Ángel hace unas semanas, y después de charlar algunos días por whatsap, desapareció de vuelta. Como ves, con él, siempre es lo mismo. Si bien me apena, ya me olvidé. O ya pasó.

Por otro lado, quiero ver en otra clínica cercana a ver si necesitan para los psicotécnicos, y que no se superponga con mis trabajos de la mañana. Veremos. Si quiero comprar el auto, tengo que generar divisas. Que Dios me acompañe.

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