sábado, 7 de abril de 2018

Receteandome

Al atardecer, luego de la lluvia, aproveché para revisar el libro que quedó olvidado el año pasado. Pude verlo más de lejos, desapegado de cosas que están en mi cabeza pero que en ese momento no pude transmitir para que el futuro lector entienda. Quizás porque conservaba ataduras de la historia que me tenían atrapada, sin poder soltarlas.
Desprenderse y no ser juez de uno mismo es tan liberador.
Todas las cosas que quiero lograr un sábado a la mañana, no puedo postergarlas más. Tengo que hacer lo importante, porque lo otro puede esperar.
Es hora de vestirme, y salir a caminar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario