miércoles, 24 de noviembre de 2021

Dame la mano

 Esperé 25 minutos el colectivo, y habiendo lugar, no  me abrió. Ahora en otra línea, llegaré con retraso. Podría haber una opción mejor? El tren, pero no quería ir como sándwich.

Volvamos a lo importante. Hice la lista, la que me sugirió la psicóloga, y sugerencia que descubrí de mi padre ya no estando en el mundo físico.

Vuelvo y me hago Scleranthus. El sábado arranca Alco Liniers, por suerte, lo estaba necesitando. Bajar de peso. Ponerme en órbita. Tomar decisiones. Arreglar los pendientes de la casa. Aprender el teclado y clases de pintura, están en ese listado.

Soñé con el 24, y las decisiones previas, estaba mamá en ese sueño. Esto me tiene intranquila y no quiero que la falta de planeamiento haga todo más lluvioso. 

Meterme dentro de mí y escucharme. Hacer que las cosas sucedan. Es parte de atravesar esto que nos pasó a todos. Podría pensar que nada ha pasado, que puedo superarlo. Que es sólo una fecha en el calendario. Qué la vida es más que eso. Qué si el jarrón se cayó, buscaré en el jardín la forma de cultivar flores de ensueño. Algo debo aprender con esto. Evolucionar como ser humano, como ser espiritual. Para eso vine, no? No para ahogarme en un vaso de agua. Tengo fuerza, siempre la tuve. He superado tantas cosas. Tengo la preparación para hacerlo. Tengo la capacidad física y mental de reconstruirme aunque sienta que en algunos momentos me estoy desmoronando.

Es por mi libertad. Es por aprender a ser feliz. Es por ellos que estarían diciéndomelo, con su verdad, con su corazón, con su alegría. Tú puedes. Just do it.



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