martes, 20 de septiembre de 2016

Chocolates congelados

Martes en Jauregui, hazte fan. Es que mañana no trabajo por el día de la sanidad, y Julieta no tiene clases por la llegada de la primavera, así que nos vinimos a remar.

Nuestro dador de remos se dio un chichón en la cabeza con una punta de acero en la guardería de botes. Estaba con un hielo para atenuar el dolor y dos días de reposo y una inyección.

Remamos en el chinchorro, bote ancho en el que me siento segura, a pesar de que no hay lanchas, hoy una pasó a cierta velocidad. Ahí rezas para que no se te de vuelta. Siempre hay algún desubicado.

El río es lo que me ayuda a olvidar... es que post Bariloche ya no me tiene en cuenta. Primero congelé yo, y luego él.

Aunque tendré que verlo en la fiesta en diez días. Espero que sea un trámite rápido como para no sentir nada. Chapear como que no existe y que reviente. Total lo que me pase por dentro, ni cuenta va a darse. Es mi especialidad disimular. Pero me pregunto, toda la vida será así...
Uno desea y no es precisamente el que te busca.
Amor, deseo, ilusión....dame un poco de alegría, y que no me duela verte. Ojalá ya no.

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