Hace frío, ya en la cama metida, lo mejor de esta época.
El martes fui al club, acondicionamiento físico. Una especie de personal trainer porque nos daba gimnasia a dos. Cuando mi compañera se fue, porque no se quedaba a jugar al básquet, el profe no tuvo mejor idea que preguntarme "la estupidez", como dice Sil. Que cuántos años tengo. Lo miré y le dije la posta, porque ya lo iba a ver en el carnet. Cuando le dije, se quedó helado, puso una cara fea...qué tonto y retonto. Pero más allá de este detalle, dio una muy buena clase. Y como hoy faltó, nos fuimos con Vale al gimnasio anexo al club. Terminamos, ella en la cinta, y yo en la bici, luego en el elíptico, que me encanta porque es como flotar en la luna. Después abdominales, y a estirar los músculos. Por lo menos algo es algo. Quiero hacer una actividad que me divierta y de paso ponerme en forma, que me hace falta.
Sólo falta un amor. Alguien que me cuide un poco, que me divierta y que me contenga. No es pedir tanto.
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