domingo, 1 de mayo de 2016

Laboratorio organizador

A veces la ayuda viene de quien menos lo piensas.

Estoy aplicando los consejos de un libro que hace 7 años tenía, y en su momento lo empecé a leer, pero lo dejé a mitad de camino.

Hace unas semanas empredí la marcha, poniéndolo en práctica. También se lo sugiero a los pacientes. Va dando resultado.

Por empezar, hice una lista de todas las cosas que me molestan, desde las cosas que hay que reparar en la casa, o el orden, más otras personales, y de lugares donde trabajo, o gente con la que me relaciono.

Parece que el efecto de escribirlas tiene su resultado. Es que uno se decide a modificar todo lo que esté a tu alcance, y otras suceden por obra del Universo.

Un tema importante, el pedir y el recibir. ¡Cómo me cuesta a mí pedir! Un favor, lo que sea. La cuestión que también escribí esto: "Me molesta tener que pedirle a fulana que haga esto para mí, que lo necesito y es crucial". Y realmente lo era, creo que varios días me afectó esto, porque el juicio es un malestar injusto que me atraviesa de distintas formas: dolor de estómago, tensión en la cervical, problemas para dormir. Después de unos días, decidí incluirlo en la lista, porque era como un alivio, una forma de catársis, y ponerlo dentro de un "laboratorio organizador". Y así fue, ayer le pregunté a Euge y me dijo: "¡Cómo no me lo pediste antes?".

Gracias a Dios, la vida es bella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario