viernes, 7 de agosto de 2015

Viernes de invierno, abrazo de fuego

Hoy nos desquitamos. "Nene malo" suena a full en mi notebook conectada a los parlantes. El color se está haciendo en mi pelo. Quiero bailar y escribir al mismo tiempo, todo no se puede, nena!

Esta música me inspira, me hace acordar a San Telmo, aunque ya no se puede ir de tanta gente. Esta noche nos vamos a Martínez, hace mil que no voy allá.

Volvemos temprano porque mañana tengo cita con la odontóloga. Pero hoy quiero divertirme. Con la mente limpia, sin rastros de nadie en mi corazón. Sin chispas, sin nostalgias de caricias. 
Aunque cómo te besaría si te tuviera cerca. 

No siempre nos podemos dar todos los gustos. Por ejemplo, te echan los perros justo los que no te interesan. Hoy en la office zafé porque tenía mucha gente y mis informes estaban casi listos. Escapé por la puerta mientras me reclamaban despedida. Ya lo había saludado, pero él dijo, que yo lo había hecho pero que él no, y que pasara y cerrara la puerta. Jaja... 

Por otro lado, ahora el whatsap anuncia a quien no me interesa.
Todos los bobis del mundo menos vos, por supuesto. Guardate tu abrazo gigantesco, si no me dejás sentirlo en carne propia. ¿Para qué me escribiste? ¿Para sacarte la culpa o para dejarme caliente? Si fue un intento de ser un gentil caballero... vos sabés que yo no puedo con eso... Con vos, todo, es mucho más que sexo. 

Esta noche es un momento nuevo. Y como dice la cumbia marchosa, "Quiero que esta noche te portés muy mal" (es que me lo pide "Nene Malo"... no es que yo lo quiera hacer!).

Aunque no podré portarme tan mal porque volveré en remo con Sil, hoy no puedo trasnochar. Mejor así. Mejor que te deseen, que se queden con las ganas y que revienten. Porque cuando les demostrás un ápice de lo sensible que sos, huyen. 

Nadie quiere sensibilidad, los sentimientos hoy no están de moda. Aunque sé que mi alma se quiere encontrar con tu alma. Pero mientras jugamos a las escondidas, porque el destino dice que aún no es nuestro tiempo, hay que disfrutar, con las mejores intenciones, con la sonrisa a pleno.

Hoy es viernes a la noche, y tiene su sello: la segunda chance para todos los que estamos libres. 

Todos pueden ser felices cuando se saquen las asquerosas caretas banales, y el brillo de las luces no desfigure más sus matices de cariño, que alguna vez sintieron. Quizá cuando eran niños, adolescentes y unos años más (mi generación vivió eso). 
Cuando decirse la verdad, valía la pena. Cuando intentar el amor, era una apuesta de todos. No había otra, ésa era la manera. 

Hoy sexo libre, besos, y un vacío inmenso que te queda luego de cada intento. 
Quiero cambiar todo eso. Es posible. Soñemos que se puede, que mostrarse con el corazón es algo que vale la pena. Porque no hay caricia más linda que ésa que sale del fondo de tu alma y me inunda de la maravillosa ternura que llevás dentro.



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