sábado, 1 de agosto de 2015

De cacería

El triunfo del amor, ¿es sólo en las películas?
Anoche por fin salimos, hace rato que no coincidíamos con Sil. Llegó a casa y Juli la asesoró con todo lo nuevo que está aprendiendo en Asesoría de Imagen. Sil chocha, sonriente y predispuesta, la escuchaba atenta. Si hay algo que ambas tienen, mi amiga y mi hija, es la diplomacia y la sonrisa, todo eso, viene con ellas, es que ambas son de Libra, y son las características del signo.
Entretanto, nos dimos con unos videos de María Marin, en su sitio de internet, www.mariamarin.com, bien humorísticos y llevaderos, explica sobre hombres, sexo, amor, autoestima y dinero ¿quién da más?

Nos fuimos a medianoche. Salimos a caminar, como antes, cuando éramos más gasoleras. Después el bus, subimos por la puerta del medio, era imposible entrar por adelante, estaba atestado de gente.

Sil me contó que había visto a un fulano doveriano, que esa noche se comunicó para mandarle unos emoticones de besos y decirle que iba para otro lado. Tuve una intuición en ese momento, y oh! casualidad se cumplió, porque el pibe estaba allá en Ramos. Aunque, cada uno por su lado, la frialdad que se vive socialmente hoy día, se comprueba momento a momento.

En este lugar, a diferencia de San Telmo y Martínez, los hombres vienen bastante tímidos, así que nosotras les hablamos de cualquier cosa, si la ocasión lo habilita. Pero el lugar tiene sus virtudes, nos queda cerca, la música es relativamente buena (aunque a veces se zarpan con tanta música en inglés del ´90, ojo, lo nacional la rompe, y eso sí está bueno)la luz es adecuada como para no ensartarte, y la limpieza es constante. Pasamos gratis, qué generosos... eso deben hacerlo siempre, si quieren contar con nuestra presencia, jaja...

Decidida a pasarla bien, la mano venía bastante fría, los grupos, los histéricos, los tímidos, y los que no te producen nada cuando se acercan. 

Cruzamos un intercambio con un Pelito Parado, pero después desapareció por la tangente.
Sil se entusiasmó con uno, poco afeitado, el homosapiens peludo, que cuando nos acercamos a charlar, andaba lentificado. "Está en re en p..." me aclara Sil, para hacerme entender que estaba alcoholizado. Ella se entretiene con los "oscuritos" (y aquí me refiero al alma, y a todo lo que conlleve: chupi, etc.). Porque como no busca nada, sólo divertirse, mientras alguien le hable, le da lo mismo. 

Dando vueltas, ya cuesta arriba, me encuentro con un joven doveriano. Un divino de esos, nos saludamos con un abrazo, esos amigos que encontrás en un lugar inhóspito y te reconforta verlos. Nos conocemos hace seis meses, y la magia de la dieta, más una camisa, que es lo mejor que les queda a los hombres, a mi gusto, lo cotizan bastante. 
Estaba con otro amigo, y mientras hablábamos los tres, se excusó luego, con que iba a buscar un trago. Traducción errónea o no, yo me borré. 

Ahí me encuentro a Sil, y fuimos a dar la séptima vuelta olímpica de la noche. Nos ubicamos en un hueco en la barra, y divisamos un fulano perdido. No sé qué detectó que a los cinco minutos se nos acercó. Había venido solo, y no sé que está pasando con mi antena que intuitivamente le capté todo. Primero que tenía novia, y charlando con ambas, lo admitió. Después terminamos bailando, le esquivé sus amagues de besos, hasta que ya no. 

Por cierto, con Sil no entendemos, si es tan fácil besar, y la técnica es la más simple de la existencia humana, porqué algunos no la aplican instintivamente. Este era el caso. Recordé los besos del pendex, que eran pura química de entrada, y sin libreto. 

Finalmente nos pusimos hablar, porque ya le captaba la onda, y la verdad que no tenía ganas de que den todo por hecho. 
Se notaba por demás que venía con una abstinencia de semanas... y le pregunté claramente porqué estaba todo mal con su novia. 
Su mirada lo dijo todo, o por lo menos yo lo leí instantáneamente, y le dije: "Ustedes no tienen sexo". El pibe, bastante maduro cronológicamente, aunque no en apariencia, se sorprendió de mi GPS. Entonces, refiriéndose a su relación, mencionó la palabra amor, pero que no había deseo. 
Le dije que sin sexo, no había pareja, y él asintió que ya era como una relación de hermanos. ¡Qué aburrido! 
"Es que vos no te animás a dejarla por cómo se vive hoy. Todo es frívolo y sin compromiso. Yo también estoy cansada de relaciones vacías".
El pibe no quería bajar los brazos, ni darse por vencido: quería sentir el oro en polvo, sugiriéndome que nos fuéramos solitos. Finalmente le aclaré, que si había venido a buscar sexo, se había equivocado de mina, que no perdiera el tiempo. 
Se ofendió un poco, me miraba, se ponía serio, y mis dichos lo descolocaban. 
Es que algunos piensan que somos todas como de manual, 2+2 son 4, y dos besos y a la cama... qué ingenuos...

Las mujeres necesitamos otro tipo de estimulación, por lo menos en mi caso. Y además, mi onda, no es irme del boliche al telo. No me gusta, me da miedo, y prefiero que la remen un poco más que eso.
Además, como tenía novia, le dije: "A mí no me gusta ser la segunda de nadie".

Así que opté por irme, aunque intercambiamos teléfonos, lo usual en estos encuentros. Cuando me estoy despidiendo, y aún estábamos de la mano, vi que Pelito Parado (el que hallé al principio, y escapó por la tangente), venía muy dispuesto, acercándose para hablarme... hasta que registró que mi mano la custodiaba el fulano. Cómo son eh... siempre a destiempo. Y bueno, se ve que no tuvo éxito en la noche, y venía a buscar consuelo.

Nos escabullimos con Sil, y llamamos a Jopo para que venga a buscarnos (fuimos como la Cenicienta, pero queríamos volver como Princesas, al menos en ese aspecto).

Ya en la puerta, esperando su llegada, salió el joven doveriano (el que se fue a buscar un trago antes), con el amigo, solitos, sin noche exitosa. Nos reímos, y me dio un abrazo de esos lindos, cálidos, bien de amigos, y como nos encontramos en todos lados, nos faltaba pasarnos los datos, así que capturó mi teléfono de una tarjeta, y sonriente leía "angustia, ansiedad...", y agrega: "Si me sacás todo eso...!". En ese momento pensé: "Yo no te voy a sacar nada, aunque vos tendrás que hacer lo opuesto". 
Y bueno, chicos, no es que yo quiera algo, simplemente que las ideas sexovirtuales se me cruzan sin quererlo.

Total, soñar... no cuesta nada.


No hay comentarios:

Publicar un comentario