viernes, 1 de julio de 2016

Cuando el estado se pasa todo por el c...

Un día de lluvia donde toda la energía me transporta, me da fuerzas. A pesar, de los trámites que no pude hacer, del dinero que no se pudo cobrar para Julieta. Porque Anses dice que el trámite de asignación por hijo de los monotributistas, última norma de Macri, quedó denegado. ¿Por qué? Sólo porque el padre de Juli, cobró una cuota demás de un seguro de desempleo, y hasta que no la devuelva, no es posible. Así que olvidate, eso nunca va a ocurrir.

Aquí te das cuenta, que todas las mamás que nos hacemos cargo de nuestros hijos solas, ni siquiera encontramos justicia en el estado que debe ampararnos. 

Jamás cobré un peso del estado por Juli, ya que es la primera vez que a los monotributistas se nos da un derecho semejante. Y la asignación universal tampoco ella tuvo derecho por ir a un colegio privado.

Que se vayan a la merd.... todos!!!!

Y ahora Juli quiere cambiarse el apellido. Realmente me sorprende.

Esas son las cosas de estos tiempos.

Ese poco dinero, unos 6 meses antes que ella cumpla los 18 años, servían para muchas cosas. Por ejemplo, el viaje de egresados a Bariloche.

Esta es la Argentina que tenemos. Llena de burocracia. Andrés Oppenheimer dice en su libro "¡Crear o morir! La esperanza de América Latina y las cinco claves de la innovación"*, que en Argentina para abrir una empresa se requiere pasar por 17 trámites, y que en Estados Unidos, lo lográs haciendo sólo 6.

¿Cómo hacemos para cambiar esto?

Te podrás imaginar que si mantuve a mi hija todos estos años sin ningún aporte del estado ni del padre, no me voy a molestar por esto ahora. Pero es así. 

Hoy una abogada amiga me hablaba del derecho de los niños... y Anses por dónde se los pasa?

Creo que estuvimos destinadas a estar juntas en esta vida porque así habrá sido planeado desde arriba, antes de este encarnamiento. 

Pero en esta vida, debemos dejar una marca, una huella. Así como hacer un aprendizaje, además de hacer algo por los otros.
Cada una tiene una misión en el planeta. Y este vínculo del que me alejé hace tanto tiempo, está allá, en el pasado. Por lo tanto, no quiero ninguna vinculación -ni vibratoria, ni lejana, ni judicial- con este sujeto. Así que si me hablan de los derechos de los niños, les diré, que darle lo mejor a ella, Juli, no sólo se trata de dinero, sino de ver qué entorno es el mejor para ella, con cuáles valores se formó, y de cuánto la salvé cuando me alejé de él.
Esas son cosas muy personales con la que cada ser humano vive, sabe y conoce. Nadie puede saber por lo que atravesamos. Y alejarme fue la mejor decisión que tomé. Un padre no sólo es una imagen paterna. Porque un ser dañino (sea del sexo que sea, porque sé que mucho de esto lo sufren algunos hombres a la inversa), no es beneficioso para un niño.
Hay marcas que no se borran, y evitar que eso haya sucedido fue parte de la decisión que tomé de antaño.
Siempre tuvo las puertas para venir a verla. Allá él. 

Hoy a el estado le da lo mismo todo. No defiende. No ampara. Porque los empleados con los que traté tres días seguidos, sólo respondían a la burocracia.

Por una amiga que trabaja en Anses me enteré de los detalles de la denegación de este pago.

Queridos compatriotas, queridos colegas, queridos humanos sean de dónde sean. Contribuyamos para hacer un mundo mejor desde el lugar de dónde estamos. Y que no se nos caigan los anillos por romper los códigos o hacer un mejor esfuerzo en nuestra tarea. Si no, este mundo no cambia.

Todo depende de nosotros. 

Y esta maravillosa hija que tengo, con sus cualidades, con sus valores, es producto de haber crecido en un hogar de paz y tranquilidad, de amor y alegría. Cosa que nunca hubiera pasado atándome a alguien que no valía la pena.

Lamentablemente, muchas mujeres e hijos, lo pagan hoy con su vida, con esa clase de hombres. Porque la justicia no ejerce su rol, no acompaña. Nadie los salva ni los protege. Porque muchos siguen la burocracia, del papel a llenar, de bla, bla, bla.

En muchos ámbitos judiciales, ni siquiera un pericia psicológica como la gente se administra a estos sujetos. Las más de la veces, porque muchos colegas hacen informes que dan vergüenza, y esos niños quedan en manos de estos tipos.

Hoy lo estoy viviendo con un juicio que me estoy bancando, por colegas que han hecho mal su trabajo, y por un estado corrupto.

Pidamos a Dios Justicia Divina, porque la justicia de los hombres tiene muchos agujeros.

Pero como digo siempre, no caigamos en la comodidad de sólo cobrar un sueldo en el lugar donde estamos. Hagamos un mundo mejor, haciendo lo mejor por el otro.

Y no olvidemos, que todo va y vuelve.

El amor está primero. Nada más fuerte que darle lo mejor a nuestros hijos. Así sea con un mango menos.



 *Autor: Andrés Oppenheimer, Libro: "¡Crear o morir! La esperanza de América Latina y las cinco claves de la innovación", Editorial: Debate, Primera Edición, Año 2014.

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