viernes, 22 de julio de 2016

Ni linda ni besos

Ya fue. Esta noche me despejo en Dover. Esta vez, ni besos, ni linda, ni nada. 

Y bueno, como siempre, esperando entre las nubes el arco iris. Re ilusa.


Quizá mejor así. No sé porqué, esta vez, estaba dispuesta a todo. Y no es mi estilo.


Dios sabe porqué hace las cosas.


Pienso en el libro de Pilar Basté, las últimas frases del epílogo. Una cantidad de cosas valiosas. Esas cosas dichas de una forma que te hacen despertar. 


Me pregunto cuándo dejaré de pensar tanto y me dejaré llevar. Una vez que iba para ese rumbo, todo al freezer.


Anoche pensando en él, ni ganas de salir hoy tenía. Pero como esta tarde hubo cero romanticismo subliminal, en dieciséis mensajes que me escribió, ya cambié de idea. 

Gaby no sabe si va porque Flavio está cansado. Pero Moni sí, nos cruzaremos en el camino.

Sigo con la dieta, él me inspiró. Ahora, hay que mantenerla. Una vez que hacés el hábito, dos o tres días, es más fácil aprender a cuidarse. Y seguir haciéndolo.


"No asumes la responsabilidad de tu vida. ¿Por qué no vives plenamente? Estás separada de las creencias profundas de tu ser. Dejas que otros determinen tu vida en lugar de escoger cada momento tu soplo de vida. Hay un gran agujero en tu vida, como un gran vacío. ¿Crees quizá que la vida no vale la pena ser vivida? Has perdido contacto con tu verdadera naturaleza"*


*Pilar Basté, del libro "Mis encuentros con...", Epílogo, Ediciones Luciérnaga.


P.D.: Al final, me quedé durmiendo. No estaba convencida del todo, ni tenía ganas de volver en la costera. 

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