jueves, 21 de mayo de 2015

De hombres, inmunizada

Es raro. Lo que siento es una mezcla de cosas, tal vez una leve decepción fue el puntapié de todo esto. Alcoyana resultó un desubicado, sólo por whatsap, aclaro. 

Creo que de algún modo, es como el punto final de un montón de chascos, que aunque no tienen importancia, porque lo tomo como de quien viene, suma. Y esa suma, me lleva a hacer un parate, y preguntarme qué quiero, adónde voy, cuál es mi rumbo.

No estoy triste ni nada, sólo tratando de encontrar el sentido de la vida. Como le decía a Clari: A esta altura, sé que ningún hombre me puede dañar, pero esta serie de ejemplares me van minando la esperanza, la ilusión. Y el vacío, de alguna manera, se siente. 

Porque parece una catarata de ruido, de frivolidad, de gente que se mira pero que  no puede conectarse. De gente que se toca, que se besa, que se abraza, pero que no puede entrar en sincronía desde el alma. 
Es como esa música electrónica, puro bullicio hueco, así es como se vive ahora en el mundo de las relaciones. 
Entonces, da la sensación que tocamos la superficie y que le hablamos a la nada.

Conectarnos se ha tornado el desafío más difícil del mundo de hoy. Y cuando querés encontrar una relación en serio, no sabés dónde hay un ser humano que pueda abrazarte desde el alma.

Sé que es un tiempo que estamos viviendo, y que ya pasará pero mientras tanto dónde hay un masculino, pero masculino en serio, que se pueda hablar de algo, y que no quiera sólo sexo. Porque, aunque yo también lo quiera, eso sólo no me llena, no me basta, para saber que del otro lado alguien me registra, alguien se apiada. 


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