No me gustan los reclamos, por eso ni le iba a contestar, pero también me daba culpa no hacerlo. Uno no elige de quién enamorarse, simplemente sucede, porqué no lo pueden entender.
Ayer vino mi hermano, nos juntamos en la casa de mis padres. Juli y su prima, a full hablando como dos adolescentes, siempre lejos, asegurándose la tan preciada privacidad, que a esa edad es condición sine qua non.
La adolescencia, tan difícil por los cambios y los complejos. Un problema se presentaba, y mientras escuchaba, trataba de descifrar con qué flor de Bach podía ayudarla.
Recordé el caso, con el que aprobé el examen final en el Centro Bach, de una paciente que además de enojo, se perseguía por todo. No podía mirar a los hombres a los ojos, ni saludarlos. Cuando concurría al gimnasio, se alejaba de la multitud, y no saludaba a nadie. Finalmente la cosa se estaba poniendo espesa, así que decidí usar una sola flor y en concentración doble, única manera de aniquilar esa bronca que destilaba por todo. Fue importante hablar con ella sobre la energía agresiva que emanaba, para que tomara conciencia de lo que estaba haciendo, y de los resultados que obtenía con la familia, con las amigas, con la hija, etc. por ser tan explosiva. A la semana siguiente, volvió diciendo que además de meditar y darse cuenta que, en realidad, estaba enojada con ella misma, me contó que cuando a fue a su clase de spinning saludó a todos, uno por uno, incluso a un fulano con el que tuvo un episodio confuso hace un tiempo.
Ahí, me di cuenta, lo que mi profe Gus, nos había dicho, que cuando alguien se persigue, que está muy pendiente del entorno al estilo paranoico (aunque sin serlo), la flor del enojo funciona también para este tema. Y así fue.
Por lo tanto, hice la misma relación con lo que le sucedía a esta pequeña mujercita.
Pero también les hablé de la ayuda espiritual, que le enseñen a pedir la protección a Dios. Todo dicho con sutileza, porque cuando la gente no está acostumbrada a esto, piensa que sos una fanática religiosa, y nada que ver con eso. Simplemente que el bien y el mal existen, y la única forma de protegerse de esto último, es pidiendo la protección al Ángel de la Guarda, a la Madre (la Virgen María), fundamentalmente.
Y la misma flor, es para este fulano que no entiende que no me pasa nada, y que todos decidimos en esta vida, con quien estar y con quien no. Ya que no somos robots, y que al corazón no se lo fuerza, no se le dan imperativos.
El amor es capaz de brotar sólo en libertad. Porque es la única forma sana de que esto suceda. Y ser libres nada tiene que ver con los celos, ni con el control.
Por eso, ahora, más que nunca trato de estar abierta a conocer gente, sin demandar mensajes ni escribirlos siquiera. El hombre que me elija por lo que soy, con mis despistes y mi parte sensible, con mis reglas y con mi risa, aparecerá y punto. Se enamorará simplemente. Y ese será, esa persona que tanto estoy buscando, alguien que pueda amar sin condiciones, sin reproches, sin demandas, sin controles. Ese es el amor sincero.
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