miércoles, 6 de mayo de 2015

No podemos cambiar a los hombres que no quieren compromiso

Aunque en momentos me muera por llamarlo, Clari me dice que no, que va a pensar que soy una histérica. Y lo que menos quiero es parecer eso. Así que me la banco!

Hoy salí temprano del trabajo, e hice todo al toque. Menos gente, y voy más rápido para hacer los informes.

Esto de que el pibe desaparezca me pone muy ansiosa, y comer demasiado no es bueno. ¿Cuándo aparecerá un amor de verdad, que me quite el hambre?

Ayer Sil me cuenta por whatsap que quiere encontrar pareja, que necesita un compañero. No lo puedo creer, porque se ha negado rotundamente a todo eso. Me habla de los que flacos que no le dan bola, y le digo que yo me he curado de esto, que en 2014 hice un curso intensivo de hombres despiadados. Se ríe, intrigada cuando leía el mensaje, a qué curso me refería. Y ahora me dice que también quiere hacerlo.

Y sí, los tres amores del año pasado, me hicieron percha. Así que, ahora entiendo mejor, que cuando no quieren compromiso, es justamente eso, no quieren. No podemos cambiar las cosas, ni tratar de comprender sus supuestos rollos o miedos. Simplemente, hablan en castellano, dicen que no quieren, y nosotras, las sufrientes de turno, decodificamos lo que se nos canta: que ya se va a enganchar, que viene de un pasado que lo hizo sufrir y tiene miedo, que con paciencia y con tiempo ya se va a enamorar, etc. 
Y miles de tontas e ingenuas ideas más.

No podemos cambiar al otro, eso lo tenemos que entender. Y si tomáramos las cosas al pie de la letra, realmente sufriríamos menos. 

Por ejemplo ahora, no se me ha caído una lágrima con el pibe costero. Aunque sí, me había acostumbrado a los mimos telefónicos, whatsaperos, etc. Ni hablar a lo poco que hubo personalmente. Pero bueno, si no tiene que estar, porque no es mi destino, no estará. 

Sé que mi alma gemela existe, y que si no está en este plano, estará mi alma afín, y que si lo pido a la Madre, con todo el corazón, aparecerá. Por eso, es que me replanteaba tanto, la diferencia intelectual, porque eso es la cáscara, y no la esencia. Es la imagen, y no el alma. 

Y en ese rompecabezas que Dios armó cuando creó la raza humana, nos hizo con nuestro par, nuestra alma gemela, que por intervención de la oscuridad, nos dividió, nos fue separando por generaciones. 
Y encontrar al alma gemela, no quiere decir que todo sea color de rosa, al contrario, a veces nos vienen a mostrar, las cosas que más nos joden de nosotros. 

Yo te dejo libre, y entrego todo esto, nuestro encuentro y nuestro desencuentro a la Madre, y desde acá, aunque no lo sepas, te mando un beso inmenso, desde el fondo de mi corazón, te abrazo por siempre.



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