lunes, 4 de mayo de 2015

Nos acostumbramos a los cuidados

Extraño a peor es nada. Qué feo que suena eso! Pero es una manera de poner distancia, más de la que nos pusimos nosotros mismos, por impulsivos, caprichosos, etc.

Hoy me he traído el trabajo a casa, es la primera prueba. Me ha llevado más tiempo, pero lo estoy haciendo más tranqui, y modificando algunas cosas a mi estilo.

En la Meditación de esta tarde pude ver que esto de ser tan exigente me está trayendo problemas con mucha gente. Calculo que lo que pasó en el grupo tuvo que ver con eso. No me refiero al bardo de la última reunión, sino a lo que desencadenó todo eso. Sumado a los rumores y los malos entendidos. En ese sentido, todos pisamos el palito. Nada más que la que no quiere volver, o no tiene idea de lo que va hacer con el grupo, soy yo.

Es que el silencio de mis compañeros, me hace pregunta. Y a la vez, ese silencio parece ser una respuesta. No lo sé precisamente.

Volviendo a mi chico, lo extraño tanto... 
Por ejemplo, esta mañana al subir al colectivo, siempre estaba su mensaje, y eso se siente de alguna manera. Clari y Sil dicen que llamará. Yo no lo creo. Pero quiero pronunciar, ahora más que nunca, esa frase de Mirtha; "Lo que no es, puede llegar a ser".

En fin, tengo que dejar todo en manos de la Madre. Si vuelve, es para mí. Y si no, es que no tenía que ser. Pero ya me estaba acostumbrando a que alguien se preocupe por mí. Es tan lindo que te cuiden.


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