martes, 28 de julio de 2015

Amar = libertad

Estoy en la cama, tratando de distraerme con una película para no pensar en nada. 
Esta mañana no me podía levantar, creo que fue el día que llegué más tarde. Igual hice todo bien, ágil, y a tiempo.

He pensado en lo que me ha dicho y no entiendo. Tengo dudas. Por eso, trato de no pensar en nada. Porqué seré así, ¿no puedo ser más fría?, y tener sexo sin sentir nada, como todo el mundo hace.

No estoy triste, pero tampoco contenta, tengo que decirlo. Sé que tampoco tiene sentido, nos llevamos años. Pero cuando me siento bien con alguien, no quiero irme. Me apego a la gente, platónicamente, y con esa misma facilidad me recupero.

Osho dice "cambio", esa carta expresa que lo único permanente es el cambio, y que si nos aferramos a la rueda nos desvastará, ya que lo único bueno es permanecer en el centro, sabiendo que todo pasa, que son ciclos naturales.

Atiendo a una paciente, que salió el viernes a Ramos, donde íbamos a ir con Sil, y a último momento, desistimos. Menos mal, esa noche yo no estaba pun para arriba, menos para encontrarme a nadie.

Sé que tengo que prepararme unas Flores de Bach, y santo remedio. Por ahora, lo único que me divierte es ir al trabajo (aunque no me puedo levantar a la mañana), pero me gusta conocer gente, aprender de lo que hago, darles una mano si puedo, y en ese intercambio tantas cosas nuevas voy conociendo, porque además de la entrevista habitual, siempre pregunto algo más, y voy sumando conocimientos, entendiendo nuevas cosas, quizá no espirituales, pero aprendo, y me encanta.

Ayer hablábamos con Clari sobre el tema de siempre. Ella dice que quisiera  hallar alguien, al menos, para entretenerse. Yo le digo:

-Alguien que nos lleve poco tiempo, dos o tres veces por semana. Pocos días como si fuéramos al gimnasio. Poco tiempo, que no demande tanto, que no cele, que te mime un poco, pero que no te ate.

Ella se ríe, pero es cierto. A esta altura de mi vida, es lo que quiero. Una relación sin exigencias, pero con respeto. Donde la fidelidad, no sea una condición, sino algo que surja desde el corazón. 
Donde el abrazo sea un momento eterno, porque aunque dure poco tiempo en las agujas del reloj, en la memoria es algo que podés recordar a cada momento.

Me gustaría contar con una persona así, aunque sea un amigo que me abrace, y donde el sexo sea sublime como con él. No pido mucho, sólo alguien que me quiera, sin horarios, sin consignas, sin obligaciones. 
Sólo saber que cuando apoyás la cabeza en la almohada, hay alguien más, en algún lugar del planeta, que te está cuidando.


No hay comentarios:

Publicar un comentario