miércoles, 22 de julio de 2015

De Ángeles y amantes

Anoche consulto a mis colegas. ¿Qué querrán? ¿Para que quieren verme? Supuestamente por mis informes. Me levanto temprano, y como en estos últimos días, o noches, mejor dicho, duermo entrecortado. Si mi gata me escucha moverme en la cama, baja de la pieza de Julieta, para maullarme. 

Es antes del amanecer, seis menos cuarto, y me estoy haciendo el color. Luego, tipeo el significado de unas Flores de Bach, para Mica, que no me entiende la letra, y tiene que saber para qué va a tomarlas. Es una adolescente con ataque de pánico, a la que he contactado por teléfono, ya que es la hija de una de las chicas de donde trabajo. Sigue igual, luego de estar viendo a su psicóloga, a la psiquiatra, al reiki, etc, No es lo mejor trabajar por teléfono, pero igual es potable, sobre todo porque en este medio me muevo como pez en el agua. Es que la voz, tiene mucho de la radio, los matices, la charla, la risa, y el humor que le pongas a los ejemplos, todo sirve en el intercambio, para captar información y poder ayudarla.

Anoche, le repito que sin la parte espiritual, no vamos a lograr nada. Le doy múltiples ejemplos, para que comprenda, y le cuento que al principio, yo también me resistía a creer. Pero que con el tiempo, muchas cosas se fueron dando. Los libros, como "Las mujeres que aman demasiado", que explican en el paso cuarto, la importancia de pedir ayuda a Dios. La coincidencia con otros grupos de adicciones, como Alco, y le cuento que he visto la película sobre el origen de Alcohólicos Anónimos, y la importancia que le dan a pedir ayuda, confiar y tener fé. Para sumar a esto, le cuento que una paciente me ha prestado la película "Gracias por compartir", sobre adicción al sexo, y que también allí, hay una pieza fundamental en el tratamiento que es rezar y pedir ayuda, cada mañana al levantarse. 
Mi experiencia, y la sumatoria de ejemplos coincidentes llevan al mismo punto, pedir la protección a Dios, a la Madre, es clave. 

No puedo explicarle otras cosas, porque quizá no me entendería. Pero cuando aparece el pánico, muchas veces esa falta de protección, y ese desdén de no creer en Dios, permite que la oscuridad avance, y donde hay debilidad entra. De alguna manera, su temor da cabida a las almitas miedosas errantes, y entonces comienza su descontrol. 
Sé que es muy complejo entender todo esto. Por eso, no puedo explicárselo con este detalle. Pero la única manera de que entienda que Dios existe, es hablarle de cuando nos enamoramos. 

En ese momento, no es nuestra parte mental ni psicológica la que gusta del otro, sino que es un encuentro espiritual con alguien. 
Lo mismo cuando tenés afinidad con una amiga o un amigo, es por este intercambio espiritual. 
Entonces, Mica, va escuchando y algo me dice que entiende, que capta y que va intentar pedir ayuda a Dios, con fé.
Ojalá lo haga, porque esa parte espiritual, no depende de la ayuda profesional, ya que es exclusivamente decisión de ella. 

Como ese chiste que cuenta sobre dos Ángeles. uno está feliz porque tiene trabajo, ya que su "dueño" le pide ayuda. Y el otro Ángel le dice que por el contrario, está triste pues la persona que cuida, nunca lo convoca, lo ignora, y como no le pide ayuda, él no puede hacer nada.
Es decir, los Ángeles no tienen libre albedrío para poder ayudarnos, necesitan de nuestro pedido, y si es bueno para nosotros nos lo concede, si no, no. Pero, además, al pedirles ayuda, están presentes para protegernos y advertirnos. Está en nosotros captar las señales.

Vuelvo al relato de la mañana temprano. Luego de ducharme y vestirme, y no dar con un suéter que no se haya hecho pelotitas... saco, pongo, y me decido por uno negro de hilo que no ha sufrido el efecto indeseado. Me moriré de frío... no importa, pero tengo que lucir bien si vienen de la empresa para charlar conmigo.

Desayuno dos naranjas exprimidas, un café y vuelo. Antes me pinto las uñas bordó, y ya he pasado por el secado de pelo y un sutil maquillaje.

Tanto lío, y al final me llaman por teléfono. Primero la jefa de recursos humanos. Despeja las dudas y se ríe cuando entiende que los adolescentes de hoy, confiesan todas sus adicciones, totalmente despreocupados. Luego me comunica con un sociólogo de su sector, que está más al tanto de los tests psicológicos. 
Capta la onda con la que trabajo y la aprueba. Quiere que estemos en contacto por los empleados que veo, ya que no le entiende al médico cuando llama para explicarle las irregularidades. Me pasa directamente su celular, con ese fin, creo. Así que no me queda otra que dárselo. De paso, por ahí, surge algún trabajo, porque la idea de Euge de armar la consultora, me viene rondando. Así que hay que tirar puentes por todos lados.

En el colectivo me quedo pensando a quién se parece esa voz, y al principio no me doy cuenta. Entonces hago un repaso de registros como si tuviera un archivo en mi memoria, ya que si hay algo que no olvido es lo auditivo. Tengo facilidad para reconocer automáticamente las voces, por teléfono o donde sea. Es como digo siempre, no soy nada visual, no recuerdo los rostros, pero si las tonadas o lo que la gente dice, con una exactitud impresionante. Finalmente me doy cuenta y sonrío al saber, que es casi igual a la voz, de mi amigo y confesor, Diego de la facu.

Hemos ido, luego a la tarde, con Juli a proveernos de esmaltes, perfumes, delineadores, y un corrector para Sil que le hace falta. 
De allí, un cafecito en Havanna. Volvemos rápido porque el plomero se supone que vendrá a reparar la ducha. Ya no queremos morirnos de frío con el chorrito de agua. 
Ayer vino Jaime a arreglar el lavarropas. Algo es algo. Ya no lavar con las manos heladas.

Ojalá que alguien más, se acuerde de estas manos...


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