miércoles, 27 de junio de 2012

Capítulo 23: Sanar por dentro



Capítulo 23: Sanar por dentro

Este capítulo no reemplaza al médico, es sólo un complemento

En este capítulo verás el enfoque psicosomático de la enfermedad y  técnicas para ayudarte. Para contribuir en tu propia sanación, además de consultar al médico, aprenderás aquí técnicas de control mental, y cómo influye tu actitud ante la vida.
También aplicaré afirmaciones de Louise Hay sobre algunas enfermedades. Es decir, analizaremos casos concretos, donde verás cómo el síntoma físico tiene un origen psíquico, debido a una situación específica que estaban atravesando.
Un enfoque similar es el que propone Claudia Rainville, en su libro “La metamedicina. La curación a tu alcance”, relatando casos clínicos e introduciéndote en el tema a través de una forma terapéutica muy sencilla: abriendo tres preguntas que se relacionan con el origen psíquico de la enfermedad.
De todos modos, no podemos ver al ser humano sólo desde un punto de vista psíquico o sólo desde un punto de vista físico, la interrelación de ambos es muy importante para la sanación. El médico entrerriano, el Dr. Giraldo Motura, en su primer libro “Aprende a curarte”  aporta una valiosa mirada tanto del diagnóstico como del tratamiento de la enfermedad.


Cambia de actitud

Es importante tu actitud. Una paciente señala, que cuando tiene alguna dolencia simple, como un resfrío, decreta que está sana, diciéndolo en voz alta y con convicción. Y le da resultado para salir de la cama y continuar con sus tareas. Quizá esta anécdota, tiene otro significado después de la gripe A, pero lo que quiero reflejar es la actitud, aunque por supuesto debes ver a tu médico.
Te recomiendo en este sentido la video-conferencia del Dr. Joe Dispenza, “Desarrolla tu cerebro”. Él es un médico oncólogo, que explica que aún extirpado el cáncer,  si la persona no cambia su actitud o su estilo de vida, vuelve a aparecer la enfermedad, al tiempo. Su experiencia clínica le ha permitido comprobarlo.
Además, deja de pensar en enfermedades o de hablar continuamente de quién está enfermo. Tú atraes lo que piensas. Si te focalizas en la salud, la atraerás. Si hablas o sólo piensas en enfermedad, la quieras o no, también la atraerás. Deja de buscar goce, mencionando enfermedades porque sí. Y visualízate sano. Habla de cosas productivas. La vida está llena de cosas positivas, y tu conversación puede girar en torno a ello. Por supuesto, que los problemas existen, pero debes pensar en las soluciones, y no quejarte todo el tiempo. Haz algo con lo que tienes en el presente de tu vida, y deja ir el pasado. Porque todas las energías negativas son las que se han alojado en tu cuerpo produciéndote enfermedad. Esas energías son producto de tus pensamientos, con respecto a cada vivencia que has tenido. Ahora, olvida y utiliza toda buena inspiración para tu propio bien. Anímate al cambio. Anímate a vivir mejor. Date lo mejor,  y que te beneficie no sólo a ti mismo, sino también al Universo. La filosofía “yo gano-todos ganan”, es la que cuenta, en todo aspecto de la vida. Ama la vida, ama la salud, y haz los cambios que consideres necesarios. Y no seas omnipotente. Busca ayuda, si es necesario.


Usa tu mente

Utiliza las técnicas de control mental para sanarte. En estos casos debes usarlas tres veces al día, como mínimo: cuando despiertas a la mañana, después de almorzar y antes de acostarte en la noche. Esos son las horas ideales en cuanto a la relajación, pero debes elegirlos de acuerdo a tus posibilidades y a tu estilo de vida. Seleccionar tres momentos, en cualquier hora del día, para hacer estas técnicas y visualizaciones es lo importante.
La técnica consiste en relajarte, ayudado por una respiración profunda, y si puedes elije una música suave que te agrade. Luego visualiza una luz blanca –con un tinte celeste- que llega desde  el cielo hasta tu cabeza, penetra luego a través de la columna vertebral y se expande en todo tu organismo.
Ahora, focaliza la zona donde tienes el problema –sea cual sea-, es probable que te imagines allí unas manchas negras, que son producto de tu negatividad allí acumulada. Entonces, inventa un instrumento para limpiar esas partes oscuras en tu cuerpo. Puede ser un rayo láser, una varita mágica, etc. que emana la misma luz intensa blanca y celeste, que había penetrado en tu cabeza, al comienzo del ejercicio.
Te tomará trabajo, si está muy denso el problema, pero continúa pasando el aparato de tu imaginación, hasta que la luz lo blanquee todo y lo cure.
Haz la prueba, y acompaña esto con nuevas actitudes. Ayúdate, ríe, come sano, no introduzcas contaminación en tu cuerpo –ni drogas ni marihuana ni tabaco ni alcohol-. De una vez por todas, ¡quiérete!, y si tienes bronca o rencor o dolor, sácalo. Búscate un buen psicoterapeuta y saca la basura de tu mente, como dice el Dr. Len en el capítulo del Ho’oponopono.


Ejemplos prácticos:

No era bocio, sino una angiolinfoidía

Una tarde vino una persona a instalar Internet. Este joven tenía un lado de la cara tan hinchada, como una masa enorme que le sobresalía. Si bien sabía que no era bocio, ya que estaría localizado en el cuello, le pregunté con diplomacia qué padecía. Le hablé del libro “Sana tu cuerpo”, y de que allí podría ver la causa de cualquier enfermedad, y una frase sanadora para ayudarse. Fue así que me explicó que padecía una angiolinfoidía, y que se sometería a una intervención quirúrgica el mes próximo. Luego, de mostrarle el libro y al leer la causa probable, abrió los ojos sorprendido, y dijo: ¡Es eso!
En este sentido, relato esta anécdota, porque hasta personas desconocidas para mí, encuentran la causa real de su padecer en el gran trabajo de Louise Hay. A continuación, comparto las frases del libro, que leyó el joven, y como no estaba la afirmación correspondiente para la angiolinfoidía, busqué la oración para el sistema linfático. La causa probable de los problemas linfáticos es: “Advertencia de que hay que volver a centrar la mente en lo esencial de la vida: el amor y la alegría”. *
Nueva pauta mental para los problemas linfáticos que debía repetir de diez a veinte veces por día, es: “Me centro totalmente en el amor y la alegría de vivir. Fluyo con la vida. Mía es la paz de la mente”. *

(Continúa...)


3 comentarios:

  1. Dr Joe Dispenza no es oncologo. Es un excelente quiropractico y ademas neurocientifico, sus libros y seminarios son excelentes yo diria que es una eminencia en todo lo que hace, y lo digo porque lo conozco personalmente! Gracias de todos modos ha sido de gran ayuda leer el blog.

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  2. Gracias por tu aclaración. La verdad es que tengo varios videos de Joe Dispenza y en uno en que da una conferencia, es presentado como oncólogo, por eso lo cité así. Aunque no he tenido la oportunidad de conocerlo personalmente como es tu caso. Pero te agradezco la información. De todo se aprende.

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  3. simplemente, Gracias.
    Artroian.

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