Capítulo 23: Sanar
por dentro
Este capítulo no reemplaza al médico, es sólo un
complemento
En este capítulo verás el enfoque psicosomático de la
enfermedad y técnicas para ayudarte.
Para contribuir en tu propia sanación, además de consultar al médico,
aprenderás aquí técnicas de control mental, y cómo influye tu actitud ante la
vida.
También aplicaré afirmaciones de Louise Hay sobre
algunas enfermedades. Es decir, analizaremos casos concretos, donde verás cómo
el síntoma físico tiene un origen psíquico, debido a una situación específica
que estaban atravesando.
Un enfoque similar es el que propone Claudia
Rainville, en su libro “La metamedicina.
La curación a tu alcance”, relatando casos clínicos e introduciéndote en el
tema a través de una forma terapéutica muy sencilla: abriendo tres preguntas
que se relacionan con el origen psíquico de la enfermedad.
De todos modos, no podemos ver al ser humano sólo
desde un punto de vista psíquico o sólo desde un punto de vista físico, la
interrelación de ambos es muy importante para la sanación. El médico
entrerriano, el Dr. Giraldo Motura, en su primer libro “Aprende a curarte” aporta
una valiosa mirada tanto del diagnóstico como del tratamiento de la enfermedad.
Cambia de actitud
Es importante tu actitud. Una paciente señala, que
cuando tiene alguna dolencia simple, como un resfrío, decreta que está sana,
diciéndolo en voz alta y con convicción. Y le da resultado para salir de la
cama y continuar con sus tareas. Quizá esta anécdota, tiene otro significado
después de la gripe A, pero lo que quiero reflejar es la actitud, aunque por
supuesto debes ver a tu médico.
Te recomiendo en este sentido la video-conferencia del
Dr. Joe Dispenza, “Desarrolla tu cerebro”. Él es un médico oncólogo, que explica
que aún extirpado el cáncer, si la
persona no cambia su actitud o su estilo de vida, vuelve a aparecer la
enfermedad, al tiempo. Su experiencia clínica le ha permitido comprobarlo.
Además, deja de pensar en enfermedades o de hablar
continuamente de quién está enfermo. Tú atraes lo que piensas. Si te focalizas
en la salud, la atraerás. Si hablas o sólo piensas en enfermedad, la quieras o
no, también la atraerás. Deja de buscar goce, mencionando enfermedades porque
sí. Y visualízate sano. Habla de cosas productivas. La vida está llena de cosas
positivas, y tu conversación puede girar en torno a ello. Por supuesto, que los
problemas existen, pero debes pensar en las soluciones, y no quejarte todo el
tiempo. Haz algo con lo que tienes en el presente de tu vida, y deja ir el
pasado. Porque todas las energías negativas son las que se han alojado en tu
cuerpo produciéndote enfermedad. Esas energías son producto de tus
pensamientos, con respecto a cada vivencia que has tenido. Ahora, olvida y
utiliza toda buena inspiración para tu propio bien. Anímate al cambio. Anímate
a vivir mejor. Date lo mejor, y que te
beneficie no sólo a ti mismo, sino también al Universo. La filosofía “yo
gano-todos ganan”, es la que cuenta, en todo aspecto de la vida. Ama la vida,
ama la salud, y haz los cambios que consideres necesarios. Y no seas
omnipotente. Busca ayuda, si es necesario.
Usa tu mente
Utiliza las técnicas de control mental para sanarte.
En estos casos debes usarlas tres veces al día, como mínimo: cuando despiertas
a la mañana, después de almorzar y antes de acostarte en la noche. Esos son las
horas ideales en cuanto a la relajación, pero debes elegirlos de acuerdo a tus
posibilidades y a tu estilo de vida. Seleccionar tres momentos, en cualquier hora
del día, para hacer estas técnicas y visualizaciones es lo importante.
La técnica consiste en relajarte, ayudado por una
respiración profunda, y si puedes elije una música suave que te agrade. Luego
visualiza una luz blanca –con un tinte celeste- que llega desde el cielo hasta tu cabeza, penetra luego a
través de la columna vertebral y se expande en todo tu organismo.
Ahora, focaliza la zona donde tienes el problema –sea
cual sea-, es probable que te imagines allí unas manchas negras, que son
producto de tu negatividad allí acumulada. Entonces, inventa un instrumento
para limpiar esas partes oscuras en tu cuerpo. Puede ser un rayo láser, una
varita mágica, etc. que emana la misma luz intensa blanca y celeste, que había
penetrado en tu cabeza, al comienzo del ejercicio.
Te tomará trabajo, si está muy denso el problema, pero
continúa pasando el aparato de tu imaginación, hasta que la luz lo blanquee
todo y lo cure.
Haz la prueba, y acompaña esto con nuevas actitudes. Ayúdate,
ríe, come sano, no introduzcas contaminación en tu cuerpo –ni drogas ni
marihuana ni tabaco ni alcohol-. De una vez por todas, ¡quiérete!, y si tienes
bronca o rencor o dolor, sácalo. Búscate un buen psicoterapeuta y saca la
basura de tu mente, como dice el Dr. Len en el capítulo del Ho’oponopono.
Ejemplos prácticos:
No era bocio, sino una angiolinfoidía
Una tarde vino una persona a instalar Internet. Este
joven tenía un lado de la cara tan hinchada, como una masa enorme que le
sobresalía. Si bien sabía que no era bocio, ya que estaría localizado en el
cuello, le pregunté con diplomacia qué padecía. Le hablé del libro “Sana tu
cuerpo”, y de que allí podría ver la causa de cualquier enfermedad, y una frase
sanadora para ayudarse. Fue así que me explicó que padecía una angiolinfoidía,
y que se sometería a una intervención quirúrgica el mes próximo. Luego, de
mostrarle el libro y al leer la causa probable, abrió los ojos sorprendido, y
dijo: ¡Es eso!
En este sentido, relato esta anécdota, porque hasta
personas desconocidas para mí, encuentran la causa real de su padecer en el
gran trabajo de Louise Hay. A continuación, comparto las frases del libro, que
leyó el joven, y como no estaba la afirmación correspondiente para la
angiolinfoidía, busqué la oración para el sistema linfático. La causa probable
de los problemas linfáticos es: “Advertencia de que hay que volver a centrar
la mente en lo esencial de la vida: el amor y la alegría”. *
Nueva pauta mental para los problemas linfáticos que debía repetir de diez a veinte veces por
día, es: “Me centro totalmente en el amor
y la alegría de vivir. Fluyo con la vida. Mía es la paz de la mente”. *
(Continúa...)
(Continúa...)
Dr Joe Dispenza no es oncologo. Es un excelente quiropractico y ademas neurocientifico, sus libros y seminarios son excelentes yo diria que es una eminencia en todo lo que hace, y lo digo porque lo conozco personalmente! Gracias de todos modos ha sido de gran ayuda leer el blog.
ResponderEliminarGracias por tu aclaración. La verdad es que tengo varios videos de Joe Dispenza y en uno en que da una conferencia, es presentado como oncólogo, por eso lo cité así. Aunque no he tenido la oportunidad de conocerlo personalmente como es tu caso. Pero te agradezco la información. De todo se aprende.
ResponderEliminarsimplemente, Gracias.
ResponderEliminarArtroian.