miércoles, 27 de junio de 2012

Capítulo 14: Horas de sueño y rendimiento escolar




Capítulo 14:   Horas de sueño y rendimiento escolar


El horario de entrada a la escuela: ¿Los alumnos duermen poco?

No sólo es importante la cantidad de horas que un niño o un adolescente duerme, sino que algo fundamental sucede con el horario de entrada a la escuela. Cuando un niño debe ingresar a las 7.15 horas de la mañana, implica que ha de levantarse con el tiempo suficiente para asearse, vestirse, desayunar y viajar hasta el colegio. Suponiendo que tiene que utilizar su tiempo de la siguiente forma:

1) Cinco minutos para despertarse y salir de la cama
2) Cinco minutos para asearse
3) Cinco minutos para vestirse
4) Quince minutos para preparar y tomar el desayuno
5) Veinte minutos para llegar hasta la escuela

Tiempo total: cincuenta minutos.

Por lo tanto, debería levantarse a las 6.25 hs de la mañana. Pero si el tiempo necesario para dormir, es de nueve horas y quince minutos, debería acostarse a las 21.00 horas, así tendría, al menos, diez minutos de relax en la cama y conciliar el sueño.
Esto implicaría que debería estar desvistiéndose y colocándose el pijama, a las 20.45 horas de la noche.
Por lo tanto, debería estar cenando a las 20 horas.

Adecuarse a estos horarios, es algo que comúnmente no sucede, y es poco práctico de implementar. Por lo cual, muchos niños y adolescentes, están durmiendo varias horas menos de lo recomendado, para lograr un buen rendimiento escolar y una buena salud.
Dormir poco trae como consecuencia irritabilidad, somnolencia, falta de concentración, escasa atención, y falta de rapidez para captar y procesar mentalmente lo que el docente enseña en clase.
En este sentido, algunos colegios norteamericanos, atrasaron la hora de entrada de 7.15 a 7.50 horas. Pero, sin embargo, algunas escuelas volvieron al horario más temprano, sólo por una cuestión organizativa, sin pensar en la cantidad de horas que dejaban de dormir los niños y los púberes.

A continuación, comparto unos párrafos transcriptos del artículo “Falta de sueño = malas notas”, escrito por Douglas Martin y publicado en Readers’s Digest Selecciones, Marzo de 2001: 

“Los científicos coinciden en señalar que los adolescentes necesitan dormir, en promedio, tanto tiempo como los niños pequeños: nueve horas y cuarto cada noche”.
“Por otro lado, diversos estudios acerca de la concentración de la melatonina –hormona asociada con la somnolencia- en la sangre muestran que, de manera natural, los adolescentes concilian  el sueño más tarde y despiertan más tarde.
Como consecuencia, los maestros suelen llamar a la primera parte de la jornada escolar “la hora de los zombis”.
“Se observó una relación entre los hábitos del sueño de los adolescentes y sus calificaciones. Los estudiantes que obtenían notas regulares o malas en la escuela dormían menos tiempo que los muchachos que sacaban las mejores calificaciones”.

Es importante que tanto las autoridades de las escuelas, que fijan los horarios de entrada al colegio, así como la responsabilidad desde el Ministerio de Educación, tengan en cuenta estas pautas.
A su vez, tanto madres como padres, podemos ayudarlos organizando sus horarios, en especial, la hora de la cena. También desenchufando muchos aparatos electrónicos, que resultan adictivos y los distraen de sus tareas, de su sueño, o de la mesa familiar (tales como el televisor, la computadora, la play-station, etc.).
De esta forma, ellos pueden dormir más, y nosotros contribuimos tanto en la salud y el buen humor, como en el rendimiento escolar de nuestros hijos.


Las escuelas en Alemania

Menciono el ejemplo de Alemania, aunque ocurre en otros países. Una amiga vive allí hace doce años, casada con un germano y con dos hijos pequeños.
Me comenta que allí las escuelas sólo funcionan a la mañana. El horario de ingreso es 8.30 hs., lo que corrobora el fundamento de la importancia de la calidad y cantidad de sueño. Los puede retirar a las 12.15 hs., o a las 14 hs. si se quedan almorzar. En caso de que sus padres trabajen, tienen horarios opcionales: a las 15 o 16 hs. En síntesis, un niño puede retirarse 12.15 hs., 14 hs., 15 hs. o 16 hs. Esto significa que la jornada completa es de siete horas y media. Comparado con lo que sucede en Argentina, la doble escolaridad es demasiado extensa, los niños salen agotados, y cuando llegan al secundario se rebelan, pues ya no quieren asistir a la doble jornada. Es un dato importante que las autoridades debieran tener en cuenta. 


La hora de acostarse y la hormona de crecimiento

Muchos niños se acuestan a media noche o más tarde, por cuestiones organizativas de la casa (cenar tarde), otros por jugar con la computadora o la play, o por entretenerse con el televisor hasta muy tarde, o en síntesis, por una falta de límite de sus padres.
Sin embargo, el tálamo óptico (región del cerebro) tiene una función muy importante en la hormona de crecimiento  -que ocurre específicamente durante el dormir- , cuyo pico máximo se da entre las 9 de la noche y las 2 de la mañana, en la fase del sueño.
Por lo tanto, los niños y los adolescentes que se acuestan tarde pierden la posibilidad de que la hormona de crecimiento actúe correctamente, o funcione en su pico máximo, ya que sólo esto sucede cuando están durmiendo.

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