Capítulo 14: Horas de sueño y rendimiento escolar
El horario de entrada a la
escuela: ¿Los alumnos duermen poco?
No sólo es importante la
cantidad de horas que un niño o un adolescente duerme, sino que algo
fundamental sucede con el horario de entrada a la escuela. Cuando un niño debe
ingresar a las 7.15 horas de la mañana, implica que ha de levantarse con el
tiempo suficiente para asearse, vestirse, desayunar y viajar hasta el colegio.
Suponiendo que tiene que utilizar su tiempo de la siguiente forma:
1) Cinco minutos para despertarse
y salir de la cama
2) Cinco minutos para
asearse
3) Cinco minutos para
vestirse
4) Quince minutos para
preparar y tomar el desayuno
5) Veinte minutos para
llegar hasta la escuela
Tiempo
total: cincuenta minutos.
Por lo tanto, debería
levantarse a las 6.25 hs de la mañana. Pero si el tiempo necesario para dormir,
es de nueve horas y quince minutos, debería acostarse a las 21.00 horas, así
tendría, al menos, diez minutos de relax en la cama y conciliar el sueño.
Esto implicaría que debería
estar desvistiéndose y colocándose el pijama, a las 20.45 horas de la noche.
Por lo tanto, debería estar
cenando a las 20 horas.
Adecuarse a estos horarios,
es algo que comúnmente no sucede, y es poco práctico de implementar. Por lo
cual, muchos niños y adolescentes, están durmiendo varias horas menos de lo
recomendado, para lograr un buen rendimiento escolar y una buena salud.
Dormir poco trae como
consecuencia irritabilidad, somnolencia, falta de concentración, escasa
atención, y falta de rapidez para captar y procesar mentalmente lo que el
docente enseña en clase.
En este sentido, algunos
colegios norteamericanos, atrasaron la hora de entrada de 7.15 a 7.50 horas. Pero, sin
embargo, algunas escuelas volvieron al horario más temprano, sólo por una
cuestión organizativa, sin pensar en la cantidad de horas que dejaban de dormir
los niños y los púberes.
A continuación, comparto
unos párrafos transcriptos del artículo
“Falta de sueño = malas notas”, escrito por Douglas Martin y publicado en
Readers’s Digest Selecciones, Marzo de 2001:
“Los científicos coinciden en señalar que los
adolescentes necesitan dormir, en promedio, tanto tiempo como los niños
pequeños: nueve horas y cuarto cada noche”.
“Por otro lado, diversos estudios acerca de la
concentración de la melatonina –hormona asociada con la somnolencia- en la
sangre muestran que, de manera natural, los adolescentes concilian el sueño más tarde y despiertan más tarde.
Como consecuencia, los maestros suelen llamar a la
primera parte de la jornada escolar “la hora de los zombis”.
“Se observó una relación entre los hábitos del sueño
de los adolescentes y sus calificaciones. Los estudiantes que obtenían notas
regulares o malas en la escuela dormían menos tiempo que los muchachos que
sacaban las mejores calificaciones”.
Es importante que tanto las
autoridades de las escuelas, que fijan los horarios de entrada al colegio, así
como la responsabilidad desde el Ministerio de Educación, tengan en cuenta
estas pautas.
A su vez, tanto madres como
padres, podemos ayudarlos organizando sus horarios, en especial, la hora de la
cena. También desenchufando muchos aparatos electrónicos, que resultan
adictivos y los distraen de sus tareas, de su sueño, o de la mesa familiar
(tales como el televisor, la computadora, la play-station, etc.).
De esta forma, ellos pueden
dormir más, y nosotros contribuimos tanto en la salud y el buen humor, como en
el rendimiento escolar de nuestros hijos.
Las escuelas en Alemania
Menciono el ejemplo de
Alemania, aunque ocurre en otros países. Una amiga vive allí hace doce años,
casada con un germano y con dos hijos pequeños.
Me comenta que allí las
escuelas sólo funcionan a la mañana. El horario de ingreso es 8.30 hs., lo que
corrobora el fundamento de la importancia de la calidad y cantidad de sueño.
Los puede retirar a las 12.15 hs., o a las 14 hs. si se quedan almorzar. En
caso de que sus padres trabajen, tienen horarios opcionales: a las 15 o 16 hs.
En síntesis, un niño puede retirarse 12.15 hs., 14 hs., 15 hs. o 16 hs. Esto
significa que la jornada completa es de siete horas y media. Comparado con lo
que sucede en Argentina, la doble escolaridad es demasiado extensa, los niños
salen agotados, y cuando llegan al secundario se rebelan, pues ya no quieren
asistir a la doble jornada. Es un dato importante que las autoridades debieran
tener en cuenta.
La hora de acostarse y la hormona de crecimiento
Muchos niños se acuestan a
media noche o más tarde, por cuestiones organizativas de la casa (cenar tarde),
otros por jugar con la computadora o la play, o por entretenerse con el
televisor hasta muy tarde, o en síntesis, por una falta de límite de sus
padres.
Sin embargo, el tálamo
óptico (región del cerebro) tiene una función muy importante en la hormona de
crecimiento -que ocurre específicamente
durante el dormir- , cuyo pico máximo se da entre las 9 de la noche y las 2 de
la mañana, en la fase del sueño.
Por lo tanto, los niños y
los adolescentes que se acuestan tarde pierden la posibilidad de que la hormona
de crecimiento actúe correctamente, o funcione en su pico máximo, ya que sólo
esto sucede cuando están durmiendo.
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