miércoles, 27 de junio de 2012

Capítulo 5: Acciones



Capítulo 5: Acciones

Dejar de sufrir y amar sanamente

La experiencia en el consultorio marca, en general, un tiempo determinado para lograr el final feliz, como en los cuentos de hadas. Ese tiempo dependerá de tu trabajo en la terapia grupal e individual, de que no te olvides de tomar las Flores de Bach, y de que leas todas las historias con el fin de aprender. En las primeras semanas, se produce una lucha interna, entre tu obsesión por ese amor que te hace sufrir, y las nuevas pautas de este tratamiento. Entonces, como se detalló anteriormente, aprendemos a amar en la infancia, según cómo nuestros padres se amaron entre sí, y según cómo cada uno nos amó. Si en esa época, experimentaste maltrato o indiferencia, sólo sentirás “química” con personas que te recuerden lo mismo. Por eso, si no te va bien en el amor, no es mala suerte, sino que es necesario modificar el patrón de conducta en tu forma de amar. Es decir, dejar de sufrir y obsesionarte por alguien, para poder relacionarte y amar de una forma sana, desconocida para vos.
El requisito para comenzar este tratamiento –no convencional-, es que no es necesario que dejes a tu pareja ahora, si no quieres. Pero, si estás sufriendo golpes u otro tipo de violencia física, deberás pensar cómo protegerte, y en esos casos lo mejor será apartarte. Este consejo sobre no tomar decisiones sobre el futuro de tu relación de pareja, se debe a que si te apresuras, puedes equivocarte. Es decir, puedes llegar a reconciliarte inmediatamente con esa persona que te hace padecer, o buscarte incluso otra peor (aunque en apariencia, no lo parezca). Pero además, si piensas que hacer este tratamiento, implica que debes dejar a tu pareja, te producirá resistencia psíquica, y lo más probable es que abandones la terapia, el grupo y la lectura. Para dejar de sufrir y amar sanamente sólo debes abocarte a realizar los pasos que describiré a continuación, y que son aplicables tanto para hombres como para mujeres.
Es tu propio cambio, el que puede hacer que tu pareja cambie. Te parecerá raro, pues te has pasado explicándole lo que necesitas, sin resultado alguno. Pero lo único, que produce cambio son tus actos, no tus palabras. Entonces, si te abocas de lleno a este tratamiento, poniendo en marcha estos pasos, tú harás cambios. Cambios que se traducirán en actos, en que hagas cosas que nunca te animaste, y que lo hagas, sin pensar lo que él diga o pueda suponer. Todo este conjunto de nuevas acciones, descolocan a tu pareja, produciéndose el cambio, tanto tuyo como de él (o de ella). Lo aconsejable es ir de a poco, aplicando los pasos, y que éstos se vayan internalizando en tu conducta. Las pautas para que dejes de sufrir por amor son las siguientes:

Nuevas actitudes hacia tu pareja:

1)     Concentra tu energía en vos misma/o, olvídate de lo que hace o deja de hacer el otro (pero si lo que hace es agredirte física o verbalmente, te sugiero que te apartes. No te expongas inútilmente, ni hagas la técnica del Ho’oponopono –explicada en otro capítulo de este libro- pensando que esto solo va a detener sus agravios).

2)     No te enganches en los juegos de discusión o manipulación con tu pareja. Si tu pareja dice algo para provocar la pelea, sólo di “Ah”, y vete a otro sitio. Ignóralo. Esto lo desarmará, porque no encontrará adversario con quien pelear, y si ya no estás para eso, de nada le servirá permanecer en esa actitud. Ojo, intentará hacerte enojar una y otra vez, hasta que con el tiempo se de cuenta, que ya no estás dispuesta a entrar en ese juego contaminado, porque sólo buscas paz.

3)     Deja de estar pendiente de tu pareja, esto también implica dejar de ayudarlo todo el tiempo. Porque has utilizado la ayuda, como una forma de dar en demasía. Ayudándolo también ejerces un control sobre él/ella de una forma inconsciente. Aprende a concentrarte en tu persona, ya que eso es algo nuevo para vos. Cuando dejes de hacer cosas por él, de aconsejarlo, de ayudarlo, o de cuidarlo, comenzará a hacerse cargo de sí mismo, de sus propias actitudes y acciones. Entonces, irá a “buscarte”, demandará tu presencia, y en ese punto tendrás que buscar el equilibrio, para darte a ti, primero, ya que nunca lo has hecho. Así, él empezará a verte como una persona diferente, que te cuidas, que te respetas, y que ya no te dejas manipular. Entonces, si realmente está interesado, te prestará atención, te dará lo que necesitas, y la relación tomará otro cauce. Y en caso, de que esto no suceda, sabrás darte cuenta, si vale seguir con una persona así.

4)     Cuando sientas ganas de llamar, escribir, esperar o ver, al hombre o mujer, que consideras es tu droga adictiva en el amor, tienes que focalizarte en los pasos de la recuperación: leer la bibliografía, hacer de inmediato una actividad para quitar ese pensamiento obsesivo de tu mente (salir a caminar, correr, etc.). Es sólo un momento en que aparece la angustia adictiva, luego se esfumará, en cuanto pongas tu atención en otra cosa.

5)     Cuando inicies el camino de la recuperación no significa que debes dejar de inmediato a tu pareja, porque esto te traerá a la larga mayor resistencia al tratamiento, y un efecto rebote. O volverás con esa persona de inmediato, o te buscarás otra peor o similar, aunque al principio, parezca lo contrario. Lo único que debes hacer es realizar los pasos: principalmente dedicarte a vos. Dejar de esperar que él cambie, y cambiar vos misma. Preocuparte por lo que vos hacés, y no por lo que él hace o deja de hacer. Concentrar toda tu energía en vos, como nunca lo has hecho, pero no para penar ni victimizarte, sino para darte lo mejor, y para tener fe en este tratamiento. Ocupar tu tiempo en cosas productivas: actividades, cursos, etc. Leer y abrir tu mente a cosas nuevas. Pero deja de controlarlo, olvídate de esa persona como si no existiera. Así, cuando él te vea totalmente compenetrada en ti misma, no entenderá lo que pasa. Y tal vez, se acerque de un modo distinto, aprenda a respetarte y a  brindarte buen trato y afecto. O quizás, con el tiempo, te des cuenta que esa persona ya no te interesa, porque te descontaminaste de lo nocivo (pensamientos, ideas y creencias erróneas sobre lo el amor), y sólo quieres amar y ser amada de una forma dulce, benéfica y armónica. En el consultorio, he visto ambas vías de resolución, pero nada de esto sucede si no te concentras en tu propio cambio.

(...Continúa: son 16 ítems en total)

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