miércoles, 27 de junio de 2012

Capítulo 20: Eliminar los miedos



Capítulo 20: Eliminar los miedos

Lo pasado, pisado

Al día siguiente, en la última hora de la tarde, Paula tenía su primera sesión grupal. El coordinador, por ser bastante espiritual, al iniciar el grupo, mencionó lo agradecido que estaba por cada reunión, pues crecía profesionalmente, pero no dejó de señalar, algo referente a la espiritualidad.
Paula fue invitada a hablar, ya que era su primera vez. Ella fue al grano, y dejó a todos con la boca abierta, por su gran sinceridad. Uno de sus compañeros de grupo, un hombre de unos 45 años, dijo después, sentirse identificado con su relato, con respecto a lo de alejar al sexo opuesto.
La gran sinceridad de Paula, sacudió a sus compañeros, pues en el trabajo de grupo, muchas veces, cada uno encuentra un reflejo en el otro.
Al finalizar la sesión, el coordinador le pidió a Paula, hablar unas palabras en privado. El médico escuchó consultas, despidió a todos, cerró la puerta y le dijo:

-Si alguien aparece, fijate a quién elegís. Si es un tipo casado y con hijos ¿para qué te vas a meter en líos? En cambio si es divorciado o está solo, es otra historia.
-Pero ya sé a quién elegir.
-¿Y entonces?
-Inconscientemente trato de que nadie se me acerque
-¿Por qué? ¿Qué te va a pasar?
-Para no sufrir –dijo casi flaqueando.
-Nada es para siempre.
-Sí, ya sé, la vida es cambio.
-Viví el hoy, no sabes cuánto puede durar. Pero viví el hoy.
-Es fácil decirlo, pero difícil hacerlo.
-Imaginate  que un tipo va manejando por la ruta hasta la ciudad más cercana, y va mirando todo el camino por el espejo retrovisor. ¿Qué pensás que pueda pasar?
-Y va a chocar!
-Claro! Hay que mirar por el parabrisas, para adelante!

Dejar el pasado, a eso se refería. Vivir el presente, paso a paso, según lo indique el camino, y que en el andar diario, las cosas se vayan dando.
Paula debía focalizarse en eso, en el vivir el momento sin los prejuicios del pasado, y dejarse llevar, olvidando el espejo retrovisor con que miraba la vida.
En este sentido, quiero recordar las palabras de Joe Vitale, en la película “El Secreto”: “Al Universo le gusta la velocidad, sin retrasos, sin críticas, sin dudas. Cuando la oportunidad está ahí, cuando el impulso está ahí, cuando la intuición empuja desde adentro, ¡actúa!”.
Esa noche, cuando llegó a su casa un gran caudal interno se había desatado en ella, sintiendo un nudo en la garganta, como señal de angustia. Cuando algo empieza a sanar, se libera una angustia, que forma parte del proceso.

(Continúa...)

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