miércoles, 18 de noviembre de 2015

Más fácil de lo que hubiera pensado

"Nos encantó ser parte de sus vidas" citaba un cartel en la puerta de una legendaria librería de la película "Tienes un e-mail".

Sonaba tan bien ese cartel hoy, con esa frase tan hermosa de adiós y de agradecimiento a sus clientes, con tanta contención espiritual, porque casualmente anoche, sin saberlo, fue la despedida. Pues un ángel apareció este mediodía, rescatándome de tanta adicción a escribirte, aún sin hallar respuesta.

De pronto, me sorprende este sujeto tocándome la mano, cuando sostenía tres paquetes de mantecol sobre el mostrador.

-Hola cómo estás?
-Bien

Me da un beso en la mejilla, y vuelve tocarme la mano diciéndome:

-Pensé que no ibas a venir más

Me sorprendí tanto que casi no tuve respuesta, sólo atiné a decir que iba a ir de vez en cuando...si no voy a rodar con tanto mantecol, por cierto.

Mientras escribo y veo la película que mencioné, el protagonista masculino la visita cuando ella está enferma. Me recuerda cuando me compraste los antibióticos porque me dolía la muela. Te atendí en pyjama y anteojos, detrás de la reja. Y vos estabas tan tierno y preocupado, que aunque me sorprendió, no sabía que te importaba. Pero eso fue el pasado.

Y ahora te dejo ir, y pongo la reja metafórica entre nuestras almas, porque en estos días de desenfreno tu corazón helado se petrificaba aún más ante mis arrebatos.

Es que cuando quieres correr a alguien, nada mejor que perseguirlo.

Pero Dios estuvo ahí hoy, tendiéndome una mano, para terminar con esta carrera alocada del no beso, del no me entrego, del no soy para ti.

Listo. Clink caja y a la bolsa, la cierro y no vuelvo abrirla. La tiro en el placard de los recuerdos y vuelvo a ser feliz con lo verdadero, con lo tangible.

Tantas cosas nos esperan!


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