lunes, 2 de noviembre de 2015

El mejor regalo del mundo

Noviembre, el mes que este blog tomó otro caudal, otro significado, hace un año.

Hoy siento que estoy cansada de dar, de esperar y de comprender al otro. Ya saben de lo que hablo.

Este es un momento para mí, mientras bebo el té mágico (una mezcla natural de manzanilla, canela, coriandro, clavo de olor) que he aprendido cuando me acerqué a la medicina ayurvédica. 

Un médico para mi corazón. Aunque curarse empieza por casa. Con las frases, con los deseos, y corriéndote del lugar de donde no te quieren.
No le pidas peras al olmo, andá a comprarlas directamente, y si es época.

Jamás podría haber siquiera adivinado lo que te pasa. No se me hubiera ocurrido que tu problema atacaba justo ahí directamente. Según los alemanes* se trata de miedo, simplemente. Según Rainville, además de eso, puede ser rencor a una ex pareja.

Por lo menos me sirvió para entender porqué no viniste ese día. Y ahora, ya decantando todas las respuestas me hamaco en el sol de la vida para decidir si sigo en el placer del subir y bajar, mirando el cielo, o si me bajo de la metafórica madera que me sostiene, de esas dos sogas que son tus ojos cuando te veo.

Sólo voy a recordar esta frase, que fue un regalo y un descubrimiento cuando contestaste a mi whatsap. 

-Vos, además de tener enyesado el corazón, debés tener enyesado el teclado... no sabés lo que te extraño
-Vos decís? Pero si yo no hice nada
-Ya sé que no. Pero yo siento mucho, lo que pasa es que me cuesta mostrarme. Mostrar lo que siento. Me hago la chistosa para disimular, pero soy re sensible
-Sí, ya me di cuenta. ¿Cómo estás?
-Bien, en la cama. Cerré los ojos para dormir y pensé en tu abrazo. Me gusta dormirme pensando en algo lindo.
-Bueno, te doy algo mío para que puedas dormir, mi cariño ¿sí?, y algo más
-Ay qué lindo...sos re dulce... Ahora no voy a poder dormir... Jaja ...hace mucho que vengo pensando en vos, como ves disimulo re bien
-Pero qué querés? ¿Sexo nomás o algo más?
-Lo que se vaya dando. Yo siempre apuesto a todo, dar lo mejor, brindarse, dar cariño, y el sexo es importante, pero todo es un conjunto de cosas. Y yo soy así, siempre doy todo, no me sale de otra manera. Después es el destino.
Y si fuera que yo sólo busco sexo, todos los findes me iría con uno distinto y sabés que no es así.
Yo hablo mucho y boludeo mucho, y todo lo que conté siempre fue verdad, porque no me sale mentir, no está en mi esencia, no puedo. Me gusta la sinceridad, es el valor más importante para mí.
El otro día cuando te dije que tenía muchas ganas, no era de sexo, era de sentirte cerca de verdad, esa sensación del abrazo, de las caricias, de la ternura, de que alguien está cerca desde el alma, más allá del cuerpo.
Pero en este mundo tan free, tan light, cuando a alguien le decís así se asusta y sale corriendo. Pero yo no muerdo, ni nada.
Bah, algunos mordiscos te voy a dar...

Acá baja el telón porque el resto es para la vida privada.
Pero digamos, que alguien me dé su cariño, esa palabra no la escuchaba desde mi primer novio, con el que estuvimos juntos más de siete años.

En fin, ahora no sé. Las cosas son distintas, quizá de la boca para afuera. Él tiene un problema psicosomático que tendrá que resolver cuando se decida a dejar de controlar su cabeza, sus sentimientos y todo lo que implica cualquier relación de amor, porque en definitiva, se llame pasión, sexo, cariño, calentura o amor verdadero, siempre implica soltarse. Y soltarse es vivir, pero el miedo es un gran boicoteador. Así que, veremos, yo puedo tener toda la paciencia del mundo, pero no quiero pedir amor, ni mendigarlo, ni querer permanecer en lugares que me echen.

Por lo pronto, voy con mis consignas, las únicas que me llevarán a pensar distinto, y a crear un nuevo destino:


  • Atraigo al hombre que me quiere y que también quiero.
  • Tenemos sexo con amor, normalmente.
  • Mi hombre es cariñoso, dulce y bueno.
  • Sabe amarme con entrega, y sabe que juntos somos los seres más felices de la Tierra.


*"La enfermedad como camino" de Thorwald Dethlefsen y Rudiger Dahlke.

"La metamedicina. La curación a tu alcance" de Claudia Rainville.

No hay comentarios:

Publicar un comentario