viernes, 13 de febrero de 2015

Un abrazo incondicional

No sé, o la verdad, sí sé, estoy en cama, algo de fiebre, aunque ya bajó, mal del estómago, náuseas. Fui a los libros, investigué, qué carancho me pasa. Y sí, tengo que admitirlo, tengo miedo. Ante cualquier muestra de interés, me enfermo. El pánico me retrotrae al padre de Juli, a lo mal que lo pasé, y entonces, esta trampa, que me estoy poniendo sola, fijándome en quiénes no me dan bola, y que cuando registro alguna señal de que me ven, de que aprecian mi ser, huyo. Y hay mil formas de huir, por ejemplo, no contestar un mensaje ni escribir. Es que tus whasap en la madrugada, justo que también yo me había despertado, me dan chucho. Y más, luego, tres horas después, cuando te despertás, me preguntás si estoy despierta. Claro, fue mucho, después de diez días que no registro un movimiento tuyo, me da pánico que te fijes en mí. Sufrir es lo que me paraliza. Y no puedo vivir así, si no, jamás voy a encontrar a mi alma afín, y sé que me está buscando, aunque no tengo ni idea de quién es. Si la conozco, o aún no.

Tenía 35,9, después 35,5, ahora 36,5. Y calor tengo. Bueno, volvamos al punto busqué por todos lados, para entender porqué estoy así. Y es un combo de todo: culpa por lo que le pudo pasar a Juli con ese abusador que descubrimos a tiempo, gracias a la protección de la Madre (la Virgen María); y por otro lado, miedo de que alguien se fije en mí, y después sufrir.

Voy a citar algunas preguntas de Rainville, y el órgano implicado:

Esófago:

¿Tengo dificultades para aceptar tanta felicidad y tantos regalos al mismo tiempo? *

¿Hay alguna situación que no haya aceptado?*

¿Hay alguna situación que encuentro inaceptable o injusta y que no he podido tragar?*

Estómago:

¿Qué me parece difícil de digerir o de aceptar?*

También puede ser indignación, frente a una situación que hemos encontrado injusta, pero que nos sentimos impotentes para cambiar.*

Vómitos: no los tuve, pero sí sentí náuseas

¿Qué es lo que no puedo asimilar y qué es lo que rechazo?*

¿Qué es lo que me ha producido asco o desagrado?*

Medité dos veces hoy, la primera como siempre, la segunda para encontrar porqué me estaba enfermando. 
Después me hice flores de Bach, para el miedo, el pánico que paraliza, la culpa, la herida del alma, la injusticia, el enojo.

Ahora, ya les avisé a todas que salgo, Pero no sé. Estoy sensible en extremo, hoy me soplan y me caigo, hoy cualquier cosa me hace llorar.
Sólo quiero tu abrazo, incondicional y para siempre. Lo incondicional es más fácil de tranzar, pero el para siempre, no se puede prometer, porque lo único permanente es el cambio.



*Libro "La metamedicina" de Claudia Rainville, Editorial Sirio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario