jueves, 26 de febrero de 2015

Movete, chiquita, movete

Nublado al amanecer, sol temprano, lluvia después, sol otra vez, nubes en este momento. Así como cambia el tiempo, cambian las circunstancias, los personajes, el humor. Lo importante es conservar la esencia. No me quejo, pero a veces la inercia me invade, sólo la naturaleza te saca de ese estado, cómo puedo transformar este PH en algo más oxigenable. 

Cómo nos iluminamos cuando alguien se acuerda de nosotros, o nos tiene en cuenta. Aunque no estés muerto de amor, algo se enciende. El entusiasmo, las ganas, el estar vivo de nuevo.

Me pasé con el barniz, ahora cuando toco el mate, se me quedan los dedos pegados. No voy a tomarlo, detesto el gusto de la yerba, pero cuando vengan los del grupo, se le van pegotear las manos. 
Que después no digan que no le puse onda, y sí, pintar no es mi fuerte, pero qué buena terapia manual. Ver los colores por todos lados, las figuras de niño, no me sale mejor que eso. 

En cuanto a la modificación de las cosas, y lo que queda en mí hacer al respecto, encuentro esta frase del I Ching, del hexagrama N°15, "La Modestia": "Hay algo demás que deber recortarse y existe algo de menos que es necesario colmar". *

Si tuviera en cuenta esta frase, y le daría bola realmente, dejaría de hacer las cosas que me hacen mal, y procuraría realizar lo que verdaderamente me llene el alma. 

Pero todo eso precisa un cambio de actitud, una disciplina que tanto me cuesta ejercer y mantener. Es que sin pequeños sacrificios, sin el empuje, sin el puntapié inicial, nada es posible. 

Obtengo lo mismo, si sigo haciendo lo de siempre. No es tan difícil entenderlo. Pero los cambios dependen de mí, exclusivamente de mí. Soy la responsable de mi existencia.

Este hexagrama, se transforma en el 46, "La Subida, sobresalir", por su línea significativa, en la segunda posición. Y justamente hablando de la responsabilidad que me compete, dice: "Esta subida, no tropieza con muchos obstáculos, y es directa, pero depende mucho de uno mismo". * Aquí lo hace en referencia a la búsqueda de la Sabiduría y la Iluminación.

Y en este sentido, no estoy hablando de grandes cosas, sino de esas simples de la vida, las cotidianas, las de todos los días. Esas que son sencillamente hábitos, disciplina, orden, ejercicio, alimentación sana y pautada, creatividad diaria, plantas, amigos, charlas.

Es decir, generar lo que deseamos. 

Sólo depende de mí. De mi fuerza. De mis ganas. Creo que voy añadir Wild Rose a mi fórmula de Bach, un empujón vibratorio y sano, es lo que estoy necesitando.


* Del libro del I Ching, versión de Osvaldo Loisi, Editorial Planeta, Segunda Edición, 1994.


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