jueves, 22 de octubre de 2015

Cuando estamos bien, vemos las cosas de otra manera. Soltar es liberar

Todo cambia, por suerte, cuando cambia nuestro punto de vista, y nos descontracturamos.

Volví y hablé con Clari. Un oído siempre ayuda. Pobre, estaba durmiendo. Ya era medianoche.


Me tiré a dormir, y en eso un mensaje de Juli me adelanta la hora de ir a buscarla. Llamé para avisarle que era media hora antes.


A las 3 ya estaba despierta, y hasta las 5 no salía a buscarla. Cerré los ojos, traté de dormir o meditar, no me acuerdo, ja! 

Finalmente los abrí y tiré el I Ching. Me leí las versiones de mis cuatro libros. Para poner claridad a mis confusas ideas. Y me relajé. Aunque apenas desperté ya sabía que iba a darle los libros que tenía destinado para sus hijos pequeños. Amo los cuentos, y la verdad, tenían unos dibujos preciosos.

Hexagrama 61 "La verdad interior", con líneas significativas 1, 2, 4 y 6, que con su complementario se convertía en el hexagrama 45 "La reunión". 

De todos modos, algo me cambió que me posicioné distinto ante los hechos. No pasaba nada, y bien, listo, la sinceridad ante todo me parecía lo primero. Te ahorrás muchas cosas sin las caretas. Total, siendo genuina, tranqui, y con naturalidad, todo prosigue, como antes y mejor, o distinto y también mejor, por cierto. Porque uno le pone dinamismo, transparencia, sinceridad, sin especulaciones berretas.

Y así fue, sonó el timbre y yo estaba tomando café. Le ofrecí y se negó, con un mmmmmmmm que me causaba gracia, ya no iba a morderlo.

Subí al auto con la bolsa con los cuentos pero no le dije nada sobre ellos, salvo cuando ya estaba Julieta, creo.
Pero mencioné, algo así, como que tranqui, que está todo bien, que él me bloqueó y no la hija, por la hora en que lo hizo, y lo admitió derecho viejo. Me explicó que lo hace porque la hija le revisa el celu, y que en una oportunidad, la madre se la trajo hasta su casa, sin avisarle, y él estaba con una mujer en la cama. Y, me aclara: "Yo tampoco la podía echar".
Entonces, la ex le aclaró que la nena se había puesto mal, y que pensó que tal vez tenía razón, entonces, él ahora se cuida y bloquea todos los contactos de mujeres, y las fotos, sobre todo.

Le dije, "Igual está todo bien, si no tenés interés...está todo bien".
Creo que él estaba cohibido, como yo a la ida, o quizás preparado para atajar los pelotazos... que nunca hubo, por supuesto. 
Porque yo hablo tranqui, y me lo tomo bien, como un amigo, en donde se aclararon cosas, y en algún momento, hubo un juego que no fue.

Juli subió al auto feliz y contenta. Le pregunté cómo le había ido, los chicos que estaban, bla, bla...
Después continué el diálogo con el señorito. Cuestión que le conté que no podía dormir y que agarré el I Ching. Me dice, "¿qué preguntaste, por el futuro, por la quiniela...?", y se ríe.
"No, por el presente. Sólo se puede preguntar sobre cosas del ahora".
"Ah, y sobre qué preguntaste?"
"Ah... sobre el remisero", dije riendo y sin pensarlo. Salió tan espontáneo, que hasta yo estaba sorprendida. Porque en mi cabeza, había pensado en decirlo distinto, con alguna sutil referencia, o de forma subliminal, pero como siempre, cuando duermo poco, digo las cosas como se me cantan... como se me sueltan de la lengua... sin filtro.
"¿Y te dice la posta?", pregunta él.
"Sí... te dice la verdad", le contesto.
"¿No falla?"
"No"

Lo más lindo fue cuando bajamos, y se despidió de Juli, diciéndole "Chau pequeña". Se sintió tan lindo eso, que cuando desayunábamos y charlábamos en la cocina, ella dijo: "Se sintió tan bien eso... fue como el papá que nunca tuve".




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