miércoles, 28 de octubre de 2015

Menos mal que te sacaste la careta

Y sí, todavía sigo asimilando al chico malo, con la careta de bueno.
No es tan simple, más cuando tenés códigos. Pero no todos viven con tus valores y tenés que estar preparado para ello. 
Eso significa adaptarte y superarte, por más que algo te duela, o te sorprenda la confianza que depositaste en alguien.

De madrugada me desperté y tiré el I Ching, va del hexagrama 13 al 54, pero no suena nada bien al final.


Mientras esta mañana hacía los informes (tuve un montón de gente en la clínica), se me cruzaba tanto la indignación, o lo que tenía atragantado y quería decirle, además de sentirme tonta y expuesta, que me daba ganas de amagullarlo, para descargar al menos.


Pero la vida sigue, la vida continúa. Todavía no sé lo que voy hacer mañana a la noche. Sé que protegerme va a ser la prioridad. Soy sensible, aunque hoy no me siento frágil, pero nunca terminás de conocer al otro, por lo tanto, no quiero jugar con fuego. No lo vale. Mi tranquilidad está primero.

Este mediodía continúo con las frases positivas que le mando a Clari por whatsap. Solamente que el teclado del celu hace lo que quiere, y me cambió la palabra "laburador" por "labrador". Y como había pedido que también tenga buen humor, ya me veía con un perro de esa raza moviendo la cola...

Por lo pronto, el sábado es la fiesta. Aunque el nombre del boliche ya no me gusta. Soy muy susceptible.
Iría el viernes si supiera que va Trabado sólo para divertirme un rato. Necesito alguien fiel que me dé un poco de alegría. Y de la buena, sin mambos, sin sexo, sin especulaciones berretas.

Juli se enganchó leyendo el libro de Sandoval, "¿Y tú qué crees?", y cuando volví de atender la vi plácidamente en el sillón disfrutando del texto y de todo el aprendizaje que implica para ella.

He interrumpido este texto para ver a un paciente. Y la verdad que cuando veo porqué cosas se hace problema la gente no lo puedo creer. Sobre todo, cuando tienen alguien al lado y le dan un puntapié en la historia de su vida porque no se adapta a sus cánones o condiciones.
No hay hombres perfectos, y menos que sean intuitivos como nosotras. ¿Pretensiones, en esta época? Si el tipo te mensajea, te habla, te quiere ver, bla, bla... date por dichosa. Además lo peor que podés hacer es centrar toda tu vida en alguien. Si total podés hacer de todo. 
Esa persona tiene que ser un ingrediente más en tu receta, cosa que si en la alacena se te acabó "el ingrediente" no puedas dejar de hacer el postre por eso.

Lindos y lindas de este blog... lujo que me doy para decir en esta época de elecciones, donde nos la pasamos en el cuarto oscuro. 
Mi hija ya está canchera, votó dos veces y en menos de un mes, va por la tercera.

La vida es linda, es bella, tiene de todo, gente linda, gente buena, y gente no tan piadosa, pero que por lo menos, la podés ver a tiempo. Después si insistís con los malos, es tu problema.



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