viernes, 2 de noviembre de 2018

Bendecir con el rocío

Te extraño.
Te pienso.
Podemos jugar a que no hay edad.
Siempre me gusta ser clara, pero hoy no quiero claridad, sólo dejarme llevar.
La tormenta de la gripe está pasando, las nubes alejando, tanto... que sólo quiero cerrar mis párpados y hundirme en tu hombro.
Sin límites. Sin exigencias. Sin condiciones.
Lo único que necesito es comprensión, y el pensar en esta idea hace que el rocío del amanecer limpie mis ojos, para ver una nueva realidad, sin Halloween, sin cucos que aún no puedo olvidar.

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