jueves, 6 de diciembre de 2018

Trucos de magia

El blog me comprende. El blog es mi refugio, para ahuyentar los fantasmas que se ríen debajo de las sábanas: «No soy yo, no soy yo».
Entonces cambio mi adormecer inquieto por una aureola que viene desde el cielo, que me tira una mano, que me hace un guiño para que no decaiga.
Las luces te confunden al anochecer, más aún cuando se ha apagado casi todo dentro tuyo.
La maravilla del ser es que salga el sol todos los días como una chance, y cuando la angustia te ahoga, pidas por el otro. Le hables, le cuentes, tengas confianza.
Se puede ser libre aun en una relación. Y se puede ser esclavo aun sin tenerla. Esclavo de la soledad, del vacío, de una pastilla que te anestesia.
¡Cómo me gustaría tener el valor de comunicarme! ¡Cómo me gustaría saber si vale la pena, y no enredarme!
Esos abrazos fueron genuinos, no?
Esas confesiones tienen asegurado el secreto.
Esas charlas se deben tantas palabras...
Déjame decirte una más: «Abracadabra».

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