sábado, 10 de enero de 2015

Almas gemelas

Los chicos malos se han ido de Buenos Aires, los chicos buenos tampoco quedan muchos. Es que hemos salido anoche y hoy vamos por nuestra revancha. Se nos ocurrió quedarnos en el oeste, y realmente lo poco que había era el kinder y los que buscan gatos. Y por acá, la única que duerme en mi cama es Pon-pon, la felina que he traído de cuando vivía en SL.

Mientras espero al plomero, o sea al guardavidas, o sea al profe del club, que me va hacer la changa de cambiarme los cueritos (no el mío, sino el de las canillas) devoro unos sandwiches de miga, para evitar pasarles mis recetas culinarias.

Hace días que me da vueltas la idea de escribir sobre las almas gemelas, será por los relatos privados que este blog ha despertado. Es que muchas me confiesan sus penas. Y quiero llevarles un poco de esperanza, la fé es lo último que se pierde. 

Por ejemplo ayer, mi amiga que ya iba muy prejuiciosa con el pub elegido, que si se encuentra a un alumno (qué bochorno, la maestra no puede divertirse?), que si son muy pendex, que las chicas no sé qué (yo le digo, Y a mí qué me importa si yo no bailo con mujeres). 

Les cuento hombres de poco pelo, mi amiga ama los pelados, entonces, justo me doy vuelta y del otro lado de la barra uno de su perfil me saluda con cara de feliz cumpleaños. Le pido encarecidamente que le hable a mi compañera porque me amenaza con no pisar más este lugar. El fulano, atento y obediente, le pone todo el ímpetu que la desabrida noche requiere. Las cosas que uno hace por verle la sonrisa a alguien.

Volviendo al tema que nos compete lo que he aprendido al respecto me mantiene con la llama interna en vigencia. En el principio, Dios nos creó a cada uno con su alma gemela correspondiente, para graficarlo, de alguna manera, yo me imagino el símbolo del yin y el yang, bueno, en mi caso, no encuentro la última parte hace rato. En realidad, ni lo busco, hace tanto que no pienso de a dos, que tampoco me imagino hacerlo, o no recuerdo cómo era eso de extrañar a alguien. 
En fin, la oscuridad se encargó de dividir esta dúada perfecta, por eso, ahora estamos casi todos, o una gran parte, no puedo determinar porcentajes, como bola sin manija. 
Entonces, si tu alma gemela no está en este plano, es decir, si en este momento no está encarnada, podés encontrar a tu alma afín. 

Así que de una manera u otra, mientras pidas la protección a Dios, y desees que esto suceda, tarde o temprano lo encontrarás. El tema, es que nosotros, los humanos, nos dejamos guiar mucho por la apariencia, más que por la intuición y el reconocimiento de almas, por lo tanto, es muy probable que rechacemos la cáscara, el envase, o el packaging con que viene este príncipe a buscarnos.

Así que no pierdan la fé, y si éste no es, será otro, y así sucesivamente. Mientras tanto, van practicando... el diálogo, la cama, el mate (yo no tomo, pero bien me viene un café), lo importante, es no bajar los brazos, no llorar por nadie más de una semana, y si lagrimean, a lavarse la cara, salir a correr (yo camino, es más sano), un poco de maquillaje, y con la mejor puesta en escena, a volver a probar chance. La ruleta de la vida empieza otra vez, hagan juego señores!



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