miércoles, 14 de enero de 2015

Forjar el amor

No es fácil esto del amor, decía hoy Vera en una serie que vemos a la noche. Y es verdad, confiar en alguien, pensar que puedan quererte, enamorarse, intentar algo serio, eso que hablamos el otro día con Sil, la continuidad, al menos.

Este mediodía fuimos a repartir los blogs, un par me equivoqué y los mandé a otro lado, así que serán abiertos por otros. No importa. Pero todos tendrán destino, y quizá utilidad, si quien lo recibe tiene la capacidad de abrir su corazón y darse cuenta de que somos almas en el viento, dispuestos a florecer, brotando con la lluvia del amor y el cuidado, eso que aportan nuestros padres, y que nos forjan como seres únicos, con la capacidad de dar y recibir, y que todo ese equilibrio, esa balanza, en gran parte dependerá de lo que recibimos en la infancia. Por eso, es tan importante lo que le damos a un niño, acompañarlo, jugar con él, mirarlo a los ojos y decirle cuán valioso es. Todo eso forja su imagen, su autoestima, y ahí aprende a conocer la primera química del amor, que es la que buscará luego de adulto.

Me pregunto cuándo será mi turno, necesito forjar algo. Ya no quiero seguir deambulando los findes. ¿Es posible armar algo sincero? 
Sé que está todo en manos de la Madre, así que no debo preocuparme de ello. Vivir y tener fé, sonreír y confiar, total la gente que tenga que quedarse, lo hará. Los que tengan que seguir su camino, partirán.
Es cuestión de esperar. No seas ansiosa, dijo el otro día, y quizá sea cierto.

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