jueves, 18 de diciembre de 2014

Arriesgarse y tener lo que deseamos

Muchas cosas pasan por mi cabeza, por ejemplo que traté de recordar un número de teléfono toda la semana, y mi memoria lo había borrado. Y cuánto deseaba recordarlo. Sin embargo, hoy como no encontré el anotador que había comprado, tomé una libreta que a veces uso, y la llevé al consultorio. Cuando me siento y la abro para tomar mis notas, que la verdad son muy escasas, sólo las flores de Bach que la sesión me sugiere, ahí veo tu nombre y tu celular bien grandote. Increíble, no pensé que lo tenía anotado.

Terminó la sesión y tenía 40 minutos para caminar, así que salí para la plaza para aprovechar el tiempo, antes que llegara el otro paciente.
Pensé en llamar en ese momento, pero no lo sentí.
La sesión posterior surgió un tema sobre lo sexual y el no merecimiento. En ese momento pensé, parece un mensaje subliminal. Y ahora que tengo el número que tanto busqué, no tengo ganas de llamar.

Este mediodía, en la radio, estaba Nito Mestre, cantando las canciones que tocaba en mi adolescencia con la guitarra. Siempre era en el refugio de mi cuarto, para atravesar todo lo que sentía, nostalgia, rebeldía, y tantas cosas. 
Y si bien, me había planteado que sin tu inspiración, parecía que ya no quería escribir, todo brotó en un segundo, con una canción: "Tuve tantos maestros de los que aprender, sólo conocían su ciencia y el deber, nadie se atrevió a decir una verdad, siempre el miedo fue tonto, tonto...". Y ahí, me di cuenta, que el significado de este blog, es decir mi verdad, por más que me exponga, porque este sentir es lo que le pasa a muchos, y poder explayarme dejando el miedo tonto de lado, me permite liberarme y aprender. 

Y cuando soy libre y algo se internaliza de todo lo que expongo, libro la batalla más grande contra la oscuridad, porque puedo reducir al ego al tamaño de una hormiga, por más que me cueste, por más que llore, por más que luche contra mi orgullo. 
Ya que cuando logro decir lo que siento sin tapujos, salen de mí todas mis pasiones, mis miserias, mis carencias, mi gran necesidad de dar y recibir amor, que es todo lo que queremos los seres de este planeta.

Entonces, pienso... tal vez te llame.




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