lunes, 8 de diciembre de 2014

Todo pasa

Esta tarde la reunión con el grupo me fortaleció. Antes habíamos almorzado con mi hija y con mis padres afuera. Curiosamente un hombre pasó detrás de mi silla y torpemente me rozó. 

Un rato después veo que se ubicó en una mesa cercana, y que se trataba de un ex de mucho tiempo atrás. Un romance, como tantos, que me cautivan al principio, y que después caen en picada. 

De todos modos, fue alguien a quien continué viendo por largo tiempo de tanto en tanto, y el día que decidí dejar de verlo fue cuando vino a comprar el libro, entre otras cosas, y me dijo "No entiendo cómo no estás en pareja".

Ese día cuando se fue, lloré por su notoria aclaración o cuestionamiento, y fue punto final para esas visitas esporádicas, frías y vacías, que no llegaban a ningún lado. 

Y hoy después de tanto tiempo lo encuentro. Recuerdo que este año se accionó su teléfono por casualidad y me estaba llamando. Yo estaba en la fila de una sala de espera en el hospital para hacerme unos estudios de rutina. Del otro lado nadie hablaba y se escuchaba ruido ambiente. Ya no lo tenía agendado, pero recordaba su número perfectamente. Tengo buena memoria para eso, en realidad, para todo. 

Al día siguiente me llamó diciéndome que tenía una llamada perdida mía, le expliqué lo sucedido, más bien había sido lo contrario. 
Me pregunté porqué lo encontré hoy... justamente para darme cuenta que "todo pasa", porque ya no me mueve un pelo, y es una forma de avivarme que todo lo que sentía por vos estos días, ya se me va a pasar, que sólo es cuestión de tiempo.



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