domingo, 21 de diciembre de 2014

Sin fantasmas

Acostada en mi cama, escribo en mi notebook, mientras miro la película "Como si fuera cierto". Cuenta de un hombre que mantiene el recuerdo de una mujer que amaba, y eso le produce un aura muy oscuro de tristeza. Alguien le dice que debe soltarla, olvidarla, para que su energía vuelva a ser brillante como antes.

"Mira a tu alrededor, este es tu mundo, deja de flotar en tu propia mente, ya pasaron dos años"

Es verdad, cuando recordamos a alguien que ya no está, es como si habláramos con los muertos... este film también habla de eso. 
Me gusta cuando pienso que puedo ser feliz, olvidándote. Es bueno vivir sin fantasmas. De repente, te sientes vivo. Y le das la mano a alguien que existe, que no es producto de tu mente, ni resto de melancolía, es el ahora en carne y hueso.

Cuándo podré encontrar alguien que me ame. En qué momento mi corazón encontrará paz, y alguien que lo entibie con sus brazos. Necesito amor porque siento que se me está ahogando el alma en lágrimas. Pero no son visibles,  son gotas de tristeza que corroen mi ser por adentro, y nadie puede darse cuenta. Soy silenciosa y prudente en ese aspecto. ¿Cuántas personas sentirán también así? Cuánto amor está incierto, varado en una playa, o flotando en el mar a la deriva, sin que nadie pueda aprovecharlo. Todos lo buscan, todos los anhelan, pero las cuerdas que deben encontrarse se han enredado, en confusiones tontas, y muchos han quedado solos, sin su par.

Pensar que estaba tan bien ayer, y el sólo verte me transformó de esta manera. Ya pasará, es cuestión de tiempo. Un clavo saca otro clavo, no debo olvidarme de eso.



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