miércoles, 10 de diciembre de 2014

Pizzetas improvisadas con pan + reflexiones no célebres

Cuando me dispongo hacer vida introspectiva, se acoplan más para salir.
Cuando decido hacer vida de monja, me incitan a transgredir.
Cuando ya llevo tantos días sin... tuve que recordarte a solas.
Cuando paso por la plaza, sacaron los juegos de niños y pusieron esos tontos inútiles para hacer ejercicio.
Cuando tengo que hacer dieta, necesito un amor que me inspire.
Cuando me enamoro, se me va el hambre, entre las palabras hambre y hombre, hay sólo una letra de diferencia, pero bien que hace la diferencia.
Cuando llueve mucho, mi huerta explota y crece.
Cuando pensé que ya no dabas más jazmines, mi planta amaneció con un super pimpollo.
Cuando no me esperaba las rosas, de las pequeñas matas de rococó, nacieron dos: una amarilla (mi preferida) y otra roja.
Cuando se acabó todo en mi cocina, inventé unas pizzetas con pan de hace dos días, cebolla y ajo crudo esparcido sobre las rebanadas, y a tostar todo al horno. Luego, aparte, sobre spray vegetal que rocié en una sartén cociné cebolla, ajo, tomates que piqué fino, luego de unos minutos añadí un poquito de agua y todas las hierbas de mi huerta: romero, albahaca, ciboullet, curry, tomillo. Esparcí la salsa precocida sobre los panes crujientes y agregué el queso, y a fundir unos minutos más al horno. 
Aparte, herví porotos mung, que se hacen en un toque porque son chiquitos, algo así como 15 minutos. Los enfrié con agua, y los mezclé con zanahoria rallada, lechuga fileteada y medio huevo duro, aceite de girasol, sal marina y limón. Acompañamos todo esto con dos huevos duros (o el resto que le robé a cada uno, para dar un toque a la ensalada). De postre ciruelas rojas. Obviamente para beber: agua.
Mi gata, ahora, está cada vez más cerca, al lado de mi notebook, sobre la mesa ratona, destinada sólo para estos escritos.
Parece que tendré que seguir en la rueda, aunque así estoy tan tranquila, lo que sí el destino nocturno del finde, apuntará al lado opuesto de la ciudad, para hallar otro respiro.



No hay comentarios:

Publicar un comentario