jueves, 4 de diciembre de 2014

Cambio de ruta

Hoy fui a caminar a la plaza, y la encontré algo desbastada. Hombres trabajando, podando árboles pero en demasía, y el sol que calentaba demasiado. Un cerco de adoquines lo habían tirado abajo. Un gran árbol lo habían derribado. Estaban haciendo pozos para colocar algo así como juegos o esos aparatos modernosos que sirven para hacer ejercicio.

En el primer momento, no entendía qué pasaba, sentí una especie de rechazo. Luego, me di cuenta que se asemejaba a lo que estaba viviendo, cambios trascendentales. 
Dejando el pasado reciente, haciendo reformas, pero algo se había pagado caro, como esas sombras de los árboles que faltaban... tu tonto miedo no nos dejó disfrutar de estar juntos. Por tu bloqueo y tu pánico nos habíamos perdido la compañía, la charla, el afecto y el sexo, todo eso tan bueno que surgía cuando nos conectábamos.

Luego, era tanta la obstrucción de los caminos por las ramas, y los rayos solares dañando la piel, que tuve que ir a caminar a otra parte.
Algo así como lo que debo hacer ahora, cambiar de ruta, ya que de ésta no ha quedado nada.



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