domingo, 30 de noviembre de 2014

Bajando la persiana

He tratado de cuantificar y analizar lo que me genera todo esto, y creo que un 30-35% es ego y un 70-65% es sentimiento. Es decir, que si veo las cosas así, es como si las ordenara en una biblioteca por secciones, entonces no puede afectarme tanto.
También me di cuenta, entrando en meditación, que yo hacía lo mismo antes, incluso lo hice hasta principio de este año, me enojaba por cualquier cosa con tal que se fueran y me dejaran en paz, no sea cosa que me enganchara y volviera a sufrir nuevamente.
Así que la misma sintomatología, me vuelve como efecto rebote, como un bumerang...


Afuera llueve, siento los sonidos a través de mi ventana, pero no veo nada, porque la persiana está baja, todo cerrado como tu corazón, y como lo he tenido yo en otro tiempo.

Qué tontos que somos los humanos, ya que aunque volvamos a barajar las cartas, pensamos que siempre tenemos al mismo contrincante adelante, y es más, que el azar nos dará las mismas cartas del pasado.
Nada tan errado... es imposible eso. Nos aferramos tanto a nuestro ego lastimado, que no queremos ver que Dios tiene planes mejores para nuestro destino, y Él te lo pone en tu camino, y vos lo esquivás, por más que te des cuenta que es algo diferente, no sea cosa que te lastimen de nuevo. ¡Qué paciencia debe tener Dios con nosotros! Dirá acá te pongo a esta personita de nuevo, okey, no te gusta, acá te pongo otra, y acá otra... y vamos desechando gente por nuestro propio miedo.

A esta altura de las circunstancias, que por suerte me deshice del miedo hace rato, tendré que tener la suficiente agudeza mental como para darme cuenta que es hora de ir a jugar a otra parte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario