domingo, 9 de noviembre de 2014

No censures mi espontaneidad

Detrás de la máscara, qué hay? Una herida más grande que una casa, un pasado que vuelve como oleadas, que borra las palabras en la arena del presente. ¿Cómo haré para escribir en esa playa, si cada surco que hago tratando de formar una oración, una idea, un pensamiento, es casi instantáneamente borrado por esa nostalgia donde parte de tu amor está depositado?
Me dan ganas de abrazarte el alma para curarte, para que cada rayo de sol entibie ese corazón que dejaron helado, y destrozado. ¿Por qué es más fuerte que yo querer ayudar, si no sé si estás ahí para realmente verme? Para darte cuenta, que aquí, en este instante estoy, que soy el ahora, que estás flotando en este tiempo y en este espacio.
No voy a volverme loca por descifrarte. Estarás si tienes que estar, me amarás, si tienes que hacerlo. Eso lo tengo más que claro, pero como quisiera acariciar tu corazón, y como unos dedos mágicos borrar todos esos dolores que aún tienes intactos. No puedo decir Te amo porque te asustás, y no entendés que cuando me pierdo en vos y el éxtasis es tan grande, esa frase sale a borbotones de mi alma, y no la puedo controlar. Entonces no me calles, no silencies mi espontaneidad porque no sé vibrar de otra forma cuando ese efecto logras. Y no me esquives los besos, porque en ese momento siento diez veces más, si tengo la felicidad de rozar tus labios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario