viernes, 28 de noviembre de 2014

Ahora voy por mí

Avance: "...la energía, el poder y la fuerza. Un brillante resplandor emana del plexo solar, o centro de poder, de la figura, cuya postura es de euforia y determinación. Todos nosotros llegamos a un punto en el que sentimos: "¡Basta ya!". En esos momentos parece que tendríamos que hacer algo, cualquier cosa, incluso aunque más tarde resulte ser un error, para zafarnos de las cargas y restricciones que nos limitan; si no lo hacemos, éstas pueden llegar a asfixiarnos y a bloquear nuestra propia energía vital. Si ahora estás sintiendo este "¡Basta ya!" permítete tomar el riesgo de romper los viejos moldes y limitaciones que han estado impidiendo que fluya tu energía. Haciéndolo así, te quedarás sorprendido de la vitalidad y poder que este "paso adelante" puede traer a tu vida" (Osho, "El juego trascendental del Zen").

No sé cómo pero lo logré. Ahora viene el desquite.
El no pensar ya nada.
No especular.
No imaginar.
Basta de sueños tontos, quiero realidades.
Sacudo mi cabeza y caen todas las hojas muertas que desperdicié contigo.
Vivo para mí. Yo existo. Yo soy. 
Elijo este tiempo presente, el aquí y ahora, del que tanto hablaba el loco de Serevrinsky en sus clases. Yo siempre le preguntaba, y aprovechaba mucho su saber. Era un psicólogo distinto, desfachatado. Yo venía de hacer psicoanálisis lacaniano, y pasarme a hacer terapia con él era un gran aprendizaje. Me cambió la cabeza. Así aprendí que puedo ser con mis pacientes como soy en la vida: reflexionar pero también reír, soñar pero también vivir.

Hoy pondré en práctica todas esas tardes de sesiones con Horacio, y te diré: 

Este tiempo es mío. De nadie más

Soy la responsable de reír o llorar, de construir o de fantasear.
Basta, ya di demasiado.
Debo curarme de eso.
Tú has venido a recordármelo.


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