Hace un rato recibí un regalo hermoso, no es nada material, sino espiritual, y la verdad es que no me lo esperaba. Cómo, a veces, nuestras acciones nos conducen a lugares inesperados.
Me siento tan bien.
Estos últimos tres días varios angelitos hicieron lo suyo a través de personas que llaman o tenés noticia, y también es muy gratificante. Ahí sabés que no estás solo, que siempre nos protegen.
Es sólo pedirlo, y recibís de las personas más inesperadas. De eso se trata, vos das y no sabés de qué manera vuelve, pero el amor, en todas sus manifestaciones, siempre vuelve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario