domingo, 9 de noviembre de 2014

Si tú no vienes... a otro puerto, mariposa

El discurso se hacía pesado en la iglesia. Yo había dormido poco las últimas dos noches, hacía calor, y esperábamos que el grupo de adolescentes hiciera su aparición, luego de tres días de campamento como preparación para la Confirmación.
La coordinadora nos entregaba una canción para que eligiéramos una frase y escribiéramos algo en referencia, que luego darían a cada uno de nuestros hijos, pasada la ceremonia, en un par de semanas.
De mala gana tomé el texto que así comenzaba:


SI TÚ NO VIENES

Si tú no vienes
olvidaremos la esperanza que llevamos


Inmediatamente mis ojos se llenaron de lágrimas. El texto si bien hacía una referencia religiosa, tenía en mí esa necesidad infinita de volver a verte, y toda la inseguridad que esa posibilidad conllevaba.
Yo, la fuerte, la que aparenta que no le importa nada, se quebraba en el medio de una multitud, disimulando, por supuesto, la emoción desbordada.
Anoche era una prueba más donde tus preguntas, a veces, me incomodaban. Era tan importante saber una fecha exacta? Mi miedo a perderte, te evadió con un dato, mencionando la inauguración de una revista. De todos modos, la suerte estaba echada. Lo googlearías al día siguiente, y mi imagen quedaría escrachada. No habría vuelta atrás, sabrías la verdad, pero por lo menos, no tendría que ver la expresión de tu cara. Y sí... me tocó bastante antes que vos reencarnar en el planeta, y qué querés que haga?
Dejemos ese tema de lado, si es posible, porque a mí no me conviene. Pero pregunto: ¿de qué querés escapar yéndote lejos? Por más que te mudes donde se cae el mapa, tu dolor te acompañará a todas partes si no decides soltarlo. Nadie te obliga a hablar con su madre, aunque no sé qué decirte del pequeño, pero no sos imprescindible, o por lo menos, tenés que aprender a dejar de serlo. Dejá que te olviden, si no, vos no vas a poder olvidarlos. Dejá que crezcan, ya no necesitan tu sostén, hazte a un lado. Dejá que vivan su vida, no te enroles en el papel de salvador, porque si no de tu dolor, no te salva nadie.




No hay comentarios:

Publicar un comentario